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Narrar la Guerra Civil sin códigos de interpretación

Fernando del Rey y Manuel Álvarez Tardío acaban de publicar 'Fuego cruzado', obra en la que describen la denominada "primavera del 36", según ellos "el periodo más complejo y decisivo de la historia de España"

Gente esperando para votar en las elecciones del 17 de febrero de 1936

Gente esperando para votar en las elecciones del 17 de febrero de 1936 / Vidal / AFB

La Historia se cuenta normalmente como si la narración fuera en su totalidad un relato compacto. Quiero decir como si el principio supiera que existe un final. Y no es así. Los acontecimientos históricos tienen de interesante que se van construyendo poco a poco, sin saber qué vendrá después.

Para mí, esta idea es obsesiva. La podemos situar en el pasado, pero también en el presente. En el nuestro. A saber dónde nos conducirán los acontecimientos acaecidos ayer mismo. Esta es una idea interesante ahora que se trabaja, de forma mucho más honesta, en investigar los hechos ocurridos en la Guerra Civil española.

Por ello, la oportunidad de un libro que ha llegado a las librerías y que describe la denominada "primavera del 36", los cinco meses que transcurrieron entre el 19 de febrero y el 17 de julio de 1936, y que se convirtieron –pasado casi un siglo lo podemos decir– «en el periodo más complejo y decisivo de la historia de España durante la Segunda República». Así lo narran los catedráticos Fernando del Rey y Manuel Álvarez Tardío en su obra Fuego cruzado (Galaxia Gutenberg).

Esos cinco meses explican la guerra posterior entre ciudadanos de un mismo territorio, y lo hacen sin saber que todas aquellas decisiones iban a concluir en un conflicto fatal de muerte y desespero.

Los autores intentan alejarse del relato construido por los ganadores de la guerra, que tiene como motivación primera justificar el golpe militar del 18 de julio, "para limpiar la responsabilidad de la derecha radical", o el de la "izquierda obrera heroica", cuya lucha era contra el fascismo y junto a "los socialistas y los comunistas que se habrían inmolado en el altar de la defensa de las libertades y la democracia", escriben sus autores.

Un libro que huye de los códigos de interpretación habituales. Bajar a aquella primavera sin los prejuicios que otorgan los peligros del presentismo.