La cultura es el aire que respiramos

El cambio de un ministro de Cultura no debería comportar excesivas variaciones en una sociedad consolidada y sólida. Los ejes, los cimientos, todo eso que soporta a las infraestructuras educativas y culturales, para bien o para mal, está muy afianzado en España. Importantes son los ministros, pero mucho más la organización que existe por debajo de ellos, en secretarías de Estado, direcciones generales, subdirecciones de todo tipo y funcionarios. Aunque la renovación de una cara ministerial siempre es noticia.

Urtasun evoca la memoria antifascista de Jorge Semprún en su toma de posesión como ministro de Cultura

La marcha de Miquel Iceta, ya esperada, por otro lado, es una verdadera lástima. Por mucho que lo criticaran, Iceta ha estado a la altura, siendo él un perfil muy político, más que movilizador cultural. Pero, como la cultura, Iceta siempre marcó un criterio emocional y empático que los diferentes mundos creativos necesitan. Por ese lado, un diez.

El nuevo ministro, Ernest Urtasun, es economista y diplomático. Una mezcla novedosa en la cartera. Y, además, muy interesado en la agenda europea. A eso se ha dedicado en los últimos años. Es su mejor valor. Su punto fuerte. No está de más que alguien en el Gobierno sitúe a la cultura española, o a las culturas españolas, con todas las lenguas que se oyen en nuestro país, en los foros europeos con la misma fuerza con la que nos llegan las culturas alemana, francesa o italiana.

Y, en concreto, con la novelística y ensayística joven. Aquellos que, con 35 años, por ejemplo, ya tienen en el mercado dos y hasta tres libros de una calidad reconocida. Me refiero a ese nuevo magma literario que comenzó tímidamente hará unos diez años y ahora copa las listas de los más vendidos y, sobre todo, más valorados. El ministro Urtasun tuvo a bien incluir en su discurso de toma de posesión unas palabras de Montserrat Roig, a la que hace unas semanas dedicamos un amplio reportaje en ABRIL: "La cultura es el aire que respiramos". ¿Y qué nos ocurría sin aire?