CATALUÑA

ERC y En Comú sellan los presupuestos de Cataluña para 2022

Pere Aragonès y Jéssica Albiach.

Pere Aragonès y Jéssica Albiach.

Xabi Barrena

En el ambiente ascético covidiano que imponen los tiempos, el Govern bipartito independentista selló su segundos presupuestos con los comunes, tras el del 2020. Y aunque los actores puedan ser los mismos, el reparto de papeles ha variado. La foto, en el Pati dels Tarongers, la protagonizaron el 'president' Aragonès, de ERC y no de Junts, como hace dos años, y la líder de En Comú Podem, Jéssica Albiach. Tampoco estuvo presente el 'conseller' de Economía, Jaume Giró.

Y sobre todo, estas cuentas son expansivas, es decir, manejan más dinero, lo que debe servir para relanzar la economía catalana tras la pandemia, en cuanto esta ceda, y dota a la presidencia de Aragonès de la estabilidad suficiente para llegar con garantías al 2023, el año donde parece que vayan a pasar muchas cosas, entre elecciones varias y fines de plazo de las mesas varias de diálogo y negociación. El resumen es que en dos días, los gobiernos de Pedro Sánchez y Aragonès, cada uno por su lado y con sus aritméticas desbrozan el camino inmediato. Y si ampliamos el foco, aparece la tercera administración en liza, el Ayuntamiento de Barcelona, con Ernest Maragall como gran damnificado.

Las bases del acuerdo con los comunes son conocidas. Un refuerzo de la sanidad catalana, sobre todo en aquellas áreas que han quedado más desprotegidas por la concentración de esfuerzos por el covid, como los diagnósticos. De hecho, se añaden 160 millones en esta área (60 para la primaria). Se incrementa, asimismo, en 40,5 millones la partida destinada a salud bucodental, hasta llegar a un mínimo de 50,5 millones, 35,5 para ampliar la cartera de servicios a la población infantil y 15 millones para iniciar el despliegue en adultos vulnerables y embarazadas.

Política impositiva

Como grandes novedades cabe destacar la inclusión como sujetos pasivos del impuesto a los pisos vacíos de los grandes tenedores con las inmuebles vacíos más de dos años, las deducciones en el tramo autonómico del IRPF para el alquiler de familias monoparentales y por nacimiento o adopción de hijos, así como ya la anunciada rebaja del tramo del impuesto que homologa a monoparentales y familias numerosas.

También se modifica el impuesto al CO2, que excluye a los vehículos en baja temporal y se asimila en el impuesto de sucesiones a las personas en acogida a familiares en primer grado (padres e hijos).

Tranvías por doquier

También ya anunciados en su días, el Govern emprenderá una serie de estudios informativos sobre la posibilidad de implantar un ferrocarril ligero, o tranvia, en la Costa Brava, Terres de l'Ebre y el área de Tarragona (la más históricamente reclamada) con el fin de potenciar la movilidad sostenible.

En cuanto a las políticas de vivienda se retorna a esos 1.000 millones prometidos en la investidura y que la CUP quiso que fueran garantizados y no condicionados, 250 millones de ellos, a la recaudación que se obtenga. Los comunes se muestran más comprensivos con esta salvedad.

Este plus de 250 millones se destinaría al aumento del parque de vivienda público mediante el tanteo y retracto y a la construcción de pisos de alquiler.

En lo que hace referencia a las ayudas a la rehabilitación de los fondos europeos, el Executiu priorizará especialmente el programa de barrios vulnerables y el programa de viviendas.

Finalmente, en políticas sociales, los comunes han conseguido que las ayudas que se facilitan a los jóvenes extutelados queden en 'stand by', y no se suspendan definitivamente, en caso de que la persona halle un empleo. Lo que le permitiría retornar a la ayuda en caso de cese de actividad. El miedo a perder ese beneficio podía actuar como efecto disuasorio.