DANZA CONTEMPORÁNEA

María Ribot, coreógrafa: "La política cultural en la Comunidad de Madrid es una broma de mal gusto que deja a la creación emergente en pelotas"

La veterana presenta en España 'DIEstinguished', su nuevo trabajo dentro de sus 'Piezas distinguidas', mientras prepara una exposición, el estreno de una película y otras presentaciones

La bailarina y coreógrafa María Ribot que presenta en España 'DIEstinguished', la pieza 58 de sus 'Piezas distinguidas'.

La bailarina y coreógrafa María Ribot que presenta en España 'DIEstinguished', la pieza 58 de sus 'Piezas distinguidas'. / Ahmad Mohammad (CEDIDA)

Ángeles Castellano

Ángeles Castellano

María José Ribot (Madrid, 1962), conocida como La Ribot, es una bailarina y coreógrafa de danza contemporáneaque ha destacado en su carrera por difuminar las fronteras entre disciplinas (sacar la danza del teatro y exponerla en un museo o galería de arte, fusionar géneros en el escenario, etc). Atiende a este diario por teléfono desde Ginebra, donde reside. Dice estar en un momento de mucho trabajo, con varios proyectos en marcha por mostrar en España y muchos compromisos que atender. Se muestra nerviosa por la charla: "Soy un poco maniática. Acceder a una entrevista es también tener una voz pública". Así que quiere explicarse bien.

La primera visita de las muchas que hará este año a España es con una de sus Piezas distinguidas, DIEstinguished, la que hace la número 58, una obra que se mostró por primera vez en 2022 pero nunca se ha hecho en España, y que estrenará el 2 de febrero en los Teatros del Canal de Madrid -también se representa el 3- y más tarde, en abril -del 10 al 14-, en el Teatre Nacional de Catalunya.

'DIEstinguished', pieza 58 de las 'Piezas distinguidas' de La Ribot Ensemble que se estrena el 2 de febrero en España.

'DIEstinguished', pieza 58 de las 'Piezas distinguidas' de La Ribot Ensemble que se estrena el 2 de febrero en España. / Ahmad Mohammad (cedida)

P. DIEstinguished es la pieza número 58 de las Piezas distinguidas. ¿Qué propone?

R. Son varias cosas. DIEstinguished es una pieza que contiene en sí misma otra pieza que es La bola. Es una saturación teatral de la bola, un principio coreográfico a partir de un trío que se hacen bola y que se van transformando continuamente cuando va a través del espacio y el tiempo, evidentemente cogiendo objetos de la vida cotidiana. La idea aquí es exagerar ese principio y saturarlo en un espacio teatral. Y además incluyo todo el trabajo que llevo haciendo mucho tiempo sobre la danza vista desde la perspectiva del cuerpo del que baila a través del vídeo, con la intención de hablar de la experiencia de la danza más que de la forma de la danza. ¿Qué quiere decir esto? Pues que los bailarines llevan cámaras y los espectadores en las pantallas de sus propios móviles también ven ese esa experiencia. En esta ocasión son diez bailarines en escena de mi compañía. Al principio la idea era contar con gente local, pero sufríamos mucho porque no nos daba tiempo de trabajarlo, la parte de vídeo es más compleja.

P. Las Piezas distinguidas comenzaron en los 90 y le sirven para abordar las cuestiones políticas que más le preocupan. Echando la vista atrás, ¿cómo han evolucionado esas cuestiones? ¿Siguen siendo las mismas?

R. Yo no veo tanto cambio, sigue siendo igual: la cuestión sobre las jerarquías o la desjerarquización de las cosas sigue igual, la proposición interdisciplinar o multidisciplinar es la misma... Lo que pasa es que tengo más medios y ya está, tengo más edad, sé más cosas, pero en realidad sigue siendo lo mismo. No me da tiempo en una vida a plantear muchas cuestiones diferentes. Se van añadiendo cosas y se va añadiendo complejidad, porque en el fondo vas comprendiendo mejor las cosas y y las cuestiones van siendo más grandes y en otra dimensión, pero siguen siendo las mismas cuestiones.

P. Ha sido pionera en derribar los géneros incorporando otras artes a la danza y moviendo a otros espacios, como galerías de arte, sus creaciones. ¿Cree que ha creado escuela, viendo el trabajo de compañías como La Veronal?

R. Pues me encanta que me digas eso, porque lo que hago tiene que servir para eso, para que se vaya transformando la realidad. Yo desde luego me baso en muchísimos artistas y estoy inspirada en los muchos artistas que han sido mayores que yo. Aunque más que una escuela, prefiero pensar que soy una inspiración.

