Último adiós a Colita, la fotógrafa que retrató a la Barcelona del Barrio Chino y la 'gauche divine'

Colita, la gran cronista de la Barcelona de los años 60 y 70 a través de originales imágenes, falleció a los 83 años el último día de este 2023 rodeada de sus seres queridos y sin sufrir, tras ser intervenida a causa de una peritonitis. El funeral se celebrará en el Tanatorio de Les Corts este martes a las 16:30 horas aunque la capilla ardiente estará abierta a partir de las 11 de la mañana.

Nacida en Barcelona como Isabel Steva Hernández -aunque ella bromeaba diciendo que sólo Hacienda y la policía la llamaban así- Colita se marchó de joven a París a estudiar Civilización Francesa en la Universidad de la Sorbona. A su regreso bebió del oficio junto a los fotógrafos, y luego amigos, Oriol Maspons, Julio Ubiña y Xavier Miserachs, con los que trabajó en 1961 como laboratorista y estilista. Sin embargo, ella reivindicaba a Paco Revés, el descubridor de La Chunga, como su verdadero maestro. Fue quien la introdujo en la fotografía y le dio su primer trabajo remunerado (a 50 pesetas la foto). Aquel primer encargo, que consistía en tomar fotos de los gitanos que salían en la figuración de Los Tarantos (1963), de Francisco Rovira Beleta, significó para ella el descubrimiento del flamenco y el contacto con la bailaora Carmen Amaya, la segunda persona que le pagó por sus fotos. Se fue dos años a Madrid, con la promoción de Antonio Gades y La Chunga, donde gestó el libro Luces y sombras del flamenco (1975).

De vuelta a Barcelona, Colita fue la fotógrafa de los intelectuales y artistas de la gauche divine (sobre la que montó, en 1971, una exposición patrocinada por Boccaccio y el promotor Oriol Regàs que a los dos días fue clausurada por la policía), de la progresista y antifranquista Escuela de Barcelona de cine (con Vicente Aranda, Jaime Camino, Jacinto Esteva, Carlos Durán...) y de la Nova Cançó (con la discográfica Edigsa y con Guillermina Motta, Núria Feliu o Serrat ). Se diversificó en prensa trabajando como "fotógrafa periodista", como le gustaba definirse, en medios como Tele/expres, Fotogramas, Interviú y Cuadernos para el Diálogo, entre otros.

Libertad por bandera

A través del visor de su cámara también retrató desde la Barcelona del Barrio Chino a la de las chabolas. Y plasmó desde la lucha por los derechos y las libertades en la Transición democrática a la transformación de la Barcelona olímpica. Las noches de la Cúpula Venus donde fotografió a Christa Leem le interesaron tanto como la creación de la primera Asociación Profesional de Fotógrafos en nuestro país, en la que se involucró para defender los derechos del colectivo.

Gran defensora de la libertad con mayúsculas, feminista y de izquierdas, Colita destacó no solo como profesional de la fotografía, también por su carácter, su irónía, su inteligencia, su coherencia y su dignidad. Ha sido la única creadora que ha rechazado el Premio Nacional de Fotografía, dotado con 30.000 euros. Ocurrió en 2014. "La situación de la cultura y la educación en España es de pena", adujo entonces en una carta remitida al ministro del PP. "Señor Wert, no me apetece salir con usted en la foto", añadió la fotógrafa, que recibió todo tipo de felicitaciones por una actitud acorde con sus ideas pero perjudicial para sus intereses económicos.

Las fotografías en blanco y negro de sus comienzos desafiaron las normas establecidas. Con una mirada crítica y burlona Colita supo captar toda la vitalidad y diversidad de la Barcelona en los años 60 y 70, una época donde el arte y la provocación eran un vehículo formidable para enfrentarse a la censura franquista y la iglesia católica. Su último libro fue la reedición, por parte del Ayuntamiento de Barcelona en 2021, de Antifémina, una obra feminista con textos Maria Aurèlia Capmany que en 1977 fue censurada.

Gran retratista

Tenaz y autodidacta, entre sus retratos figuran grandes artistas como Orson Welles, Salvador Dalí, Montserrat Caballé, Rafael Alberti, Quino, Terenci Moix, Jaime Gil de Biedma, Mario Vargas Llosa, Camilo José Cela, Gabriel García Márquez, Juan Goytisolo, Ana María Matute, María del Mar Bonet, Lluís Llach, Pau Riba, Ovidi Montllor, Raimon, Jaume Sisa y Lola Flores. "El retrato es lo que más me gusta", confesaba en una entrevista. "La gente conmigo se relaja, porque sabe que juego a su favor, no me aprovecho de ellos, siempre saco a la persona a la que fotografío divertida, simpática, interesante y guapa y, si puedo, todo a la vez. Aunque si es un encargo y es una persona que no me gusta, voy a por ella, porque tú retratas a la gente como crees que es".

Colita deja tras ella un inmenso legado, un gran archivo que puede consultarse a modo de homenaje póstumo. Los más 50 libros que publicó y las más de 40 exposiciones que se le han dedicado dan muestra del talento de esta barcelonesa de pro cuya obra también forma parte de las colecciones del Museu Nacional d'Art Catalunya (MNAC) y del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

La fotógrada recibió importantes distinciones a lo largo de su carrera, entre ellas la Medalla al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Barcelona y la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya. Pero la última ha sido una de las que más ilusión le hizo: el homenaje que recibió en el Col·legi de Periodistes hace poco al otorgarle su máxima distinción, el premio Ofici de Periodista 2023 a su magnífica trayectoria. En el acto, celebrado en noviembre, se destacó "su dedicación ejemplar por los derechos de las mujeres y la igualdad de género" en referencia, entre otros, a su trabajo como directora de fotografía en la revista Vindicación Feminista. Muchas fotógrafas de otras generaciones para quienes Colita es un referente la arroparon. Colita ha muerto pero su legado permanece.