ELECCIONES 28M

¿Por qué el voto no vale lo mismo en todas las provincias en España?

El sistema electoral español presenta una desigual representatividad territorial debido a su sistema de circunscripciones

Papeletas electorales en una mesa de un centro votación en Pamplona en las elecciones de 2019.

Papeletas electorales en una mesa de un centro votación en Pamplona en las elecciones de 2019. / EFE

H.G.

El sistema electoral español busca aunar la representación proporcional y la territorial, lo que puede resultar en que el valor del voto no sea igual en todas las provincias. Para garantizar ambas representaciones, se utiliza la Ley D'Hondt para asignar los escaños, además de existir un umbral mínimo del 3% de votos válidos a nivel nacional y por circunscripción.

En España, se utiliza un sistema de circunscripciones provinciales para la elección de diputados en el Congreso de los Diputados, que es la cámara baja del parlamento español. Cada provincia tiene asignado un número fijo de escaños, independientemente de su población. Esto significa que provincias con poblaciones más pequeñas tienen un número proporcionalmente mayor de escaños en comparación con su población, mientras que provincias con poblaciones más grandes tienen un número proporcionalmente menor de escaños en comparación con su población.

Cómo funciona el sistema

  • Para determinar los 350 diputados del Congreso se establece, según la normativa vigente, una división territorial en 52 circunscripciones: las 50 provincias españolas más Ceuta y Melilla.
  • Cada circunscripción tiene asignado un determinado número de diputados: uno Ceuta, uno Melilla y un mínimo de cada por provincia. Esto supone un total de 102 escaños. Los 248 restantes se reparten de manera proporcional a la población. En el caso de Euskadi, Bizkaia cuenta con 8, Gipuzkoa con 6 y Álava con 4.
  • Se desestiman aquellas candidaturas que no hayan superado el 3% de los votos totales. Entre las restantes, se divide el número de papeletas obtenidas por cada lista por 1, 2, 3... hasta un número igual al de los escaños de la circunscripción.
  • Los escaños se atribuyen a las candidaturas que obtengan los cocientes mayores en el cuadro.

Esto puede resultar en una disparidad en el valor del voto, ya que en provincias con menor población, el voto de un ciudadano puede tener más peso en la asignación de escaños, mientras que en provincias con mayor población, el voto de un ciudadano puede tener menos peso. Esto se debe a que la asignación de escaños se realiza con base en la población de cada provincia y no en el número de votos emitidos.

A modo de ejemplo, los residentes en Soria, que es la provincia menos poblada, votan para elegir dos diputados, mientras que los de Madrid (la más habitada) lo hacen para escoger a 36. La consecuencia es que en la capital española para lograr un escaño cada partido necesita muchos más votos que en otras circunscripciones. Por tanto, el valor de cada papeleta en una provincia pequeña es proporcionalmente mayor.

Algunos defensores de una mayor igualdad en el valor del voto abogan por reformas en el sistema electoral español para abordar esta disparidad y asegurar una representación más proporcional en el parlamento en función de la población. Sin embargo, cualquier cambio en el sistema electoral requeriría un consenso y una reforma legislativa en España.