FÚTBOL

En Bolivia querían jugar al fútbol a 4.083 metros de altitud y al final lo han conseguido: "Se juega donde se vive"

El Always Ready boliviano ha conseguido los permisos para disputar sus partidos de la Copa Libertadores en el estadio Villa Ingenio, el más alto del planeta, lo que puede repercutir en cansancio y vómitos de los contrincantes

Leo Messi ya manifestó sus problemas jugando a 500 metros menos, en La Paz: "La estrategia era aguantar"

Los jugadores del Always Ready celebrando un gol ante el Sporting Cristal

Los jugadores del Always Ready celebrando un gol ante el Sporting Cristal / LUIS GANDARILLAS/EFE

Isabel Guillén

Isabel Guillén

¿Se puede jugar un partido de fútbol a 4.083 metros de altitud? Bueno, sí, lo que es poderse, evidentemente se puede. Ahora bien, ¿se debe? Hasta ahora, al Always Ready boliviano se le negaba el derecho, en la Copa Libertadores, la Champions de Sudamérica, a hacer lo que todos los equipos del mundo hacen, jugar sus partidos como local en su propia ciudad, en este caso El Alto, concretamente en el estadio Villa Ingenio. El argumento tenía que ver con la salud, con las condiciones extremas a las que un deportista expone a su cuerpo a semejante altitud, superior a la del Teide, el techo de España con 3.715 metros de altitud. El Always Ready, bajo el lema "Se juega donde se vive", llevaba años reivindicando su derecho a jugar a más de cuatro kilómetros sobre el nivel del mar. Y, al final, lo ha conseguido.

Antes de que se iniciase la Copa Libertadores de este año, una comisión de la Conmebolvisitó la zona para hacer la verificación del cumplimiento de los requisitos para los partidos internacionales. El escenario, con una capacidad para 25.000 personas, está al norte de La Paz, muy cerca de la cordillera de los Andes, y durante los últimos cinco años se convirtió en el fortín del que es conocido como 'El Millonario', que regresó en 2019 a la División Profesional boliviana tras 24 temporadas en categorías inferiores. Así, tras la aprobación de la entidad sudamericana, el Always Ready ha conseguido jugar por primera vez en su casa y ante su hinchada. El debut fue el pasado 20 de febrero, ante el Sporting Cristal de Perú, en el que los bolivianos golearon (6-1) a los celestes, que quedaron abatidos tras el partido, lo que reabrió un debate ya afianzado en toda Sudamérica: ¿Qué peligro tiene jugar a más de 4.000 metros de altura?.

El estadio más alto del planeta

Desde que el Always Ready regresó al fútbol profesional en 2019, el equipo alteño participó en tres ocasiones en la competición internacional (2021, 2022 y 2023), pero siempre utilizó el Estadio Hernando Siles a 3.650 metros sobre el nivel del mar, en La Paz. Dicho estadio, a 500 metros menos de altura que el Estadio Villa Ingenio de El Alto, ya contaba con un historial polémico, al albergar partidos de la selección boliviana. El propio Leo Messi explicó que vomitó en el descanso en un partido en el que Bolivia goleó a Argentina por 6-1 en las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica 2010. En aquel encuentro, Di María necesitó oxígeno y los jugadores se quejaron por "las condiciones insalubres" del estadio de La Paz.

El once titular del Always Ready en el partido ante el Sporting Cristal

El once titular del Always Ready en el partido ante el Sporting Cristal / LUIS GANDARILLAS/EFE

Sin embargo, el Always Ready y los habitantes de El Alto comenzaron una lucha institucional para conseguir jugar en su ciudad. Si todos jugaban donde vivían, ¿por qué ellos no? Los ciudadanos y los millones que llegaron por parte del ayuntamiento de la ciudad. Así, la alcaldesa de El Alto explicó que se invirtieron 12 millones de bolivianos (1,6 millones de euros) para dejar el campo en el mejor estado posible, lo que incluía una mejora de las luces, el sistema de sonido, una pantalla gigante, las mejoras en los vestuarios, los bancos de suplentes y el túnel de acceso.

Todo ello con el objetivo de recuperar la hegemonía futbolística que ostentó en la década de los 50, ayudados por la mejor de sus aliadas: la altura. "Se da la posibilidad de que pueda jugar en una ciudad donde existe más de un millón y medio de habitantes, un estadio que cuenta con todos los requisitos y capacidad técnica para cumplir con lo que exigen FIFA y Conmebol", explicó a 'Reuters' Adrián Monje, director de competencias de la Federación Boliviana de Fútbol.

