TERRITORIO VINTAGE

'Dolly', la oveja que sigue siendo 'superstar' 25 años después

El primer animal clonado, presentado hace 25 años, desencadenó predicciones que oscilaron entre el optimismo y la distopía. Un documental en Movistar+ explora su legado

El profesor Ian Wilmut, con la oveja Dolly, en 1997.

El profesor Ian Wilmut, con la oveja Dolly, en 1997.

Nando Salvà

No tenía el aspecto de un monstruo, ni el de una atracción de feria. Su hocico y sus orejas tenían un tono rosáceo, como de costumbre entre los neonatos de su especie. Su cuerpo estaba cubierto de rizos de lana, que le proveían de protección natural contra el invierno, y sus pestañas blancas parpadeaban somnolientas mientras los fotógrafos se peleaban para llamar su atención. En suma, parecía una oveja normal, y se comportaba como una. Pero 'Dolly' no era normal.

Para cuando fue presentada oficialmente al mundo el 22 de febrero de 1997, ya hacía siete meses que había sido diseñada por un equipo de científicos del Instituto Roslin, en Edimburgo (Escocia). Ella no era el primer clon de un animal; antes que ella se habían clonado ranas, carpas y otros ejemplares ovinos. Pero sí era el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta, la demostración de que las células de cualquier parte del cuerpo pueden comportarse como un óvulo recién fertilizado.

Dolly: la oveja que cambió el mundo, el documental de la BBC que ahora se estrena en España a través de Movistar+, explica el proceso de creación y el legado de la que sin duda es una de las figuras más peculiares de la historia de la ciencia y de la de la cultura pop, bautizada en honor de la cantante Dolly Parton porque uno de los médicos de Roslin pensó que, ya que la oveja provenía de una célula de glándula mamaria, lo ideal era que compartiera nombre con una mujer de senos impresionantes. Definitivamente, eran otros tiempos. 

La ciencia lleva casi un siglo tratando de hacer progresos en la clonación de animales con fines agrícolas, y desde mediados de los 80 se extendió el interés en alterar genéticamente la leche de vaca u ovejas transgénicas para su uso medicinal en humanos. Pero es la irrupción de 'Dolly' lo que hizo que ideas hasta entonces circunscritas al ámbito de los relatos de ciencia-ficción se incorporaran al 'mainstream', y que entre la opinión pública se extendiera la sensación de que, por fin, el futuro había llegado.

En la avalancha de predicciones derivadas de ella se mezcló el optimismo con la distopía. Se vaticinó que surgirían nuevos métodos para prevenir enfermedades, que los bebés de diseño y la inmortalidad pronto estarían al alcance de la mano, que los muertos serían resucitados o al menos recreados, y que los dictadores sentirían la tentación de poblar el mundo con versiones duplicadas de sí mismos. 

El Vaticano puso el grito en el cielo, los medios de comunicación alemanes recordaron los experimentos eugenésicos de los nazis, y los padres de 'Dolly' empezaron a recibir miles de cartas de personas que les imploraban que clonaran a sus seres queridos.

Desde entonces, la carne y la leche clonadas se venden en distintos países y se 'replican' mascotas

Hasta la fecha, que se sepa, nadie ha clonado a un ser humano. Algunos aseguran haberlo logrado –como Raël, líder de la secta de los realianos–, pero no han aportado pruebas. Considerando que los científicos del instituto Roslin necesitaron 277 pruebas fallidos antes de dar a luz a 'Dolly', se da por hecho que intentar clonaciones humanas provocaría grandes cantidades de abortos, muertes prematuras de bebés y nacimientos de niños con malformaciones. Y, por supuesto, también elevaría la voz de quienes se oponen a ello por motivos éticos, argumentando que traer personas al mundo de ese modo sería una violación del orden natural y un intento de jugar a ser Dios, y que la clonación restringiría de forma dramática la diversidad de las personas.

Desde el nacimiento de Dolly, en cambio, una veintena de otras especies animales han sido clonadas. La carne y la leche de animales clonados se venden en países como EEUU, China, Australia, Brasil y Argentina. Y la clonación de mascotas se ha convertido en tendencia gracias al abaratamiento de la tecnología que la posibilita y de la publicidad gratuita efectuada por celebridades como Barbra Streisand, a pesar de la controversia que genera, y con razón. Después de todo, ¿no es frívolo recurrir a una técnica tan compleja solo por seguir disfrutando de la compañía de un perro o un gato, cuando hay tantos abandonados y listos para ser adoptados? ¿No es inmoral mercantilizar y sacrificar animales con fines de lucro? ¿No es estúpido pensar que una simple réplica física de un ser sintiente puede llegar a reemplazarlo efectivamente?

Edición genética

De momento, lo aprendido gracias a 'Dolly' ha permitido a la ciencia avanzar en la terapia con células madre y estudiar, así, cómo progresan ciertas enfermedades, y también en campos como la edición genética. Los expertos siguen tratando de aplicar la tecnología que dio vida a la oveja más famosa de la historia a la cura de males como el párkinson, las anomalías coronarias y el cáncer. En cualquier caso, lo cierto es que, 25 años después, ni los increíbles progresos científicos ni las más apocalípticas amenazas generadas por el nacimiento de Dolly se han cumplido. Quizá, después de todo, vernos privados de lo uno sea el precio a pagar por estar a salvo de lo otro.