Los Perlas, tiros de rumba-punk

Entre los numerosos grupos que tiene o ha tenido Adrià Gual se encuentra The Kongsmen, especializado en versiones garajeras de canciones en las que salen monos. "Más de nicho es difícil", dice. La primera actuación de The Kongsmen fue en Sanlúcar de Barrameda una noche de verano al aire libre. Los músicos sudaron la gota gorda dentro de sus disfraces de gorila, con blazer de instituto estadounidense encima por si fuera poco. Aunque peor fue la gira invernal por Alemania, con las salas bien calefactadas. Al cabo de unos días los disfraces de gorila eran perfectos: también olían a gorila. Asimismo eran de nicho los bastante exitosos Los Soberanos, Los Walkysons, The Waldorf Astorias o The Fabulous Ottomans (con turbante, claro), y lo es The Excitements, infalible formación de rhythm and blues y soul que si no es la banda española que más ha actuado en Europa por ahí andará.

"Me gusta coger un género, estudiarlo e intentar aportar algo -explica Gual-. La idea principal siempre es pasarlo bien. Eso sí, con seriedad. No confundir con profundidad, como el otro día vi que se esforzaban por atribuirle al italo-disco en un documental".

Temazos

La nueva aventura de Gual es Los Perlas, cuarteto de versiones de piezas de rumba suburbial de los años 70 y 80 en clave punk-rock. Como un tiro funciona el combo en los dos singles que ha publicado: La mandanga (El Fary) / Heroína (Los Calis) y Hola mi amor (Junco) / Como yegua brava (Los Chunguitos). En directo suman lecturas de números de Las Grecas, Tony El Gitano, Los Chichos, El Payo Juan Manuel, Bambino o Los Marismeños, entre otros artistas.

"Son temazos", considera Gual. Los Perlas se quedan con "la base" de la canción y le aplican un tratamiento de choque a base de velocidad y crudeza. Ocasionalmente la versión puede tener un guiño rockanrolero: La mandanga empieza por Chuck Berry y el inicio de Heroína remite a White Riot, de The Clash. Cómo no se le había ocurrido a nadie antes hacer algo así, máxime teniendo en cuenta que podría defenderse que la rumba marginal fue el genuino punk español. Las grabaciones del sello madrileño Acropol, de las que el recopilatorio Acropol (2016) rescató una muestra, serían un argumento principal de la tesis.

De cámping

El puesto de cantante lo ocupa Francis Riera, antaño al frente de los añorados The Meows. "Yo soy de cámping -suelta-. O sea, que veraneaba en el cámping Estrella de Mar de Castelldefels, al lado de La Pava, y allí lo mismo sonaba el Sandinista que Los Chichos". De modo que le hizo ilusión enrolarse en Los Perlas. "Me ha costado más que la selectividad aprenderme las letras y sacarles partido". Completan la alineación de Los Perlas Markus Requena (bajo) y Marc Morell, el nuevo batería.

No hizo falta la experiencia de Gual en vestuario para conseguir los trajes blancos de americana cruzada con que salen al escenario: AliExpress. Carece de mística el comercio electrónico pero es eficaz.

Una cosa quieren dejar clara Los Perlas: no son "una broma" y operan desde "el respeto y el cariño". Si les has escuchado o no digamos visto ya lo sabes.

Sociedad secreta

Los Perlas actuarán en el jugoso homenaje a Francisco Casavella que se celebrará en el castillo de Montjuïc el 15 de octubre, día en el que el autor de El triunfo habría cumplido 60 años. Cómo ha llegado el grupo al cartel de la cita, comisariada por el escritor Miqui Otero, habla de la existencia de una sociedad secreta en Barcelona. Otero le comentó a David, propietario del Bar Ramón junto con su hermana Yolanda, que estaba organizando la celebración casavelliana. Ipso facto, David le hizo escuchar a Los Perlas. Ipso facto, Otero dijo: "Quiero". El contacto fue fácil porque los miembros de la banda también son habituales del Bar Ramón y amigos de David y Yolanda.

Una noticia: Riera, el cantante de Los Perlas, es el flamante responsable del Barbara Ann, heroico bar musical con más de 30 años de servicios prestados al rock and roll y el pop de guitarras. Otro templo de la sociedad secreta de marras.