ENFERMEDADES INFANTILES

¿Cuándo tengo que ir con mi hijo al médico o a urgencias porque le duele la barriga?

Las molestias en el abdomen son muy frecuentes en la etapa infantil y pueden estar provocadas por múltiples enfermedades y causas, pero no siempre hay que visitar el hospital

Este dolor de tripa puede provocar depresión en el niño.

Este dolor de tripa puede provocar depresión en el niño. / Freepik

Patricia Martín

Patricia Martín

El dolor de tripa en niños es casi tan frecuente como que tengan tos, mocos o fiebre. Aparece periódicamente y provoca entre el 2% y el 4% de las visitas al pediatra y el 10% a los servicios de urgencia. El motivo es que la zona entre el pecho y la cadera contiene muchos órganos, como el estómago, el hígado, los intestinos o los aparatos reproductores, y el dolor puede deberse a múltiples causas. Además, puede aparecer de repente y ser agudo, pero de corta evolución. O un dolor crónico, continuo o intermitente.

Reconocer bien los síntomas, cuáles son las causas más frecuentes que causan dolor abdominal y cuándo hay que preocuparse o acudir al médico puede ayudar a las familias ante una de las dolencias infantiles más frecuentes. Estas son algunas de las pautas que ofrecen los profesionales sanitarios:

Dolor intenso y de corta evolución

El dolor de tripa intenso pero de corta evolución puede deberse a una causa abdominal, sobre todo a una gastroenteritis, que generalmente causa diarrea, vómitos y a veces fiebre. Pero también puede ser causado por una enfermedad ajena al abdomen, como intoxicaciones o infecciones como amigdalitis o neumonía, que en ocasiones repercuten en la zona del abdomen.

Dolor abdominal crónico

Cuando el dolor se prolonga varios días o semanas, aunque aparezca de forma intermitente, recibe el nombre de dolor crónico. Puede estar motivado por lo que los médicos denominan una causa orgánica, es decir, una enfermedad o infección; como reflujo, úlcera, estreñimiento, celiaquía o alergias alimentarias. Pero también se puede producir por causas 'funcionales': es decir, sin que esté causado por un problema médico. En menores de 5 años las causas son predominantemente orgánicas y, en los mayores de esa edad, el 67% es dolor funcional.

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria avisa de que los dolores por causa funcional "son reales, no imaginarios", pueden afectar a la vida diaria y empeorar con el estrés o los cambios en la flora intestinal. Entre ellos destaca el intestino irritable, la migraña abdominal y el dolor abdominal funcional, que padecen en torno al 30% de los niños en edad escolar pero es bastante desconocido, por lo que los médicos han lanzado una campaña para que las familias sepan reconocerlo. Se trata de un dolor que aparece al menos cuatro días al mes, durante al menos dos meses, y no siempre durante la comida.

¿Qué debo hacer para ayudar al niño?

En primer lugar, hay que prestar atención al estado general del niño: si acusa fiebre, hay cambios en sus deposiciones, está decaído o tiene mal color. También hay que observar el dolor y, si el niño puede expresarse, intentar averiguar dónde se localiza exactamente, si es continuo o intermitente, y si se alivia con el cambio de postura, con la expulsión de gases o la defecación... Además, la Asociación de Pediatría de Atención Primaria aconseja que no se fuerce a los niños a comer, si no les apetece, y recomienda, para aliviarles, que se les haga un masaje, se les aplique calor o se les insista en que hagan deposiciones. También es importante que beban líquidos con frecuencia, aunque despacio, no de golpe, para evitar vómitos. Si el niño vomita mucho o tiene diarrea aguda, se le puede dar soluciones orales con sales y azúcares que le ayuden a recuperar el equilibrio hídrico.

¿Cuándo acudir al pediatra?

Se aconseja pedir cita con el pediatra cuando el dolor aumenta con el tiempo y no muestra algún tipo de mejoría trascurridas 24 horas. También si va acompañado de dificultades para tragar, si las heces tienen sangre, son blancas o negras, si va a acompañado de vómitos y diarrea, no retiene líquidos y ambos síntomas no cesan. También si hay pérdida de peso y si aparecen otros síntomas como dolor en las articulaciones, tos, molestias al orinar o lesiones en la boca.

¿Cuándo se debe acudir a urgencias?

Los pediatras aconsejan que se acuda directamente a un servicio de urgencias si el dolor es continuo, muy localizado en el lado derecho del abdomen, porque puede ser apendicitis, va en aumento y dificulta su actividad normal. Además, también conviene acudir si el abdomen está tenso, duro o hinchado, si los vómitos son continuos, verdosos o con sangre y si hay deposiciones negras o con sangre. También si el dolor se debe a algún golpe o traumatismo.