LA "REFLEXIÓN" DEL PRESIDENTE

Génova afronta un escenario de “división total” tras la carta de Sánchez y da por hecho que seguirá en Moncloa

El PP ve "una maniobra que está en la naturaleza" del presidente, que busca "relanzarse a sí mismo" para afrontar el ciclo electoral y dar un cambio en la opinión pública tras meses muy complicados. Feijóo advierte del "clima de polarización" que provoca y le reprocha la "victimización"

El PP pide la comparecencia urgente de Pedro Sánchez: "Para dar una explicación razonada de los escándalos que rodean a su partido, a su gobierno y a su pareja"

Sara Fernández

Paloma Esteban

Paloma Esteban

La sorpresa más absoluta invadió la sede nacional del PP cuando Pedro Sánchez hizo pública su carta, anunciando una “reflexión” de cinco días sin actividad presidencial hasta comunicar  -lo hará el lunes- si sigue o no en la Moncloa. Nadie esperaba un giro similar.

Por la mañana se había celebrado la única sesión de control que habrá en las próximas tres semanas, con las elecciones catalanas en medio. Los populares habían preparado a conciencia las preguntas al presidente y sus ministros -el auge de Bildu, el regreso de Puigdemont, la campaña catalana, el caso Koldo y hasta las horas bajas de Yolanda Díaz- para tratar de causar un desgaste preelectoral importante. Pero evitaron, en una decisión también estratégica, hablar de la mujer del presidente del Gobierno. Era el primer duelo parlamentario desde hacía semanas en el que ni Alberto Núñez Feijóo ni su plana mayor pronunciaba el nombre de Begoña Gómez desde el escaño.

Fue Pedro Sánchez el que llegó con rostro muy serio al hemiciclo, bastante antes de lo que lo hace normalmente, y además no agotó los tiempos durante las réplicas (dos minutos y medio tiene para cada dirigente que le pregunta). Quiso exhibir un fuerte malestar. Y dio una pista al contestar a Gabriel Rufián: “Incluso en días como hoy sigo creyendo en la justicia de nuestro país”. Antes de comenzar el control ya había saltado la noticia en ‘El Confidencial’ de que un juzgado de Madrid había abierto diligencias secretas contra la esposa de Sánchez. Las informaciones de este medio sobre los contactos de Begoña Gómez con empresas que después recibieron un rescate público o se beneficiaron de contratos con la administración promovieron la denuncia del sindicato Manos Limpias.

Precisamente, que fuera ese el denunciante dio munición al Gobierno para desacreditar la investigación abierta. Y la realidad es que tampoco el PP quiso entrar al asunto como venía haciendo semanas atrás. Fuentes de la cúpula siguen pensando que las investigaciones judiciales sobre la mujer del presidente y todo lo relacionado con la ‘trama Koldo’ tendrán avances importantes más allá de estas diligencias. Recuerdan que las indagaciones se remontan a un año y que el sumario aún debe arrojar datos cruciales. En todo caso, reconocen que decidieron evitar el asunto en la sesión de control conscientes de que el Gobierno buscaría “victimizarse” y “relacionar al PP” con una denuncia que “no es nuestra”. “Nosotros no nos hemos personado siquiera”, insistían en el partido. 

Por eso achacan a la fuerte repercusión internacional de la noticia -la prensa extranjera sí se hizo eco de una investigación por corrupción a su mujer- y la “incapacidad” de sacarlo del foco con otras noticias -como la confirmación de Teresa Ribera como cabeza de cartel para las europeas- “la maniobra final” de la tarde.

Un “golpe de efecto”, dicen en el PP, “que está en la naturaleza del presidente”, recordando incluso cómo salió de la secretaría general del PSOE hace años y regresó. Y el resto de decisiones que han ido acompañando su trayectoria política. En Génova dan por hecho que el lunes Sánchez comunicará que seguirá en el Gobierno.

No ven consiste la posibilidad de un adelanto de las generales, que en todo caso no podrían convocarse hasta el 29 de mayo, cuando se cumple un año de la última disolución de las Cortes. “Busca relanzarse a sí mismo. En recuperar la imagen que tan desgastada está con otro giro de los suyos”, repiten dirigentes de peso, alertando, eso sí, de que “el escenario será de división y polarización brutal”.

Los populares muestran “preocupación” por la decisión del presidente, “inédita y nunca vista en otros países del entorno”, dicen, “denunciando una campaña de jueces y medios de comunicación” por un “problema judicial” sobre el que ni siquiera, repiten, ha dado explicaciones públicas.

“Aquí hay investigaciones judiciales. Y si no hay nada que ocultar, no debería tener problema en explicarlo. Nunca se ha visto una cosa similar con una mujer del presidente del Gobierno. Ni con el PP, ni con el PSOE”, repiten en Génova. “Ha perdido el norte. Habla de persecuciones y suspende la actividad durante cinco días. Ni lo merece la sociedad, ni la imagen que damos como país”, aseguran en la cúpula conservadora, mostrando “especial molestia” por la “victimización excesiva” que ven en la carta del presidente.

De hecho, por ese mismo motivo Feijóo aprovechó una entrevista radiofónica el miércoles por la noche para recordar las “difamaciones” que también sufrió su pareja semanas atrás y que quedaron desmentidas. “El presidente y la vicepresidenta Montero me gritaban que sí, y que había más cosas”, recordó el líder del PP. También mencionó “las portadas que acumula el novio de Isabel Díaz Ayuso” preguntándose si la presidenta de la Comunidad tendría también que suspender su actividad. “Aquí de lo que se trata es de hacer creer que todo está contra él. No hay ninguna campaña. Él tiene problemas y quiere poner a funcionar la máquina del fango. Que la gente crea que somos todos iguales”, repetían en el entorno de Feijóo.

La campaña catalana comienza este jueves por la noche. En el PP se desplazarán hasta esa comunidad, reconociendo que también estudiarán los distintos escenarios que puedan abrirse el lunes. Pero descartan unas elecciones generales. Y asumen un escenario de división social con la que Sánchez busca darle la vuelta al ciclo electoral, especialmente las elecciones europeas “que tiene perdidas”.