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J. C. Ángeles: "Enseñamos un cambio en la forma de producir: que la gente se encuentre bien en el trabajo es una fuente de felicidad enorme"

El fundador y formador de 'Equipos Conscientes: el budismo aplicado a la empresa' busca enseñar un cambio en la forma de producir

Juan Carlos Ángeles, el fundador y formador de Equipos Conscientes: el budismo aplicado a la empresa.

Juan Carlos Ángeles, el fundador y formador de Equipos Conscientes: el budismo aplicado a la empresa. / Sangha Activa

Aplican la filosofía y herramientas del budismo a las empresas. Su objetivo es enseñar a trabajadores y directivos el camino de la felicidad. El resultado es por ende una mejor productividad. ¿Se imaginan tomarse con alegría su despido?, pues sucede. Juan Carlos Ángeles (Barcelona, 1962; consejero delegado de la cosmética Hipertin, formado en Química y Empresa) es uno de los fundadores y maestros de esta escuela insólita que se llama Equipos Conscientes. Habla desde sus ojos luminosos.

-Capitalismo y conciencia es a la luz de la Historia un clarísimo oxímoron. ¿Qué hacen en Equipos Conscientes para desmantelarlo y que ambos conceptos convivan?

Intentamos generar una conciencia para cambiar la manera de producir, porque es lo que realmente puede transformar nuestra forma de vida. Si conseguimos que haya líderes conscientes, tendremos más posibilidades de que el mundo cambie para bien. En la empresa, como en cualquier entorno humano, se dan todas las interacciones y relaciones posibles, y por tanto es favorable para aplicar lo que nosotros conocemos: el camino de la consciencia.

-Pero capitalismo es por definición una máquina de progreso y enriquecimiento, ¿alguna vez había sido espiritual?

Como sistema productivo está orientada a lo obtención de recursos y se han dado en su sistema todas las circunstancias negativas del ser humano. Por eso nos planteamos el reto de enseñar a los individuos a crecer como personas dentro del ámbito empresarial, gestionar las situaciones que conducen a la desigualdad y hacer posible una relación espiritual y humana. No todo el capitalismo tiene porque ser negativo; la ciencia, el progreso, las condiciones de vida de las personas se benefician de este sistema de trabajo, el menos malo de los que hasta ahora conocemos, pero que tiene que mejorar. El capitalismo es progreso, pero está demostrado que puede y tiene que tener cuidado con lo que maneja, y enriquecer su entorno no sólo en términos económicos sino principalmente vitales.

-¿Cómo llegan a la conclusión de que la filosofía budista es aplicable y beneficiosa para la economía y la empresa?

Es exactamente la pregunta que varios ceos de Capitalismo Consciente (organización internacional que trabaja por un cambio de paradigma en la empresa) le hicimos al Lama Dondrub (director espiritual de la comunidad budista Sangha Activa), y ahí comienza todo, año 2001: él nos transmitió que tal era el sentido práctico de la filosofía budista, que es una visión de la vida muy pragmática y orientada al camino de la felicidad. El budismo siempre ha sido reivindicativo de lo que la sociedad necesita y exige.

-Capitalismo Consciente surge de la necesidad, les cito, "de aliviar la soledad del líder ante su responsabilidad". ¿Los líderes no son seres autosuficientes? ¿En su caso, pecaba tal vez de cierto exceso de sensibilidad?

Cierta sensibilidad o búsqueda espiritual si había, pero sin ningún hallazgo hasta ese momento. Al asociarnos compartíamos nuestros miedos y ansiedades, y esto es la base de la resistencia humana. Y poníamos en práctica dos máximas: no juzgar y no dar consejos.

-Y ahora, ¿qué conciencia se le queda a usted cuando despide a un trabajador o recorta el salario de la plantilla?

Cuando uno lidera, a veces ha de alejarse de apegos y tomar decisiones. Son cosas que ocurren hasta en el seno de la familia. Cuando la supervivencia de la empresa está en juego o cuando una persona individual no encaja, aplicamos nuestra ética y una comunicación asertiva sobre las razones del despido, incluso del recorte. En términos concretos, al cesado se le explica por qué no es la persona idónea y se le da un período para que encuentre un nuevo puesto de trabajo. Y te puedo asegurar, porque se han dado ejemplos muy concretos, que lo entienden y siguen participando de nuestras enseñanzas.

-¿Utilizan técnicas de meditación y relajación para que los trabajadores sean más productivos, como los gurús de Silicon Valley llevan tiempo haciendo a base de mindfulness?

Utilizamos la meditación como herramienta determinante para la gestión de las emociones aflictivas y las relaciones vitales. Que sean más productivos es una consecuencia, nunca un objetivo. Y la experiencia nos ha demostrado que sí, que quienes se implican resultan más productivos. Pero el objetivo es el desarrollo y crecimiento personales, y la espiritualidad.

-Juan Carlos, más allá pues de la mejora productiva, ¿a usted le interesa de verdad y per sé que sus trabajadores se sientan alegres?

