ENERGÍA

'Ángeles de la guarda' de la eficiencia energética cuando no llega la subvención: "Nos ha tocado la Lotería"

Socaire es un colectivo sin ánimo de lucro que canaliza ayudas privadas para hacer obras de rehabilitación. En la actualidad, han cambiado las ventanas de un centro social de Usera y de ocho viviendas de Villaverde

Un operario cambia una de las ventanas del centro de Alucinos en San Fermín, Usera.

Un operario cambia una de las ventanas del centro de Alucinos en San Fermín, Usera. / EPE

Roberto Bécares

Roberto Bécares

"Ha sido una sorpresa, como si nos hubiera tocado la lotería". Carmen García tiene una sonrisa de oreja a oreja. Desde primera hora de la mañana un operario está sustituyendo las antiguas ventanas de hierro y cristal del local por unas de PVC de alta gama, transmitancia baja y doble vidrio. "Estamos muy contentos. Se lo contamos a todo el mundo, que es una subvención. Vamos a ahorrar mucho en los recibos de energía", asegura la coordinadora de proyectos de Alucinos, una asociación de apoyo y seguimiento a menores y jóvenes de San Fermín, en Usera, uno de los barrios más humildes de Madrid.  

En el suelo de los despachos de la oficina, varios calefactores eléctricos que dentro de nada no se van a tener que usar con tanta asiduidad ya que el frío va a dejar de inundar la oficina, de alrededor de cien metros cuadrados. "Es que las ventanas de hierro y cristal no aislaban nada. Al final tiras de los aparatos de calor con el consecuente gasto de electricidad. Habíamos buscado presupuesto para cambiarlas, y se disparaba", razona en el interior de la oficina pero con el abrigo puesto Carmen, cuya asociación atiende a cerca de unas 1.500 personas al año, y para la que resultaba inviable afrontar el gasto de la reforma de la sede más antigua que tienen en la capital: abrió a principios de los 90.   

El azar quiso, sin embargo, que se cruzara por su camino Socaire, una asociación sin ánimo de lucro que se dedica a ofrecer asesoramiento energético social. Entre otras cuestiones, canalizan partidas de financiación de privados para ayudar a mejorar la eficiencia energética, una de los grandes retos de la sociedad en el siglo XXI y donde también es perfectamente patente la propia brecha social. 

Vulnerabilidad energética

Según un informe de la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), alrededor de un 43,5% de la población está en situación de vulnerabildad enegética, que es estar en riesgo de sufrir pobreza energética, o lo que es lo mismo, la incapacidad de satisfacer las necesidades básicas de suministro de energía en el hogar. Cerca de la mitad de la población, asimismo, ni ha realizado reformas para la rehabilitación energética de su vivienda ni siquiera se lo ha planteado.  

Colectivos como Socaire vienen a tratar de romper esa tendencia. "Llevamos muchos años trabajando con EDP-Energias de Portugal, que es Total Energy, en concreto con su Fundación, y ahora nos han pedido un proyecto de rehabilitación energética con el que pretenden tener un impacto alto en viviendas y locales", explica Belén Sánchez, arquitecta y coordinadora de proyectos sociales en Socaire, que tras recibir el requerimiento de la Fundación, se lanzó a buscar asociaciones y viviendas que necesitaran rehabilitación de ventanas. 

Imagen de la ventana que había (derecha) y la que se está instalando nueva en el centro de Alucinos de Usera.

Imagen de la ventana que había (derecha) y la que se está instalando nueva en el centro de Alucinos de Usera. / EPE

"Enseguida nos dijeron que sí," cuenta Belén sobre Alucinos, uno de los beneficiarios de las ayudas, además de los habitantes de ocho viviendas de Villaverde Bajo, también en Madrid, y otras beneficiarias en Valencia, donde cooperan en un proyecto europeo de Clima y Energía. En cada comunidad, apunta Belén, hay una casuística distinta. "Si en Valencia nos encontramos con que hay mucho problema con la humedad, aquí en Madrid los veranos son cada vez más calurosos", explica la coordinadora de Socaire, una especie de ángel de la guarda de la eficiencia energética. 

Asesoramiento

Según lamenta Belén, cuyo colectivo también ofrece servicios de asesoramiento energético a personas o entidades que sí se pueden permitir obras de rehabilitación energética, como la instalación de placas fotovoltácas, y buscan bonificaciones fiscales, muchas veces "el papeleo" que exigen las administraciones dificulta el acceso a ayudas. 

"Un dato muy preocupante", señala en ese sentido Paz Serra, responsable de proyectos y campañas de CECU, es que "un 52,7% de las gente que realiza rehabilitaciones energéticas no ha podido solicitar las ayudas por diferentes complicaciones, entre ellas burocráticas, como que no cuenten con la documentación necesaria". En ese sentido, sostiene que debería mejorar la "manera en que la administración se relaciona con las ayudas", que han aumentado en los últimos meses con los planes Next Generation de la Unión Europa.

Las subvenciones están ahí, pero en muchos casos se desconocen. De acuerdo al citado estudio de CECU, el 60% de los españoles desconocen cualquier tipo de ayuda estatal -del Ministerio de Transición Ecológica-, autonómica o municipal, dedicadas en algunos casos a mejorar la envolvente de los edificios o cambiar el sistema de calefacción por aerotermia. Así, mientras comunidades del norte de España, como Euskadi, "son más agiles" para ejecutar presupuestos, otras "como Madrid están a la zaga". "Estamos a 17 velocidades", apuntilla Serra, que incide en que no debemos entender sólo la pobreza energética como un problema que se vive en invierno por no poder calentar y mantener calientes las viviendas, sino en verano. 

"Nos hemos dado cuenta de que hay un menor grado de satisfacción con la temperatura en verano que en invierno y los motivos por los que no se pone un aire/acondicionado suelen ser económicos", asegura. "También hay un problema de pobreza energética en verano por la ineficiencia de las viviendas en España, que no estaban adaptadas para las olas de calor", señala. En ese sentido, añade que un elemento que mejora muchísimo la eficiencia energética son los sistemas de aerotermia, que sirven tanto para iniverno como para verano, "y como funcionan con electricidad pueden funcionar a día de hoy con energía 100% renovable".