INCENDIO PROVOCADO

El cóctel que generó el gran incendio de Asturias: todo empezó con una quema ilegal

"Estamos en chasis y no se previó un dispositivo ante lo que se venía", dice Nati Canto, portavoz del comité de huelga del servicio de extinción

Un bombero del SEPA, en el incendio de Valdés

Un bombero del SEPA, en el incendio de Valdés / Luisma Murias

Luis Ángel Vega

El mayor incendio que ha afectado a Asturias en las últimas dos semanas, el que se originó en Foyedo (Tineo) y se extendió luego al concejo de Valdés, llegando hasta la costa, donde ya no pudo avanzar más, se generó por un cóctel de factores, según miembros del cuerpo de Bomberos. En primer lugar, hubo una quema no autorizada que se descontroló por el fuerte viento del sur.

El incendio fue, por tanto, provocado por la mano del hombre, aunque sin la intención de causar el daño que causó, es decir, negligente. Otro factor que influyó fue la falta de bomberos en el momento crítico del incendio, que impidió que se atajase el fuego cuando era aún de pequeño tamaño. Y no hubo personal suficiente porque "no se dispuso un dispositivo adecuado ante lo que se avecinaba, que era perfectamente previsible", en palabras de Nati Canto, portavoz del comité de huelga de bomberos.

Un vistazo a las mediciones del satélite de seguimiento de incendios de la NASA (el Fire Information for Resource Management System, FIRMS) permite ver la evolución del fuego. El día 28, se inició el fuego en Foyedo. El día 29, se había extendido a Fuentes, Aristébano, Naraval y el límite de Valdés. El día 30, el incendio se mantenía en esa misma zona, aunque un foco ya había saltado a Valdés, concretamente a Ablanedo. Para el día 31, el fuego se había extendido por todo el concejo de Valdés: Barcia, Ranón, Canero y Quintana, donde llegó a la costa; pero también por Tineo, donde llegó a Navelgas.

La evolución del incendio de Foyedo

La evolución del incendio de Foyedo

La evolución del incendio de Foyedo / Fuente: NASA

El viento de Nordeste que sopló en los días previos debió ser la señal que pusiese en alerta al servicio de extinción. "Ese viento secó el combustible" que había en el monte. "Era previsible lo que iba a venir después, porque es lo que ha ocurrido toda la vida: los paisanos pegan fuego por la tarde, vas al incendio y se suele apagar por la noche. Pero en este caso hubo viento del sur, que impidió además que se pudiesen utilizar los medios aéreos. Si no consigues apagar los fuegos por la noche, al día siguiente tienes 15 incendios, y al día siguiente 20 y luego 30... Y cuando se produce eso ya no puedes apagarlo, es imparable, y entonces necesitas estar en todos los pueblos para defender las casas y las personas", describe Canto. El SEPA llamó a reforzar, añade, el día 29, cuando ya era tarde. Debió hacerse con mayor antelación, ya que se sabe que marzo es un mes de quemas en Asturias.

Nati Canto no quiere dejar de lado las consecuencias del cambio climático, que hace que el monte esté más seco de lo normal, cuando "en el mes de abril debería haber llovido mucho más". El incendio de Valdés nada tiene que ver con el que se prendió en el monte Naranco de Oviedo, o el iniciado en Soto de Las Regueras –los incendiarios generaron cuatro focos, según aseguró este martes el presidente regional, Adrián Barbón–, con una intencionalidad criminal.

Los bomberos se quejan de que se ha prescindido de las cuadrillas de empresas forestales

Falta de efectivos

Un factor clave es la falta de personal del Servicio de Emergencias. "Antes teníamos 90 bomberos en 19 parques. Ahora somos 70. Antes disponíamos de 140 efectivos más, de las empresas forestales, integradas por personas que trabajan en el monte y que se utilizaban sobre todo para tareas de remate de extinción. No se les pudo seguir contratando porque los sueldos exiguos que se les pagaba eran ilegales. Es como si hubiésemos perdido el 60 por ciento de los efectivos. Es evidente que se está recortando".

El presidente Barbón anunció que se iban a cubrir 21 plazas de Bomberos, pero según el comité de huelga, "en realidad solo son dos plazas nuevas, no están invirtiendo nada, no hablan con nosotros para solucionar la situación".

Los Bomberos del SEPA siguen en huelga –empezaron el pasado 8 de marzo–, pero se da la paradoja de que no hay personal suficiente ni siquiera para cubrir los servicios mínimos establecidos. "En San Martín del Rey Aurelio hay seis bomberos en servicios mínimos, pero solo hay disponibles cuatro. En La Morgal hay cinco en servicios mínimos, pero solo hay tres o cuatro. En Somiedo, uno, pero no hay nadie", explica Nati Canto.

A todo ello hay que sumar "el desmantelamiento de las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales del Principado de Asturias (Bripas), "que eran quienes descubrían a los autores de los incendios". Estaban constituidas por uno o dos bomberos y dos agentes de Medio Natural, añade Canto, pero ahora están integradas a lo sumo por una sola persona.