P. ¿Cómo ve el momento que viven las artes escénicas?

R. Es una pregunta muy difícil. Yo creo que hay algo mucho más interdisciplinar, hay muchas menos fronteras. Es verdad que las jerarquías, se puede decir así, se han aplanado. Yo creo que los artistas siempre tenemos que ser más transversales, porque es ahí donde se ponen en cuestión las normas, la jerarquización del poder y dónde está el poder y qué es lo que nos obliga a hacer.

P. Está afincada en Suiza desde hace muchos años, aunque fue en parte por motivos personales. ¿Piensa alguna vez en establecer la compañía de nuevo en España? ¿Qué circunstancias deberían darse para que esto ocurriese? ¿Es una cuestión personal?

R. Bueno, en este caso, lo personal es político. Yo me voy hace 30 años a vivir a Londres, y luego a Suiza y desde luego encuentro muchas más cosas que no podía encontrar en España. Entonces todo lo personal se convierte en político y al revés, y va cambiando. Me parece que son unos héroes los artistas españoles que pueden vivir ahí. En cambio yo aquí he encontrado lugar, me han adoptado y he encontrado medios para trabajar y amor, muchísimo amor a lo que hacemos. Y eso yo no lo tenía hace 30 años en España, y no de esta manera. Eso no quiere decir que yo me desvincule de España, es decir, hay muchísima gente estupendísima, muchísimas instituciones y artistas y galeristas con los que trabajo y he trabajado en en España. Mi mundo, como si dijéramos, no se cierne a un país, sino que realmente atravieso el tiempo y el espacio.

P. ¿Está al corriente de las políticas culturales en España? ¿Qué le parece la nueva estructura de los Teatros del Canal de Madrid?

R. Claro que estoy al corriente, las tengo presentes y me parecen muy importantes, que cambian el territorio cultural. En este caso concreto de los Teatros del Canal y la Comunidad de Madrid, de cómo gestiona la política cultural, pues a mí me parece que cómo le puedes dar la dirección a tres o cuatro señores muy mayores, que ya tienen sus carreras hechas y además la gerencia de todo eso es para alguien que no sé por qué tiene que esta, yo no estoy nada de acuerdo. Son incoherencias que se hacen desde la política y la política cultural, que no tiene nada que ver con el territorio artístico y cultural de la ciudad o del país o de la región. No es coherente ayudar y apoyar, por ejemplo, la danza o las artes escénicas emergentes de una zona y luego poner en esa misma zona a dinosaurios del teatro. Todo eso a mí me parece de un absurdo que parece una broma, pero es una broma de muy mal gusto, que deja a toda la creación emergente en pelotas. Luego nos dicen que tenemos que escucharles lo que nos van a decir de cómo van a dirigir ese teatro. Pues vamos a escucharles, vale, pero mientras les escuchamos, a lo mejor ya se han perdido cuatro o cinco años. Y para la gente joven, esos cuatro o cinco años es mucho. Cuando hablábamos de por qué me voy a vivir a Londres, lo que busco es continuidad. No hay ninguna continuidad en España. A lo mejor en algunas autonomías, como en el País Vasco, a lo mejor Cataluña, lo hacen un poco mejor porque tienen una idea más de continuidad. Pero desde luego, en Madrid como comunidad, es una cosa muy tremenda que la política cultural esté tan unida a la política, porque tampoco está generando novedad. Y si quieres construir un discurso artístico necesitas una cierta continuidad y una cierta base. Es absurdo y además hace que directamente no haya territorio donde cultivar.

P. ¿Cómo valora el nombramiento de Paz Santa Cecilia como nueva directora del INAEM?

R. Ha sido una de las mejores noticias que podíamos haber tenido en la política cultural española. Es una de las primeras veces que un cargo público está dirigido por alguien que sabe de verdad lo que está haciendo, lo que está pasando, lo que ha pasado y hacia dónde quiere ir. Luego que lo pueda hacer o que vaya a poder cambiar todo lo que tiene que cambiar, eso ya es otra cosa. Además una decisión celebrada por toda la profesión. Yo he tenido más felicitaciones por el cargo de Paz casi que por mis cosas. Nos da esperanza de que algo se puede hacer con unas ciertas lógicas, buenas y simples, es decir, entender lo que es la política cultural. Son 40 años de profesión, se ha dedicado a la gestión cultural desde todos los puntos de vista, desde la independencia, desde las instituciones, desde los festivales, desde las asociaciones...

P. Además de las presentaciones en España de DIEstinguished, ¿tiene otros proyectos este año?

R. Sí. En septiembre estreno en el Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque una superproducción con una colaboración con OCAZEnigma y la Orquesta de Cámara del Auditorio de Zaragoza que hicimos el año pasado. Pero antes, en marzo, se estrena también la película en toda España El último baile, una película que hice con Delphine Lehericey, que es una realizadora suizo-belga. Y luego ya también ya, para rizar el rizo, hago mi segunda exposición en la galería madrileña Max Estrella, el 17 de febrero inauguramos.