Por qué a Vincent Price no le fue de miedo tras poner su voz al ‘Thriller’ de Michael Jackson

En el videoclip de Thriller, Michael Jackson viste su emblemática cazadora roja y camina en medio de la noche junto a la actriz Ola Ray. El ritmo lo marcan un bajo y un sintetizador que imprimen a la escena un sonido funk poderoso y pegadizo. Al pasar por un cementerio una niebla escurridiza envuelve lápidas y tumbas de las que empiezan a salir sus moradores. Brazos descarnados, esqueletos, calaveras, zombis zarrapastrosos más o menos enteros retornan del más allá y la tenebrosa y profunda voz de Vincent Price comienza a añadir a la tétrica escena el pavor narrativo y teatral que completa una escena terrorífica: “Darkness falls across the land, the midnight hour is close at hand…”. Esa narración forma parte de la historia y del éxito de la grabación de aquella canción del rey del pop, y también de los casi 14 minutos de imágenes de un videoclip revolucionó y cambió para siempre la industria musical.

Pero la historia de cómo un actor veterano, habitual en el género de películas de terror de bajo presupuesto, como Vincent Price llegó a dejar su huella en el disco más vendido de todos los tiempos tiene también un lado sombrío y describe el desencanto final de quien formando parte de ese enorme boom en ventas no se vio, a su entender, recompensado de una manera proporcional por su contribución a aquel éxito.

El estadounidense Vincent Price era en los 80 un reconocido actor con una densa filmografía a sus espaldas. En sus inicios de carrera había colaborado en el Mercury Theatre, la compañía fundada por Orson Welles en Nueva York. En 1944 protagonizó junto a Gene Tierney, el célebre filme Laura, dirigido por Otto Preminger. Apareció también en la superproducción Los diez mandamientos y trabajó al lado de, entre otros, Mario Lanza, Robert Taylor, Charles Laughton, Ava Gardner o Sara Montiel. Pero, paradójicamente, con los años, donde más repercusión tuvo su obra cinematográfica fue en el género de terror, protagonizando en la década de los 60 una serie de películas del director Roger Corman, muchas de ellas vinculadas a la figura u obra del escritor Edgar Allan Poe.

La grabación

En 1983, los californianos estudios de Westlake Recording, en Los Ángeles, la actividad es incesante. La presión también. El nuevo disco de Michael Jackson se encuentra en plena ebullición creativa, y para uno de sus temas, concebido inicialmente con el título de Starlight y compuesto por Rod Temperton, se ha pensado en incluir una parte narrada. Jackson, fanático de las películas de miedo, quiere darle un giro a ese tema musical y le pide a Temperton que le confiera un tono más oscuro y teatral. Quiere algo que cautive y entretenga, pero que también aterrorice.

Para empezar, Temperton cambia el título por Thriller, y comienza a pensar en quién podría prestar una voz tétrica a esa parte hablada de la canción. Alguien en ese hervidero musical sugiere que podría ser Alice Cooper, pero la actriz Peggy Lipton, casada por entonces con Quincy Jones, que está a los mandos de la producción del álbum, conoce a Vincent Price y pone su nombre sobre la mesa. Además, Lipton lo conoce personalmente y no tarda demasiado en tentarle. Price accede casi de inmediato. El actor recuerda a Michael de un encuentro en un show televisivo en los años 60 con los Jackson Five y conoce su éxito. Al saber que ya tienen a su narrador, Temperton se ve apremiado por Jackson y por Quincy Jones y escribe la narración en un taxi camino del estudio el mismo día en que está prevista la grabación por Vincent Price.

"Paranoia pecuniaria"

Llegado el momento, a este no le costó demasiado ofrecer lo que se esperaba de él. Temperton recordaba unos años después que Price sacó adelante su trabajo en sólo dos tomas y que todos en aquel estudio se quedaron asombrados de su determinación y solvencia. La cuestión es que no se conoce a ciencia cierta cuáles fueron los emolumentos que recibió el actor por esa colaboración. Una versión extendida da por hecho que Price percibió 20.000 dólares, aunque se dice que desperdició la ocasión de aceptar en lugar de esa cantidad fija un porcentaje sobre las ventas del disco. Sin embargo, el director del videoclip de Thriller, John Landis, aseguró en una entrevista en The Telegraph que Price sólo cobró alrededor de 1.000 dólares. Una cantidad irrisoria si se tiene en cuenta el montante que dejó (y sigue dejando) aquel tema, cuyo lanzamiento en Estados Unidos como sencillo tuvo lugar el 23 de enero de 1984.

En la biografía que Victoria Price publicó en 1999 sobre su padre ésta recuerda que el deseo de permanecer en la retina del público llevó al veterano actor a aceptar trabajos y colaboraciones de poca monta. Ese fue, quizá, el caso de Thriller. En el libro Vincent Price: A Daughter's Biography, Victoria describe a su padre como alguien obsesionado con los “problemas del dinero” y menciona su “paranoia pecuniaria”. Al comprobar el éxito de ventas del disco de Jackson, Price se arrepintió de no haber pedido más dinero por aquella colaboración. John Landis recordaba cómo el actor estaba indignado porque Michael no le cogía el teléfono. El músico de Indiana debió de imaginar el motivo de aquellas llamadas.

La hija del actor recuerda también una escena que vino a poner algo más sal en la herida: “Un día abrí la puerta de la casa de mi padre y encontré a tres personas del entorno de Michael Jackson. Venían a traerle un regalo: una carta de agradecimiento de Jackson y un gran marco con un póster del rey del pop y un álbum de oro y dos de platinos dedicados a Vincent Price. Cuando le llevé este regalo a mi padre él no supo si reír o llorar".

El precedente de Alice Cooper

En la revista Forbes, el cantante Alice Cooper recordaba cómo él había convertido en disco de oro a Vicent Price ya unos años antes de que Thriller viera la luz: “Le dimos su primer disco de oro. Antes que Michael Jackson. De hecho, se lo mencioné a Michael. Me aseguré de que Jackson lo recordara. Se echó a reír. Michael me dijo que consideraba que Thriller era una rama de Welcome to My Nightmare".

Welcome to My Nightmare era un disco conceptual de Alice Cooper editado en 1975 que describía la pesadilla de un niño. Vincent Price intervino en aquel trabajo discográfico añadiendo su voz a una narración en la canción The Black Widow. Y poco después participó también en la versión fílmica de aquel disco, una película que costó más de medio millón de dólares y que fue un auténtico fiasco en taquilla, aunque según Cooper sirvió para inspirar a Jackson a la hora de concebir y diseñar Thriller como videoclip.

Price siempre recordó su colaboración con Michael Jackson con algo de pesadumbre. A su muerte, en 1993, a los 82 años de edad, el actor estadounidense dejó una sustanciosa cantidad de dólares en su cuenta bancaria y una importante colección de arte, una de sus pasiones, que incluía entre otras muchas obras, dos cuadros de Dalí, y que hoy forman parte del Museo de Arte Vincent Price en el East Los Angeles College. Pero para varias generaciones su legado más importante fue aquel mítico monólogo con voz solemne y fantasmagórica que sonaba de fondo mientras los muertos vivientes recuperaban la verticalidad para completar después una coreografía que sigue siendo a día de hoy la envidia de muchos vivos: