La nueva Andalucía de Califato ¾: “En este disco reivindicamos otro futuro para nuestra tierra”

Tres años después de la publicación de La Contraçeña, Califato ¾ edita nuevo disco: Êcclabô de Libertá, escrito en la ortografía extraoficial andaluza EPA. Un álbum trufado de colaboraciones como Lole Montoya, Perrate, Pepe Begines (No me pises que llevo chanclas), La Plazuela, o Carmen Xía, entre muchos otros. 

A los integrantes del grupo de Califato ¾ no les preocupa que su mensaje sea tan marcadamente identitario, ni que el público considere que solo quieren llegar a los andaluces: “Somos periferia, cantamos las alegrías y las penas de la gente, al final son arquetipos que pueden calar en cualquier persona, sean gallegos o catalanes. Lo mismo que pasa aquí, pasa en un pueblo de Galicia”, sostienen. 

Manuel Chaparro, Esteban Espada, Lorenzo Soria y Sergio Ruiz admiten estar nerviosos después de haber estado muchos meses encerrados en el estudio, tiempo en el que han aparcado los conciertos y han estado concibiendo las catorce canciones que conforman este LP. “Está todo basado en una supuesta nueva Andalucía tras el colapso de la vieja. Una tierra expoliada con menos recursos naturales, con sequías, sin minerales. Buscamos un nuevo lugar donde prosperar, donde haya esperanza”, cuenta Chaparro. “Recuperamos cosas del pasado y reivindicamos un nuevo futuro para nuestra tierra”, abunda. 

Flamenco, electrónica, y marchas de Semana Santa

Êcclabô de Libertá profundiza en el particular estilo mestizo de una banda que ha sabido dar con la fórmula del éxito combinando flamenco, electrónica, marchas cofrades, rap y mucho influjo de músicas del mundo de herencia árabe y balcánica, e incluso latina. Un gazpacho andaluz “retrofuturista”, como ellos mismo lo han definido, una suerte de nuevos cantes de ida y vuelta de este siglo de Andalucía al mundo (y al espacio), en el que cuentan con un elenco de colaboraciones tan eclécticas y diversas como la de Pedro Vera y la Banda del Santísimo Cristo de las Tres Caídas en la última canción, Çilençio. 

“El pueblo quería otro Crîtto de lâ Nabahâ”, apunta Espada. Se refiere a su ya famosa mezcla breakbeat de la marcha procesional Eternidad, la composición de Sergio Larrinaga, interpretada por la Banda Rosario de Cádiz, que ahora protagoniza la nueva campaña de la marca Andalucía de la Junta. “Y como el pueblo quería eso, pues se nos ocurrió plantearle a Julio Vera, el Paco de Lucía de la Corneta, si nos dejaba usar esta remezcla de Silencio Blanco. Ten en cuenta que Silencio Blanco es el emblema semana santero de referencia. Si un niño tararea una marcha, es esa”, explica. 

 “En las canciones hay de todo, hay fiesta y hay temas más para dentro de siete minutos, como Libre Çoy, en la que canta Lole”, añade Lorenzo Soria. “Por ejemplo, Pintora, el tema con La Plazuela y Andrea Santalusía, en el que homenajeamos la electrónica más pop de los 2000, y perfectamente pueden sonar en Los 40 de Algeciras”, aclara Espada entre risas. 

Respecto a los cortes más flamencos, se atreven con palos como las seguiriyas, las soleares, los tarantos o los tangos de Jerez. Todo ello gracias a las colaboraciones, pero también a una intensa labor de investigación del pasado: “Los tangos, por ejemplo, tienen un poema de Miguel Romero Esteo, un dramaturgo del teatro de posguerra que dinamitó los tópicos andaluces. Se reían de él en Madrid, lo ningunearon, pero en sus obras está todo el lenguaje y la psique del pueblo andaluz”, aseguran. 

Lorenzo Soria se detiene en que “currar con Lole, currar con Perrate... aprendemos una barbaridad”. “Nosotros estamos en el estudio como esponjas, aprendiendo cómo hacen ellos sus movidas, cómo suenan, cómo cantan”. “También escuchamos muchísima música de Marruecos, de Líbano, Turquía, Egipto, de La India”, añade Sergio Ruiz. “Al final las marchas de Semana Santa beben de la música Mediterránea, ahí está la conexión”, apostilla su compañero Espadas, en la misma línea. 

Y para muestra, un botón. El impresionante videoclip estrenado este miércoles de Libre Çoy, la canción en la que participa Lole Montoya, protagonizado por la actriz Alba Flores. Una especie de romería distópica y desértica, su particular Mad Max andalusí en la que también se incluye la voz del escritor Antonio Manuel.

La romería distópica de Califato ¾

Êcclabô de Libertá es un trabajo autoeditado en vinilo por su cooperativa, Alpexín, y con una ingeniosa portada que emula a una placa de la Pioneer a la andaluza. Es su particular homenaje a la placa metálica con un mensaje de la tierra que Carl Sagan envió al espacio desde Cabo Cañaveral en los años 70. 

“Vamos a intentar que esta placa andaluza pueda viajar al espacio en el cohete Miura. Esperamos que se pueda”, matiza Lorenzo Soria. El círculo de fechas simbólicas, tras la salida de su nuevo videoclip el 28-F, se cerrará el próximo 2 de marzo, con el concierto con mayor aforo que han dado hasta el momento en el Cartuja Center CITE, en Sevilla. La misma fecha en la que se envió al espacio la placa de Sagan. Después, ese mismo mes, les esperan conciertos en Barcelona y Madrid. En el directo, a la dirección musical está el músico chileno afincado en la capital andaluza Sebastián Orellana, y un amplio elenco de artistas al cante, el toque y las palmas. 

Hay muchas señales, simbología, cierta mística, distopía, y ciencia ficción en el ambicioso trabajo de estos músicos. Son punta de lanza de ese nuevo andalucismo cultural de la generación Z, el que retrata Jesús Jurado en su libro La Generación del Mollete (Lengua de Trapo). Son capaces de reírse de su sombra. Se divierten al recordar que muchos les llaman "Califato tres cuartos", porque no caen en que su 3x4 es por el compás. Lejos de quedarse en el sainete, su música se ancla en el compromiso con la gente de los barrios, los curritos, los que "lloran por alegrías", como dice su canción, De la Frontera.