ANÁLISIS

Un baluarte para el fin de la pandemia

La sanidad es salud. Claro que sí. Pero es mucho más que eso

Una persona con mascarilla pasea por la malagueña calle Larios en pasado mes de abril.

Una persona con mascarilla pasea por la malagueña calle Larios en pasado mes de abril. / Daniel Pérez

Nieves Salinas

Nieves Salinas

Quiere el azar que la redacción de EL PERIÓDICO DE ESPAÑA se ubique a unos pasos del edificio, en la madrileña calle Salustiano Olozaga, donde nació y creció una figura ilustre: el doctor Gregorio Marañón. Una suerte de guiño para el arranque de una sección tan diversa y tan compleja como es la de Sanidad en un momento muy especial: el inicio del fin de una pandemia que ha marcado a toda la sociedad en su conjunto.

La sanidad es salud. Claro que sí. Pero es mucho más que eso. Es, por supuesto, política y es, también, gestión, tecnología, industria farmacéutica, gasto sanitario... La sanidad es ciencia -bendita ciencia- y es investigación. Es inversión, o la falta de, pero es, sobre todo, lo que preocupa a sus profesionales y lo que angustia a los pacientes, el centro de todo.

"Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir, y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir. Solo el que sabe es libre y más libre el que más sabe". Es quizá, precisamente, una de las frases más célebres del doctor Marañón. Nace este diario con ansias de vivir plenamente la actualidad, en un escenario mucho más favorable al de otros tiempos, tan recientes que escuecen. Por primera vez en muchos meses, España respira. Todavía con mascarilla, alerta, con restricciones. Pero respira. 

Un grupo de gente paseando con mascarillas por las calles de Barcelona

Un grupo de gente paseando con mascarillas por las calles de Barcelona / Manu Mitru

La previsión al escribir estas líneas es que nuestro país llegue en breve a una incidencia de 50 casos de covid por 100.000 habitantes, la cifra que la Organización Mundial de la Salud (OMS) utiliza cuando se habla de volver a la normalidad. Cerca de un 80% de los españoles ya tienen la pauta completa de vacunación. Hay quien se aventura, incluso, a poner fecha al principio del fin de la pesadilla vivida. Allá por la primavera de 2022. Ojalá. 

Asignaturas pendientes

Por delante, un futuro marcado por un presente que todavía escuece. En la agenda, temas como la creación, por Ley y antes del segundo semestre de 2022, de un Centro Estatal de Salud Pública -que coordine esfuerzos frente a futuras emergencias sanitarias- o la ley general de Salud Mental propuesta por Unidas Podemos, que pretende ir más allá nueva Estrategia Nacional de Salud Mental que prepara el Gobierno, que podría estar lista antes de que finalice el año. Un documento largamente esperado y que incidirá especialmente, entre otros, en la prevención del suicidio.  

Toca analizar la gestión que se ha hecho de la pandemia. El sistema sanitario -tan frágil, tan vulnerable- ha estado contra las cuerdas.

Además, toca analizar la gestión que se ha hecho de la pandemia. El sistema sanitario -tan frágil, tan vulnerable- ha estado contra las cuerdas. Es hora de ver la respuesta que se ha dado ante la brutal embestida del virus. El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas ya han decidido qué expertos se ocuparán de semejante cometido. Las enfermeras, por lo pronto, se han quejado de que no estarán presentes en ese comité de evaluación.

Sanidad rural y listas de espera

Hay otras materias urgentes. Apostar por una sanidad pública robusta, esa de la que tanto nos gusta presumir, esa que tanto defendemos, implica, sí o sí, hacerlo por una Atención Primaria asfixiada desde tiempos inmemoriales como denuncian sus médicos y enfermeras. Sangrante la situación de la sanidad rural. La telemedicina o las videoconsultas han sido potentes herramientas cuando tocó practicar medicina de guerra en una sanidad que no cesaba de surfear olas. Todavía ahora son muchas las consultas que continúan atendiéndose de forma telemática. ¿Es la solución? Está por ver.

En el horizonte, la ingente tarea de ponerse al día en la atención de quienes han sufrido un doble padecimiento.

Adelgazar las listas de espera es otro cometido pendiente. En el doloroso limbo de estos meses, son muchos los pacientes que se han quedado sin diagnóstico, sin pruebas, sin operaciones. En el horizonte, la ingente tarea de ponerse al día en la atención de quienes han sufrido un doble padecimiento.

El camino de los pacientes

Durante estos trepidantes días previos a la salida de EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, esta redactora ha preguntado en distintos foros por dónde pasa el futuro de la sanidad en España. Casi nada. En la suma de voces, lema de este diario, surge quien, como la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) considera urgente un profundo proceso de transformación digital del sistema o renovar el parque tecnológico o quien, desde la sanidad privada, pide contar con el sector para aumentar las plazas MIR y ayudar a combatir la falta de profesionales sanitarios. 

Pero son los pacientes quienes mejor verbalizan por dónde emprender el camino. No prescriben medicamentos, no definen los presupuestos, no gestionan ni administran la sanidad, no son un laboratorio o una industria farmacéutica, pero "sí son sensibles a las realidades en las que vivimos", en palabras de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), que representa a más de 45.300 mujeres afectadas por esta dolencia. 

Mujeres que, este próximo 19 de octubre, celebrarán su día y piden, también, que las decisiones que adopten el Gobierno y las comunidades sean vinculantes a todo el territorio. Que no se produzcan desigualdades como que se te realice una prueba o se te administre un tratamiento -como los más innovadores- en función de la comunidad en la que cada uno resida.  

La Sanidad, al final, es un todo. Atañe a todo. Pasa por todo. Pero es, por encima de todo, humanidad.

La Sanidad, al final, es un todo. Atañe a todo. Pasa por todo. Pero es, por encima de todo, humanidad. Solo así tiene sentido. Desde esta sección que ahora arranca en EL PERIÓDICO DE ESPAÑA se aspira a dar voz a todos aquellos que tengan algo que decir en este apartado y, por supuesto, a denunciar, a cuestionar, a destapar y a relatar todo aquello que les preocupa en tiempos de salida de pandemia, como dice nuestro director, Fernando Garea. Todo un reto por delante.