MOVILIZACIÓN ARTÍSTICA

El pabellón de Israel en la Bienal de Venecia permanecerá cerrado por su artista mientras no se declare un alto el fuego en Gaza

La gran cita del arte internacional arranca el próximo sábado

La protesta coincide con otras movilizaciones del mundo de la cultura en contra de la política de guerra israelí, como la que sacude estos días el próximo festival de Eurovisión

Los jardines y el pabellón central de la Bienal de Venecia.

Los jardines y el pabellón central de la Bienal de Venecia. / Cedida

Redacción

El pabellón de Israel en la Bienal de Arte de Venecia, que arranca este sábado 20 de abril, permanecerá cerrado por su artista y sus comisarios mientras no se alcance un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamas, según ha publicado este martes The New York Times. En declaraciones al diario neoyorquino, la artista Ruth Patir, elegida para representar a su país en el que es uno de los mayores eventos del arte internacional, ha reconocido que "odia" tener que renunciar a la muestra en la que lleva trabajando durante meses y al excepcional escaparate que supone exponer en la Bienal, pero ha afirmado que “es importante hacerlo”. Lo que sucede en Gaza “es algo mucho más grande que yo”, ha reconocido, admitiendo que cerrar el pabellón es la única forma en que ha podido actuar para tratar de que la situación cambie en su país.

Este martes, cuando las puertas de la Bienal se abren para una visita de la prensa, el pabellón israelí permanecerá cerrado y con un cartel en la puerta en el que se puede leer: “El artista y los comisarios del pabellón de Israel abrirán la exposición cuando un acuerdo de alto el fuego y de liberación de rehenes sea alcanzado”.

Precisamente este año, y bajo la dirección del comisario brasileño Adriano Pedrosa, la Bienal tiene un contenido más combativo que nunca, con el título Stranieri Ovunque – Foreigners Everywhere (Extranjeros por todas partes) y un especial énfasis en temas como la migración, el racismo, la identidad de género, la ecología o la descolonización.

Carta abierta de protesta

El pasado febrero, una carta abierta promovida por el colectivo Art Not Genocide Alliance (ANGA, Alianza por el arte, no el genocidio), y firmada por más de 14.000 artistas y trabajadores culturales, pidió la exclusión de Israel de la cita artística que se celebra en la ciudad de los canales entre abril y noviembre, alegando que “cualquier trabajo que represente oficialmente al Estado de Israel es un respaldo a sus políticas genocidas”. Entre los firmantes estaban el ganador del último premio Turner, Jesse Darling, además de artistas como Joanna Piotrowska, Nan Goldin, Michael Rakowitz o Leila Sansour, Yto Barrada o Hannah Black.

Días después, el ministro de cultura italiano, Gennaro Sangiuliano, afirmaba que Israel participaría en la Bienal, condenando la carta abierta y expresando que “mi más profunda solidaridad y cercanía son para el estado de Israel, sus artistas y sus ciudadanos. La Bienal de Venecia será siempre un espacio de libertad, encuentro y diálogo y no un espacio de censura e intolerancia. La cultura es un puente entre los pueblos y las naciones, no un muro divisorio”. Unas declaraciones a las que ANGA replicó diciendo que “la cultura no es un ‘puente entre pueblos y naciones’ cuando una nación está involucrada en la eliminación de otra… La libertad de pensamiento y la expresión creativa solo están amenazadas cuando los artistas dan la espalda a la realidad”.

El proyecto de Ruth Patir para el pabellón de Israel en la Bienal de Venecia se titula Pabellón de la fertilidad y está centrado en la maternidad contemporánea. Sus comisarios Mira Lapidot y Tamar Margalit, consultados por el medio Art News cuando se hizo pública la carta abierta contra la participación de su país en la bienal, se declararon “horrorizados” por los ataques de Hamas del 7 de octubre, pero también expresaron que “nuestro inmenso dolor se mezcla con nuestra profunda preocupación sobre la creciente crisis humanitaria en Gaza, y se extiende a la trágica pérdida de visas allí y lo que todavía está por venir”.  

El de la Bienal de Venecia no es el único episodio en el que artistas y personalidades de la cultura se movilizan para excluir a Israel de participar mientras dure su actual política de guerra en Gaza. Son numerosas las voces que se oponen a que la israelí Eden Golan tome parte en el festival de Eurovisión, que se celebra a principios de mayo, con un buen número de países llamando al boicot del concurso si esta finalmente se produce. La Unión Europea de Radiodifusión sigue defendiendo sus razones para permitir la participación de Israel. Eventos de relevancia internacional como los Oscars o los Grammy, o nacionales como los premios Goya, han sido testigos de las protestas de muchos de sus participantes, trasladando mensajes o exhibiendo eslóganes en favor del alto el fuego y de una Palestina libre.