POESÍA

Peregrinación por los caminos de Anne Carson

La poeta canadiense narra poéticamente su ruta hacia Santiago de Compostela en la rareza híbrida 'Tipos de agua. El camino de Santiago'

Peregrinación por los caminos de Anne Carson.

Peregrinación por los caminos de Anne Carson. / NORA NAVARRO

Nora Navarro

Anne Carson describe el contorno de un poema como quien abre nuevos caminos en paisajes ignotos. Cada inmersión consiste en remar palabras hacia la nada hasta que la poesía flota en un mar que antes no existía. Y así se produce el encuentro, palabra que la autora prefiere a descubrimiento, aunque en esta aventura advierte, sobre todo, del peligro habitual que entraña el viaje cuando se emprende sin normas ni bitácoras, solo con sed de aprendizaje: "Arrópate, el agua es profunda", anuncia.

Y esta línea, que podría presidir cualquiera de los textos de Carson, inaugura el relato de una rareza minimalista dentro de su bibliografía, en la que la Premio Princesa de Asturias de las Letras 2020 narra poéticamente las vivencias de su peregrinación a Santiago de Compostela en 1995.

Lejos de las coordenadas habituales de la literatura de viajes, Tipos de agua. El camino de Santiago (Vaso Roto Ediciones) es un cuaderno de memorias de bolsillo escritas en la lengua híbrida que acostumbra a trenzar la autora de La belleza del marido. Un ensayo narrativo en 29 tangos. Y aunque sus crónicas se articulan a través de las fechas y paradas que apuntalaron su ruta, el periplo de amaneceres, ríos, piedras, peregrinos, lugareños, colinas y colores del camino se imbrica con los senderos íntimos del pensamiento de Carson.

En cierto modo, más que fechas y paradas, la dirección de sus pasos sigue el camino de preguntas infinitas. Por eso, el título Tipos de agua marca el sentido introspectivo del viaje, pues la autora regresa a la orilla de esta metáfora en el curso del relato: "Ciertos tipos de agua nos ahogan", escribe. Al final, viajar es también, o sobre todo, una peregrinación al interior de una misma.

Especialista en la cultura griega y las lenguas clásicas, así como en literatura comparada, antropología e historia, la canadiense Anne Carson lee en el espíritu del peregrino el enigma de la propia existencia. Cuenta al comienzo de este libro que, quizás como El nadador de John Cheever, que decide llegar hasta su casa nadando de piscina en piscina, decidió lanzarse al camino para navegar con sus temores y apetitos. "Empecé a pensar que era alguien con sed de Dios", revela.

Portada de ‘Tipos de agua. El camino de Santiago”, de Anne Carson./ ARCHIVO


Estudió los clásicos, escribió poemas, leyó a los místicos y a los mártires. Y después conoció a un hombre que le habló de la peregrinación a Santiago de Compostela. Le dijo: "¿Cómo puedes ver tu vida si no te abandonas?" Entonces, Carson volvió a los libros y entendió que, desde tiempos remotos, los peregrinos van de un sitio a otro bajo la creencia de que "la pregunta viaja a la respuesta como el agua a la sed". "Metí en mi mochila calcetines, cantimplora, lápices, tres libretas sin escribir. No llevé mapas, no los sé leer. ¿Para qué imprimir un sello en el agua que fluye? Después de todo, la única regla para viajar es: No regreses por el mismo camino. Toma uno nuevo".

Así, esta travesía de 40 pasajes muy breves hilvana imágenes que pendulan desde lo más concreto, como ruidos de grifos y de toses, la calima en la llanura de León, el color del pan y el café en España o las conversaciones entre desconocidos –"una conversación es un viaje, y es el miedo lo que le agrega valor"–, a las meditaciones más abstractas y personales en ese tiempo detenido: "No hay duda de que soy alguien que muere de hambre. No hay dudas de que emprendí este viaje para descubrir cuál es ese apetito. Y lo veo libre de aquello, como si tan solo hubiese cruzado al otro lado de un puente, veo que se ha liberado del deseo como un misterioso rayo de luz", escribe.

En su rumbo de niebla y agua hacia Finisterre, cada alto en el camino comienza con un haiku o pequeño poema, a menudo japonés –"ahora regreso a la casa en llamas pero / ¿dónde está el lugar donde solía vivir?", de Kan Ami– y se cierra con una reflexión en torno a la figura del peregrino. "Los peregrinos eran personas que resolvían las cosas mientras caminaban", reflexiona, "¿cuando es un peregrino como una letra del alfabeto? Cuando grita".

Para este mes de lecturas sosegadas, Tipos de agua propone una bellísima expedición por los albergues y conchas del universo de Carson a través de la mítica ruta jacobea, tanto para deleite de peregrinos futuros o perennes como para exploradores o seguidores de la poeta canadiense. Un mapa sin leyenda para viajar por las páginas o por los pueblos meseteros. Una lámpara mágica de palabras y horizontes para hacerse preguntas. "Ya es tarde cuando te despiertas dentro de una pregunta", afirma Carson.