CATALUÑA

Aragonès cierra con los comunes un acuerdo para los presupuestos catalanes

El Consejero de Economía se alinea con Aragonès y afirma que "celebra mucho" el pacto que permite aprobar las cuentas

Pere Aragonès saluda a la líder de los comuns en el Parlament, Jéssica Albiach.

Pere Aragonès saluda a la líder de los comuns en el Parlament, Jéssica Albiach. / EP

Xabi Barrena, Júlia Regué

Una fuente republicana definió a El Periódico de Catalunya, justo cuando comenzaban las reuniones con la CUP para intentar atar su apoyo a los presupuestos, que el actual Govern era un tripartito: “ERC, Junts y Jaume Giró”. Una forma de decir que el ‘conseller’ de Economia desarrolla un perfil propio, no siempre alineado con su partido. Giró, este lunes, durante el debate sobre la tramitación de las cuentas que diseñó, hizo gala de su condición de verso suelto y aseguró “celebrar mucho” el acuerdo al que llegaron, por la mañana, el 'president' Pere Aragonès y los ‘comuns’. Un pacto del que su partido, Junts, se ha descolgado y que ha atacado en los medios, aunque no en la sala del Consell Executiu. "No nos podemos permitir no tener presupuestos", aseveró Giró, enmendando la plana a su fuerza política. Las cuentas superaron el escollo de las enmiendas a la totalidad, y prosiguen con su tramitación ya que la abstención de los 'comuns' (8 escaños) hizo que los 'no' de ERC y Junts (65) a las enmiendas superaran en número los 'sí' de PSC, Vox, CUP, Cs y PP (62).

En el debate parlamentario, el 'conseller' hizo una prolija exposición de unas cuentas que suponen 5.618 millones más, un 17%. El mayor incremento inversor desde 2007, en pleno segundo tripartito y los primeros, desde el 2010, que se aprueban a tiempo para que entren en vigor el 1 de enero del próximo año.

Giró no abandonó el tono reivindicativo y de denuncia del agravio comparativo que, a su juicio, realiza el Gobierno central y que tanto sorpresa causó en las filas del PSC, por aquellos de la procedencia laboral del hoy 'conseller' (La Caixa). Primero, recordó el déficit fiscal que vive Cataluña, y luego, criticó el reparto de los fondos europeos.

Agravio europeo vía Madrid

"Agradecemos a la Unión Europea los 2.000 millones que recibimos. Pero nos gustaría tener los fondos que nos tocarían y que gestiona el Estado. Recibimos el 5% del fondo de resiliencia y el 12% del total de los fondos para la reactivación económico", aseveró, a sabiendas de que todos los presentes saben que Cataluña representa el 16% de la población y aporta el 19% del PIB de España.

"Son unos presupuestos necesarios y expansivos y que mantienen la disciplina fiscal. Respetaremos el techo de déficit del 0,6% del PIB y, además, reducimos en dos puntos el porcentaje de la deuda con relación al PIB, que pasará a ser del 33,8%. El estado tiene el 122%", detalló Giró.

Su correligionario, Joan Canadell, en nombre del partido, atacó el pacto vía la crítica a los 'comuns', a los que tildó de ser un partido que "dice el 'no' a todo". Les ubicó en la parte unionista del hemiciclo por no defender que Cataluña "sufre un déficit fiscal del 8% anual" y les acusó de "querer salvar su silla, ofreciendo un cambio de cromos, los presupuestos de la Generalitat por los del Ayuntamiento de Barcelona". "¿El independentismo sale ganando con el pacto con los 'comuns'?" dijo Canadell de la fuerza que facilita la aprobación de los presupuestos diseñados por su propia fuerza.

Eso sí, insinuó Canadell que ERC camina hacia "el viraje de 180 grados para encaminarse al autonomismo" y que el pacto con los 'comuns' "es la antesala de un nuevo tripartito", aseveró, retornando a uno de las ideas fuerzas de Junts en campaña electoral.

A la CUP les exigió "responsabilidad" para mantener "viva esa mayoría del 52%", aunque, dijo "entender" las dudas de los anticapitalistas sobre la mesa de diálogo y negociación con el Estado. Es más, señaló que "la CUP ", la fuerza que veta los presupuestos diseñados por su partido, "tiene razón en que el 'procés' se está estancando".

La mano tendida del PSC

La interviniente socialista, Alícia Romero, enfocó el debate por la vertiente política. Recordó la mano tendida del PSC, reiteradamente rechazada por Aragonès, y aseveró que el bloque independentista está “roto” y que ello generará “inestabilidad e incertidumbre”. Romero reclamó al Govern que abandone la política de 'sillas vacías' y vuelva a sentarse en las mesas multilaterales, específicamente, aquella en la que se aborda un nuevo sistema de financiación.

También regaló un dardo a los ‘comuns’. En Comú Podem ha pactado más presupeustos con Junts que la CUP. "¿Era usted, señora Albiach, la que mentaba la ‘sociovergència’?” ironizó, entre las risas del hemiciclo, incluyendo las de la propia líder morada, que encajó deportivamente la puya.

La "transformación" anticapitalista

Los 'cuperos' se arremangaron para justificar su veto y despojarse así de las acusaciones de aquellos que les señalan por romper la mayoría independentista. De hecho, contracusaron a Aragonès de haber sido el que dinamitara ese 52%b obtenido el pasado 14-F. La diputada Eulàlia Reguant argumentó la carencia de una "transformación profunda" dibujando cinco ejes de futuro: reindustrialización, blindaje de la educación, la sanidad y los servicios sociales; renta básica universal, un "búnker" antidesahucios y banca y energética pública. La 'cupaire' afeó al Govern no haber querido hurgar en un "horizonte social y nacional compartido", suspendiendo su obra al frente de la Generalitat. Reprochó a los socios en el Executiu no haberse querido comprometer con la celebración de otro referéndum mientras negocian el sustento del Gobierno central y proyectos como la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat. "No utilicen el acuerdo de investidura para hacerse la zancadilla entre ustedes como han hecho toda su vida. Sus problemas, son sus problemas. No nos usen para dirimir sus desavenencias", aseveró. Reguant terminó su discurso ofreciéndose a la Generalitat si es que apuesta por clarificar el rumbo independentista y hacia la izquierda, "sino, no".

En su turno de réplica, Giró entró en el cuerpo a cuerpo con la CUP. Bandeó las acusaciones de que ERC y Junts (una defensa conjunta que en el contexto de la últimas horas sorprendió) fueran "poco soberanistas" vía recordar las acciones judiciales contra los miembros de ambos partidos. Y sobre otro de los grandes términos recurrentes, la 'sociovergència?, Giro aseveró que ya no existe, "saltó por los aires con el 'procés'". Lo que si existe, dijo lanzando una puya es la entente entre partidos que rehúyen de "maximalismos".