¡Claro! La alegría es uno de los cuatro pensamientos ilimitados, es una herramienta para la felicidad y, además de tener una aplicación fácil, es necesaria. Los entornos tristes tienden al estrés, mientras que la alegría relaja, suelta, expande.

-¿La alegría se entrena?

Por supuesto. Es un pensamiento, como el amor, la compasión o la ecuanimidad, que si los entrenas con las herramientas propicias te llevan a estados mentales muy elevados. Los pensamientos favorables se entrenan, sí.

-Y ¿en qué consiste esto de "armonizar", que tanto repite en sus lecciones?

Entiéndelo como un termostato: solemos transitar de la reacción o emoción aflictiva a la emoción positiva extrema. Nosotros entendemos que lo mejor es el camino del medio: no dejarse arrastrar por las emociones, sino permanecer centrado, ecuánime, calmado.

-¿Y de qué modo estas técnicas meditativas y de autoconocimiento cohesionan y armonizan las empresas?

A través de un proceso de autoconocimiento, generación de calma y trabajo sobre las emociones, llegan a ese "estado armonizado" en el cual la comunicación y las interrelaciones son mucho más equilibradas y positivas. El entorno laboral, por su exigencia, es muy vulnerable al conflicto; ellos lo han entendido así y esta toma de conciencia les da poder para ver de antemano la reacción y parar a tiempo: desde la calma se decide, se resuelve y se crea mejor.

-¿Y qué ocurre cuando existe un grupo armonizado y otro, probablemente mayoritario, que prescinde? ¿Se llevan bien, se respetan?

Hay respeto, e intentamos que el grupo meditador sea referencia: es necesario que armonice al resto de la empresa.

-¿No se dan situaciones de descalificación, inquina, ironía, chanza al menos?

Sí, a veces sucede, pero ahí está tu entrenamiento para discernir que estás ante una reacción, que el otro intenta entregarte su rabia y que no has de responder, no debes recibir su aflicción.

-¿Huir en este caso sería lícito? Huir del conflicto.

Sí, todo es válido menos reaccionar frente a la rabia provocando más dolor, o estancarse en una emoción.

-¿El trabajo puede ser fuente de felicidad?

Sin ninguna duda: es una realización humana. Es una parte importante de nuestro mandala vital, el conjunto de nuestros ámbitos de vida. Le dedicamos mucho tiempo, energía, formación, y lograr estar bien en el trabajo es una fuente de felicidad enorme.

Juan Carlos Ángeles, el fundador y formador de Equipos Conscientes: el budismo aplicado a la empresa.

Juan Carlos Ángeles, el fundador y formador de Equipos Conscientes: el budismo aplicado a la empresa. / Sangha Activa

-Defina por favor "crecimiento personal", ¿sinónimo de espiritualidad tal vez?

Es un paso previo. Las fases del proceso serían: desarrollo personal a base de herramientas para el bienestar, o sea autoconocimiento y relajación; luego viene el crecimiento personal, donde gestionas las emociones y sucede la transformación de la mente orientándola desde la base de la consciencia hacia el estar bien, y por último llegaría el estado espiritual, que es el más elevado de la mente, donde se encuentra compasión, amor, ecuanimidad y alegría empática. Si uno se queda en las herramientas, no hace sino apagar fuegos, después del estrés me relajo y así entro en un bucle continuo.

-¿La decisión de solicitar sus enseñanzas han de partir del ceo de la empresa?

Por supuesto. En Equipos Conscientes, como en Capitalismo Consciente, todo ha de partir del líder, que ha de tener un trabajo previo para poder aplicar lo que llamamos cultura consciente: el saber hacer y las herramientas. Y necesita tener un propósito: cuál es la visión de mi empresa.

-¿Qué no es el objetivo económico?

No, tiene que ver con las personas: para qué les sirvo. Con estos cuatro pilares, liderazgo, cultura y propósito, se llega al último eslabón, que es la trascendencia: que la consciencia impregne todas las áreas de la empresa.

-¿Y qué hay de los responsables de Recursos Humanos, los malos de la película en toda corporación, también ellos llegan a armonizarse?

Sin duda: son un catalizador, porque representan la conexión entre las personas. Aconsejamos que participe un 50% de la plantilla, que estén representados todos los departamentos, que haya diversidad y que el jefe de personal se implique: es básico porque es quien intermedia entre los trabajadores.

-El objetivo último, corríjame, es llegar a tener una mente luminosa, que por definición, ¿qué sería?

Una mente capaz de reconocerse, ver sus oscilaciones y buscar su estabilidad; yo he de saber discernir qué características necesita mi mente para estar en el camino de la felicidad, que es el propósito, el foco. Estamos sujetos a la impermanencia de la realidad, o sea el cambio, la decadencia y la descomposición (se hunde mi empresa, me quedo paralítico, se muere el ser que más quiero), pero si uno está en ese camino, viviendo en el único momento posible, el presente, podrá autorregularse.