"La parte más top de España": así es Andalucía vista por los jóvenes

"El acento es tu tesoro. No lo pierdas nunca". Así hablaba ‘La Faraona’ Lola Flores en un anuncio sobre su tierra. Y aunque no era ella realmente, se captó su dulzura, su poderío. Andalucía es el espíritu que une y que ata a sus raíces. Que hace manosearlas, jugar y crecer con ellas. Flores se habría dirigido así a las nuevas generaciones andaluzas. A las que pertenecen los protagonistas de este reportaje. Con motivo del Día de Andalucía que se celebra cada 28 de febrero, estos cinco estudiantes ponen en común la esencia y valores del sur con los que nacieron, además de sus propias experiencias personales y objetivos profesionales.

Jorge Ruiz es estudiante del Doble Grado en Economía y Administración y Dirección de Empresas. Sentado en una cafetería de su barrio, afirma que, para él, Andalucía es riqueza. «Aunque no solo económica, sino cultural. Su gente también. Su arte. El arte se puede definir, pero el andaluz no», explica.

Cristina Vela estudia un Grado en Magisterio Infantil. Llega, de hecho, de dar clases particulares a un niño en su casa. «Me gustaría dedicarme a la enseñanza», añade. Al preguntarle sobre qué piensa de ser andaluza, explica entre risas que Andalucía es la parte «más top» de España. «He estado en muchos lugares, pero los andaluces tenemos un carácter especial que nos diferencia del resto».

Paula Domínguez estudia un grado en Biología en Málaga. Por un lado, cree que factores como la biodiversidad andaluza y su situación geográfica son puntos fuertes de la comunidad. «Tenemos acceso al Mediterráneo, al Atlántico, un clima maravilloso y una biodiversidad tanto vegetal como animal increíble», asegura.

En Málaga concretamente, Jorge destaca que los avances tecnológicos han potenciado no solo la ciudad, sino también la comunidad: «Que Google haya decidido, por ejemplo, trasladar parte de su actividad al sur de España es un logro». Sin embargo, sí que se llegan a notar diferencias respecto a otras comunidades, por ejemplo, en materia de transporte público.

Los estudios son relevantes en esta parte del tejido joven andaluz. Algunos aseguran que, si deciden hacer un máster u otro estudio postuniversitario, deberán salir de la comunidad. Jorge, además, añade que también importa mucho el caché de las universidades: «Para algunos, no es lo mismo ver que has hecho un máster en la Universidad de Málaga que en una de Madrid».

Alberto Fernández estudia el Grado de Periodismo. En cuanto a Andalucía, comenta que desde su punto de vista, es una de las comunidades autónomas más importantes de España, tanto por el gran patrimonio cultural que posee o por el gran interés turístico que suscita, como por la gran cantidad de paisajes tan distintos que se pueden encontrar.

Miguel Ángel Valle está cursando el Grado en Psicología y tiene claro que la empatía andaluza es de las facultades que más orgullo dan: «Vas a otra ciudad o a otro país y no tienen esa cortesía como sí la hay aquí».

Un punto que destaca negativo es la excesividad del sector turístico. Piensa que Andalucía tiene mucho potencial en otras áreas como la industria. Jorge coincide: «Si algo nos ha enseñado la pandemia es que no podemos confiar solo en el turismo», afirma. Cristina añade que debería haber cierto equilibrio. En el Centro de Málaga, concretamente, hay partes y curiosidades históricas que suelen pasar desapercibidas por las tiendas y los escaparates. Otro punto negativo para Alberto es que el nivel de vida de los andaluces está disminuyendo con el paso de los años: «La buena labor de atraer gente está provocando una subida generalizada de los precios que no se ve reflejada en los ingresos mensuales de los andaluces», afirma.

Jorge se ve trabajando aquí en Málaga. Pero ve más probable estudiar un máster fuera de Andalucía porque es dónde están las ofertas que le interesan. Paula piensa igual, pero no espera ir a Madrid o Barcelona por ejemplo: «Dentro de Andalucía sería lo ideal», cuenta.

Miguel Ángel sopesa varios tipos de oficio a los que dedicarse que tienen que ver con la psicología. Las terapias en grupo o enfocadas a los animales son dos salidas que le interesan y que, de ser por él, realizaría dentro de Andalucía también. «Cádiz, Granada, Almería... dónde sea pero aquí», añade entre risas.

Fuera de Andalucía, a veces la convivencia se torna difícil. Todos aseguran que el ser andaluz en el resto de España es complicado porque se notan actitudes de burla o soberbia. «Hay como una manía con nuestra actitud, con que cambiemos el acento, por ejemplo», explica Jorge. Miguel Ángel afirma que también es un poco cosa de los andaluces: «Cuando sales de tu tierra es como que estás más a la defensiva. Aunque sí que hay mucha gente que tiene prejuicios sobre nosotros».

El 28-F también es un ejercicio de retrospección. Paula cree que ahora las ciudades andaluzas han avanzado enormemente respecto a épocas pasadas. «Tenemos acceso a información, transporte, ocio, sanidad, educación...», comenta.

Esta es la realidad de unas voces jóvenes que por primera vez se enfrentan no solo a abrirse camino en la vida sino también a mantener ese acento allá dónde vayan. Que no es tarea menor.