He venido a hablar de mi libro: Juan Pablo Villalobos

Ya era hora de volver a México. En un libro, quiero decir. Mis últimas tres novelas están situadas en Barcelona, donde he vivido desde hace 20 años. Tenía ganas de regresar al pueblo donde crecí, a Lagos de Moreno, en el estado de Jalisco, la tierra del tequila, del mariachi y de todos los estereotipos folclóricos mexicanos.

Entonces pensé en un personaje que se parecería bastante a mí y que volvería a México después de muchos años viviendo en el extranjero para cuidar a sus padres, ancianos y enfermos. Pero –toda novela empieza con un pero– se reencontraría con un “amigo” de la infancia, irían a tomar unas cervezas y todo saldría mal, todo empezaría a salir mal a lo largo de páginas y páginas en las que el protagonista se daría cuenta de que ese lugar al que pretendía volver, ese pueblo idílico de su niñez, no existía más.

Para mí, la escritura es la búsqueda de un lugar desde el cual mirar el mundo, un lugar que se encuentra al escribir y que, en el siguiente libro, hay que volver a buscar, porque la escritura ha vuelto obsoleto.

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El pasado anda atrás de nosotros es la novela de cómo, al tratar de recuperar el hogar familiar perdido –la casa de los padres–, se descubren, además, las nuevas posibilidades narrativas que ofrece el lugar que has dejado atrás y que ya no reconoces. Lo que antes era un sitio provinciano, anodino, aburrido, de pronto resulta ser el escenario propicio para una novela criminal, debido a la crisis de seguridad pública provocada por el narcotráfico, la corrupción policial, militar y judicial.

Paranoia

El protagonista y narrador, que lleva mi nombre pero no soy yo, transita por las páginas del libro movido por la paranoia; importa tanto lo que está sucediendo en realidad como lo que el protagonista cree que puede pasar, dominado por una sensación permanente de sospecha y alerta, simbolizada por dos leit motifs: una bala y una pastilla.

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La fotografía de una bala, el casquillo usado de una AK47, procede del grupo de WhatsApp que tengo con mis hermanos, nos la envió mi hermana después de un tiroteo ocurrido cerca de la casa de mis padres. La pastilla funciona como en las distopías: ofrece la posibilidad de evasión de la realidad, del engaño placentero.

El miedo anula la nostalgia, la vuelta al pasado no es un regreso a la ingenuidad o inocencia de la niñez, sino a la violencia y la humillación. Y el pasado no se va, el pasado está vivo, todos los tiempos se mezclan, las causas y efectos se confunden, como en los sueños o como en una realidad fantasmal.

Dicen que los escritores mexicanos siempre estamos reescribiendo Pedro Páramo. Es una apreciación exagerada, pero también es un poco verdad. Yo no fui a Comala a buscar a mi padre, pero sí fui a Lagos de Moreno a saldar cuentas con el legado paterno, con la memoria, y, más importante, a recuperar, en el presente, mi lugar.

'El pasado anda atrás de nosotros'

Juan Pablo Villalobos

Anagrama

256 páginas

18,90 euros