El 'no' rotundo de una soltera de First Dates a su cita al saber a lo que se dedica: "Amigo, hasta luego"

Los solteros llegaban a First Dates con ganas de enamorarse, sin embargo, conforme avanzaba la cita e iban conociendo más a fondo sus gustos, han coincidido en que no eran el uno para el otro.

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Valentina sorprendía a Laura Boadocuando aparecía por la puerta del restaurante, la soltera estaba cubierta de tatuajes y la exconcursante de La Isla de las Tenciones no ha podido evitar exclamar: ¡Qué pasada!

Poco después camarera y soltera charlaban acerca de la vida tan complicada que había tenido Valentina. Se fue de casa a los 16 años y solo había tenido una pareja, la cual se suicidó y por eso terminó su relación.

La soltera no podía evitar pensar que había pasado por algo, pero le daba pena cómo se habían desenvuelto los acontecimientos. Sin embargo, prefería quedarse con lo bueno y con el aprendizaje que le había dejado su anterior pareja.

Le contaba a Laura que se dedicaba a los tatuajes, y que, además, era anilladora profesional. En las relaciones, buscaba a una persona alegre y enérgica, y es entonces cuando ha aparecido Pablo, su cita.

Pablo se describía como una persona que buscaba el bien dentro de tanto mal, además, se le han iluminado los ojos al saber que su cita era de Colombia, un país que a él le encantaba.

Mientras continuaban cenando y hablando, Valentina ha comentado que estaba muy involucrada en el mundo del arte. De hecho, admitía que hacía música emo mezclada con rap y trap.

A Valentina le apasiona viajar, pero Pablo no ha podido seguirle la conversación en ese aspecto porque confesaba que no había tenido mucho dinero ni tiempo para ello.

La profesión de Pablo, un 'no' gigante para Valentina

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La cita no terminaba de ir mal. Es verdad que no sentíamos esa chispa que encendía todo, pero se notaba que los concursantes estaban a gusto conociéndose. Sin embargo, sería un comentario por parte del soltero el que cambiaría el mood de la cita.

Hablando de sus profesiones, Pablo hablaba orgullosamente de que se estaba sacando las oposiciones para ser policía. Valentina no ha podido morderse la lengua y rápidamente ha exclamado: "Amigo, hasta luego".

Este comentario no le ha terminado de gustar a Pablo, que ha querido saber la opinión de Valentina hacia el colectivo del que iba a formar parte. "Siempre me paran por la calle", admitía la soltera molesta.

Pablo argumentaba que seguramente sería por sus tatuajes, y que tenía que entender que la policía "tenía unas obligaciones". Al soltero no le podía enorgullecer más su profesión y le ha dicho directamente a Valentina que si a su pareja no le gustaba su profesión: "Ajo y agua".

Llegados a este punto, los solteros ya no tenían mucho que decirse, y, aunque ambos coincidían en que había sido una tarde agradable, no firmarían por una segunda cita. Sus formas de ser eran muy diferentes: Valentina era muy hippie y Pablo quería ser policía.

En esta ocasión, ha quedado demostrado que no todos los polos opuestos se atraen, haciendo que cada soltero se fuese por su camino sin posibilidad de remontar la cita.