La falta de oxígeno supone un partido de "13 contra 9"

"Si ellos pueden, el resto también", es el argumentario en el que se basan los futbolistas bolivianos. Sin embargo, la opinión de los preparadores físicos y médicos es unánime: "Es insano jugar allí". En esta línea, que un futbolista no preparado juegue a estas alturas supone un riesgo "real y evitable". Tanto es así que en 2019, el árbitro Víctor Hugo Hurtado sufrió un infarto mientras dirigía un partido en este estadio frente a Oriente Petrolero y acabó falleciendo. Aunque el informe médico descartó que hubiese muerto como efecto de la altitud, su muerte avivó el debate sobre jugar en estas alturas.

El problema es que, a medida que aumenta la altitud, la presión atmosférica es menor y, por tanto, la presión arterial del cuerpo también es menor. "El cuerpo entra en un estado de hipoxia, que significa que a las células les falta oxígeno, los vasos sanguíneos tienen mayor calibre y la sangre circula más fácilmente. Sería como una especie de dopaje en sangre natural, sí, para los que entrenan ahí a menudo, claro, porque aumentan los glóbulos rojos en sangre y entonces esa sangre transporta más hemoglobina y, por tanto, más hierro", explica un médico del Hospital Morales Meseguer de Murcia.

Vista panorámica del estadio Villa Ingenio de El Alto

Vista panorámica del estadio Villa Ingenio de El Alto / Twitter @Spfcsinceridade

Habla del dopaje con sangre, un procedimiento en el cual se reintroduce sangre producida por un atleta durante un entreno con mucha altitud para que su sangre esté "más oxigenada". Por ello, a los futbolistas que vienen de jugar en otros estadios les puede causar "dolor de cabeza, cansancio, náuseas o pérdida de apetito y, en casos más graves, dificultad respiratoria e incluso desmayos, aunque no es lo normal en deportistas de élite. Sí que sería una contraindicación en caso de que las personas sean hipotensas o que tengan algún problema cardíaco", analiza.

La explicación científica refuerza las quejas de los jugadores que se han visto sobrepasados tras jugar en estas condiciones. "Evidentemente, el equipo visitante va a notar más cansancio porque tiene una menor capacidad aeróbica, es como si jugara con dos o tres jugadores menos, y el local, si está acostumbrado, va a notar una superioridad a nivel de resistencia y velocidad, como si tuviera a dos más", explica el doctor.

"La estrategia es aguantar"

"Personalmente, creo que es imposible jugar ahí, la estrategia era aguantar y lo hicimos a duras penas", confesó Leo Messi al término de un partido en La Paz (a 500 metros menos). "Es insalubre jugar en la altura", dijo el portero Augusto Batalla, del equipo argentino Atlético Tucumán en 2018.

La misma línea siguió Fernando Signorini, expreparador físico de Diego Armando Maradona y de la selección de Argentina, que explicó en el canal de Youtube de Diego Yudcovsk que "cuando viajaba con la selección argentina a Bolivia, ante mi pregunta de por qué no se jugaba en otro estadio de menor altura, la respuesta del responsable de la Federación Boliviana es que se reservaban el derecho a jugar donde mayor perjuicio o daño le causara al adversario. Le dije que eso atentaba contra los principios del deporte, que de acuerdo a lo que él decía, Argentina podía jugar en la Base Marambio [en la Antártida] a 30 grados bajo cero y que ellos no podrían ni siquiera bajar del avión". Signorini, uno de los más críticos en este debate ya se reafirmó en unas declaraciones en 2017 a Radio La Red: "Lo que dije en su momento lo repito con más énfasis: un futbolista puede morir en altitud. Y lo grave es que nadie está dispuesto a tomar ninguna medida".

Messi se marea en un partido en La Paz, en Bolivia

Messi se marea en un partido en La Paz, en Bolivia / Juan Karita/AP

La Paz, icono boliviano, lleva décadas en el epicentro de una ola de críticas y acusaciones cruzadas, que los responsables esquivan argumentando que 'se juega donde se vive'. Por suerte o por desgracia, ha nacido una nueva sede aún más polémica, el estadio de El Alto, a 500 metros más de altura. Este miércoles, con una camiseta idéntica a la de River, el Sporting Cristal intentará remontar los cinco tantos de la ida, en el que se mostraron inconexos y lentos en sus movimientos. Enderson Moreira, su entrenador, indicó tras el partido que estaban "muy cansados y decepcionados con lo que sucedió". Enfrente estará el Always Ready, siempre listos para enfrentarse a cualquiera. Con la ventaja que traen tras jugar en casa, con sus 13 jugadores. O 14.