ENTREVISTA

Berto Romero: "¿Por qué pensamos que la cultura es pesada, cuando nos pasamos todo el día consumiéndola?"

El humorista, guionista, actor y director catalán utiliza el humor y el entretenimiento para hablar de narrativa

Berto Romero, presentador del programa de La 2 'Ovejas eléctricas'.

Berto Romero, presentador del programa de La 2 'Ovejas eléctricas'. / RTVE

Berto Romero (Cardona, 1974) le relacionamos siempre con el humor y el entretenimiento, porque de ellos se sirve en sus monólogos, sus programas de televisión y de radio, sus series y todo aquello que crea. Solo o en compañía de su inseparable socio Andreu Buenafuente. Léase 'Buenafuente', 'Buenas noches Buenafuente',' En el aire', 'Late motiv', 'Nadie sabe nada'... y las ficciones y películas que ha escrito. Ahora acaba de estrenar registro como presentador de un programa cultural 'Ovejas eléctricas', en La 2 (los martes, a las 23.00 horas), sin dejar de ser Berto Romero.

-Ha trabajado en Movistar Plus+, le ficha RTVE para La 2 y no se monta un follón como en el caso de Broncano. ¿Es para preocuparse?

-Yo no tenía ninguna intención de que se montaran follones. A mí me propusieron un programa para presentarlo y lo he presentado. Ha sido la mar de sencillo. No ha habido que elevar una pregunta a comité alguno.

-Claro, usted no cobrará ese pastón.

-No estoy tan encima del asunto. Tiendo a interesarme más de lo mío que de los demás. Llámame egoísta (ríe). Aunque el tema me resulta muy curioso.

-En el vídeo promocional de ‘Ovejas eléctricas’ dice: “¿Aún estoy a tiempo de no presentarlo?”. Es un registro muy diferente al suyo. ¿Lo ha pensado? 

-Es todo una broma, porque es un programa que podría parecer que iba a ser demasiado sesudo o intenso. Y la 'promo' juega con esa idea al leer nombres de gran calado. Pero, sorprendentemente, luego es muy ligero. Es un programa en el que se da mucha información, en el que se abren muchas puertas, pero está tratado de una forma muy ligera. No es vehemente ni duro. Es una combinación curiosa de todos los colaboradores y colaboradoras, primeras espadas en lo suyo, que tienen una forma de comunicar muy agradable y que chocan contra un rompeolas de comedia.

-Por eso le han escogido a usted para presentarlo.

-Yo estoy adoptando quizá el papel del espectador. Les pregunto si no les entiendo, digo:esto me hace recordar tal cosa, suelto un chiste... Y, entre una cosa y la otra, te vamos a contar historias muy entretenidas, dándote mucha información. Yo he aprendido un montón de cosas.  

-¿Improvisa mucho?

- Sí, y ellos reaccionan a esas improvisaciones. Es decir, si pregunto algo que se me ha ocurrido en ese momento, son capaces de respondérmelo y de encauzar la sección. De esta forma evitamos el típico diálogo plúmbeo en el que leemos la pregunta y decimos: cuéntame. Es casi una conversación de bar en la que, en lugar de estar hablando del resultado del partido de ayer o del chisme del tercero segunda, charlamos sobre cómo empezó Homero con las primeras narraciones sobre viajes. 

-Los programas de cultura sesudos a muchos les hacen bola. ¿El humor y el entretenimiento ayuda a hablar de temas serios? 

-Es que hay unos lugares comunes y tópicos que son realmente estúpidos. ¿Por qué pensamos que la cultura es pesada, cuando nos pasamos todo el día consumiéndola? No nos importa ponernos en Netflix la última gran superproducción 'El problema de los tres cuerpos', que está basada en una trilogía de ciencia ficción dura. Son unos libros densos, de prosprección y casi de filosofía científica. Todas las narraciones que consumimos beben de otras historias. Y este programa está planteado desde ese punto de vista. O sea, no vamos a meterte un peñazo. Es todo lo contario, muy divertido. Que esté yo de presentador es porque se busca eso. Durante la grabación del programa, como me interesaba lo que me contaban, a veces me quedaba callado, escuchándoles, y el equipo me decía: "No no, tú interrumpe; mete chistes, di lo que se te ocurra". Porque lo que queríamos era convertirlo en una conversación, no que venga alguien a meterte un rollo. 

-Esto puede atrapar al público joven.

-No tengo ni idea. No pienso ni en jóvenes ni mayores, ni hombres ni mujeres, ni géneros fluidos...Me gusta pensar que le puede interesar a quien sea curioso. La idea de hablar de historias y de conectar unas con otras y de hablar de cómo se cuentan las historias le puede parecer atractivo a cualquiera.

-¿Qué relación tiene con la cultura? 

-Tengo mucha relación con la cultura pop. He hecho cultura pop durante toda mi época televisiva. No sé si tengo relación con la alta cultura, pero sí con la narrativa. Me dedico a contar historias desde que empecé. En forma de monólogos humorísticos, de secciones televisivas... He escrito ya dos series de televisión y películas. Interpreto papeles.. A mi manera, claro; como a mí me gusta, con mi grado de ligereza o como lo quieras catalogar.

-Y le ha ido muy bien. A excepción de un programa, que encima llevaba su nombre. ¿De los fracasos también se aprende?

-Fracasé con uno antes que ese. Mi primer programa fue en TV3, ‘El gran què', y solo hicimos dos. El segundo fue ‘El programa de Berto’, y emitimos tres. Es una trayectoria ascendente. Pero eso fue en 2018. Han pasado 16 años. No obstante, siempre la recuerdo como de las experiencias de las que más he aprendido. Lo que pasa es que te das cuenta de cómo funcionan nuestras memorias. Vengo trabajando en televisión desde 2007 estupendamente bien, he hecho dos series de éxito, he estado en el programa con Andreu Buenafuente durante todas sus temporadas, tenemos el programa de radio 'Nadie sabe nada', que lleva 10 años en la SER, y cada vez va mejor... Pero 'El programa de Berto' siempre se recuerda.. 

-Si le sirve de consuelo, no lo recordaba. Lo vi en Wikipedia y pensé que el éxito también conlleva el fracaso.

-Lo que pasa es que cuando acabé ese programa, a la semana después de la emisión, yo volví al de Andreu a hacer bromas sobre eso. Digamos que eduqué a mis seguidores a bromear sobre ello. Con lo cual no podría quejarme ahora y pedir que lo olvidaran.

-Reírse de uno mismo denota inteligencia. Hablemos de éxitos. Hablemos de sus series: ‘Mira lo que has hecho’ y ‘El otro lado’. ¿Tiene alguna otra en mente o más temporadas?

-'Mira lo que has hecho' ya se acabó y 'El otro lado' también concluye, pero podría continuar. Ahora tengo muchas cosas encima de la mesa, por suerte. Muchas ideas de ficción. Es lo que más me interesa.

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