PROGRAMA ELECTORAL

El PSOE da por zanjado el conflicto catalán y esquiva hablar de más diálogo

Reivindica que han sido los gobiernos socialistas "los que han logrado poner fin a los grandes desafíos independentistas"

Pedro Sánchez durante la presentación del programa electoral del PSOE para las elecciones del 23J

Pedro Sánchez durante la presentación del programa electoral del PSOE para las elecciones del 23J / José Luis Roca

El PSOE pasa página con Cataluña. Uno de los asuntos que más ha marcado el mandato de Pedro Sánchez, en el que se implicó personalmente con la decisión de conceder los indultos a los dirigentes condenados por el 'procés', la eliminación del delito de sedición y la reforma de la malversación, aparece ahora diluido en el programa de las elecciones generales del 23 de julio.

"España está hoy más cohesionada, unida e integrada que en 2018", sostienen los socialistas. La herida social que supuso el proceso independentista en Cataluña, pero también en el resto del país, se considera superada. "En estos años", señala el texto, "el Gobierno socialista ha afrontado con valentía el grave conflicto que se generó durante el gobierno del PP en España y ha trabajado para recuperar la convivencia y construir un proyecto de país en el que tengan cabida todos los territorios".

Por eso ya no se habla de mesa de diálogo entre el Estado y la Generalitat y no más hay propuestas para avanzar en la solución del conflicto. El 'procés' se da por liquidado. "Solo el tiempo permitirá valorar con justicia el éxito alcanzado: se ha superado la situación de ruptura que existía hace cinco años y el número de personas contrarias al marco constitucional ha descendido de manera abrupta en Cataluña", destacan. El PSOE saca pecho y pone incluso negro sobre blanco que son los gobiernos socialistas "los que han logrado poner fin a los grandes desafíos independentistas".

Es llamativa esta contundencia porque el president de la Generalitat, Pere Aragonés, ha propuesto en los últimos meses plantear al Ejecutivo central un "acuerdo de claridad" que derive en un referéndum de autodeterminación pactado. Una vía legal que prometió remitir a Madrid y que, tomando como referencia la llamada 'vía Montenegro', permitiría, con una participación del 50% y un 55% de apoyo, declarar la independencia. Aragonés dio a conocer esta fórmula en septiembre de 2022 y su pretensión era que se pudiera impulsar a través de una mesa de partidos tras las elecciones municipales de 2023.

Es cierto que el PSC y el Gobierno han rechazado su idea pero el president de la Generalitat no ha renunciado a ella. Tampoco a seguir con las reuniones de la mesa de diálogo con el Estado que fueron una imposición de ERC para favorecer la investidura de Sánchez y darle apoyo parlamentario. La última convocatoria se produjo en julio de 2022, urgida sobre todo por la crisis política del espionaje a políticos independentistas, que le costó el puesto a la directora del CNI, Paz Esteban.

Desde ese momento Moncloa ha dado largas, y más este año, intensamente electoral. La portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ha verbalizado en varias ocasiones que la mesa de diálogo ha perdido utilidad porque Cataluña ha recuperado la «normalidad institucional». Y lo mismo han hecho otros miembros del Ejecutivo.

Los pactos con ERC y con Bildu, y la propia coalición con Podemos, han dañado a Sánchez, según opinan en el PSOE. Pero el presidente, casi desde que llegó a la Moncloa, se tomó la pacificación de Cataluña como un reto político y personal. No obstante, en su partido no entendieron que asumiera el desgaste de modificar el delito de malversación para avanzar, como pedía el independentismo, en la desjudicialización del conflicto catalán. Finalmente ha resultado inoperante porque el Tribunal Supremo no consideró que los cambios pudieran aplicarse al intento de independencia y todos los hechos que orbitaron sobre él.

En 2019, en varios pasajes, el PSOE apuntaba que "abordaremos el conflicto de convivencia en Cataluña impulsando el diálogo entre catalanes y, también, entre el Gobierno de España y la Generalitat, siempre dentro de la Constitución y del Estatuto de Autonomía". Ahora, no hay una sola frase para seguir avanzando por este camino. La cita del 23J no se presenta fácil para Sánchez pero si existe una oportunidad de continuar en la Moncloa pasa por reeditar la actual mayoría parlamentaria con Bildu y ERC.