FÚTBOL: FINAL DE LA COPA DEL REY

El prestigio del Real Madrid frente al orgullo de Osasuna

Los pamplonicas apelan al coraje ante un rival en el que se habla más del futuro de Ancelotti o de la Champions

Benzema, Ancelotti, Arrasate y David García posan en la foto con la Copa.

Benzema, Ancelotti, Arrasate y David García posan en la foto con la Copa. / Pablo García/RFEF

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

Real Madrid y Osasuna competirán este sábado (22:00 horas, estadio de La Cartuja) por un título con diferente significado para ambos. Los rojillos, que buscan estrenar su palmarés tras 103 años de historia, viven una etapa dulce con un entorno tranquilo e ilusionante a las órdenes de un hombre de la tierra, Jagoba Arrasate. Enfrente emerge el Real Madrid de Carlo Ancelotti, quien busca cerrar el círculo completando en tan solo dos temporadas la consecución de todos los títulos posibles de club con esta Copa.

Clima enrarecido

Aterriza el Madrid con un ambiente enrarecido en el que se habla más de candidatos a suplir al italiano, al que se le ha desinflado el equipo en Liga, y de las semifinales de Champions que les medirán al Manchester City de Guardiola y Haaland a partir del próximo martes. Una competición, la Copa, que ha sido denostada en los últimos tiempos por los blancos, que solo han ganado dos títulos en los últimos 23 años y han acumulado sonados tropiezos como el Centenariazo en 2002, el estrepitoso fiasco ante el Zaragoza en 2004 o el Atleticidio en 2013 en el Bernabéu ante los de Simeone.

Ancelotti, cuyo discurso sobre el césped de La Cartuja a los jugadores fue más largo de lo habitual, ponía el acento en ello en la sala de prensa: "Siempre pienso y le digo a los jugadores que puede ser la última final que jueguen y hay que salir a disfrutarla. Podemos cerrar un círculo muy bonito ganando todo en dos temporadas". También habló de su futuro, enviando un mensaje a navegantes: "Mi futuro está muy claro, tengo contrato hasta 2024".  

Carlo Ancelotti.

Carlo Ancelotti. / EFE

El Madrid es favorito pese a que en los últimos partidos ha perdido todo su crédito defensivo. Advertía el técnico italiano que su equipo solo podrá optar a pelear por los títulos si hay "compromiso defensivo" y en los últimos partidos ha faltado. Los blancos han recibido ocho goles en tres partidos (cuatro del Girona, dos del Almería y dos de la Real Sociedad). Con Alaba recién salido de su tercera lesión de esta temporada, con Militao señalado por el propio Ancelotti ("Tiene que despertarse... pronto"), con Carvajal expulsado en Donosti para coronar una temporada horrible y parcheando el carril izquierdo con Camavinga y Nacho, las expectativas son inquietantes. Hasta Courtois parece haber perdido su aura.

Modric, arriesgar sin forzar

Para este encuentro, es duda Modric, que se ha recuperado, pero no se quiere arriesgar con él teniendo los dos partidos ante el City en diez días. Si no juega, Kroos podría estar acompañado de Valverde y Ceballos. Arriba Rodrygo ha dado un puñetazo en la mesa y es indiscutible junto a Vinicius y Benzema. Potencial ofensivo le sobra, pero defensivamente es un equipo perezoso. 

Osasuna, por su parte, llega con la ambición disparada y sin renunciar a nada. Su capitán, el flamante internacional David García, no esconde que "he soñado con levantar la Copa. Vi la anterior en el Calderón desde la grada con 11 años y ahora queremos dar una alegría a la afición". Arrasate cuenta con la baja del lateral derecho Nacho Vidal, que tiene dañado el aductor largo de su pierna izquierda, y todo apunta a que su sustituto será Jon Moncayola. Tampoco estará Brasanac. 

Los jugadores de Osasuna celebran un gol en El Sadar.

Los jugadores de Osasuna celebran un gol en El Sadar. / EFE

Osasuna quiere "alargar" el partido

Los rojillos tienen claro, como advertía su técnico, que sus opciones pasan "por hacer largo el partido al Madrid. Exigirles y hacerles el partido incómodo. Pero no será fácil". A los de Ancelotti no les atrae la idea, ya que el martes les espera el City y no quieren llegar muy exigidos por la Copa. Osasuna ya ha jugado cuatro prórrogas en esta Copa y no le importaría jugar una quinta. "Es importante que no se acabe pronto y hacer el partido largo. Si podemos llegar a los penaltis tenemos un punto a favor con nuestros porteros", añadía David García. 

Si la defensa es el punto débil del Madrid, Osasuna puede presumir de ser un equipo inabordable. El conjunto de Arrasate es el único equipo de las cinco grandes ligas de Europa que no ha encajado ni un gol en la primera mitad de sus partidos en este 2023. Y mucha culpa de ello la tienen sus porteros, Sergio Herrera y Andrés Fernández. Jagoba ha rotado a ambos durante la temporada, pero todo apunta a que en esta final estará Herrera, quien además guarda una significativa estadística con Karim Benzema, al que le ha parado tres penaltis a lo largo de su carrera, dos en un mismo partido. El osasunista es un especialista a la hora de detener penaltis, exhibiendo una estadística llamativa: a lo largo de su carrera le han lanzado 33 (sin contar tandas de penaltis), parando 10. Un 33% de efectividad. Dato importante si el partido se resuelve en la tanda, como la pasada temporada ocurrió entre el Betis y el Valencia.

Incluso las cábalas están del lado de la entusiasta afición rojilla. Siempre que ha ganado la Liga el Nápoles, ha perdido un equipo de Madrid la final de Copa. Lo hizo el Madrid contra el Barça en la 89-90, le ocurrió lo mismo al Atlético ante la Real Sociedad en la 86-87 en los penaltis y aún están encendidos los rescoldos de la fiesta napolitana que ganaba este miércoles el scudetto por tercera vez. El Real Madrid se juega cerrar el círculo. Osasuna coronar su historia.