SIN PASAR POR EL CONGRESO

El Gobierno sorteará el veto de sus socios al aumento del gasto militar con modificaciones presupuestarias

Desde Hacienda reconocen la complejidad de incrementar el gasto por la prórroga de los Presupuestos y rebajan el convencimiento del ministerio de Defensa de cumplir con la senda marcada para llegar al 2% del PIB

Sánchez cifra en 56.000 millones el déficit en Defensa de los países europeos y llama a rectificar la creencia de que “sin invertir en defensa se garantizará la paz”

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con la ministra de Defensa, Margarita Robles, durante el pleno del Congreso de este miércoles.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con la ministra de Defensa, Margarita Robles, durante el pleno del Congreso de este miércoles. / JOSÉ LUIS ROCA

Iván Gil

Iván Gil

El Gobierno está comprometido en aumentar el gasto militar. Así lo volvió a reivindicar Pedro Sánchez durante su comparecencia en el Congreso este miércoles para corregir las carencias en la industria armamentística y contribuir en el seno de la UE a la disuasión de Rusia por su “deriva imperialista”. Un objetivo que se topa con dos principales dificultades: el rechazo de sus socios y la renuncia a presentar los Presupuestos de 2024. En Moncloa son conscientes y para ello apuestan por modificaciones presupuestarias o el recurso al Fondo de Contingencias para evitar una votación el Congreso.

“Bildu y ERC siempre votan en contra”, reconocen fuentes de Moncloa para justificar que se sortee la Cámara baja. Un rechazo que también manifestó con contundencia Sumar durante el debate parlamentario. Fuentes de Hacienda descartan así otras vías como un crédito extraordinario para Defensa. El PP siempre se mostró a favor de incremento del gasto en Defensa, en línea con el objetivo de llegar al 2% del PIB en 2029 comprometido con la OTAN. De hecho, durante el último debate sobre el estado de la nación celebrado en 2022, PP y PSOE pactaron una resolución en esta línea, pero los socialistas prefieren no tener que acudir a sus votos, además de ponerlos en duda.

Desde Hacienda reconocen la complejidad de incrementar el gasto por la prórroga de los Presupuestos y rebajan en parte el convencimiento de otros departamentos. Principalmente de Defensa, aunque también de Economía, que dan por hecho que este 2024 se podrá aumentar el gasto en una décima más del PIB. Hasta el 1,3%, por encima de los 1.000 millones, para seguir la senda prevista y llegar al 2% en un lustro. Aun subrayando las dificultades, en el departamento que dirige María Jesús Montero se abren a buscar otros encajes a lo largo de este ejercicio. En los Presupuestos de 2023 la partida para Defensa ascendió a 12.825 millones de euros.

Las modificaciones presupuestarias son precisamente la forma que aducen en otros ministerios, como Transportes, para asegurar las inversiones comprometidas. Asimismo, Hacienda está negociando con el Gobierno de Canarias el cumplimiento de alguno de los hitos marcados en su pacto de investidura que puedan sacarse adelante, aun prorrogando las cuentas públicas. Otra de las alternativas que están sobre la mesa para seguir aumentando el gasto, pese a no contar con Presupuestos, tienen que ver con los ingresos del Ministerio de Defensa derivados de la venta de terrenos para construir vivienda pública a la SEPES (Entidad Pública Empresarial del Suelo).

Para Sánchez es una prioridad aumentar el gasto militar, como ya defendió en el marco del último Consejo Europeo. Aunque este miércoles no concretó ni cantidades ni los mecanismos, hizo referencia al “déficit de 56.000 en Defensa” entre los países europeos y pidió rectificar la creencia de que “sin invertir en defensa se garantizará la paz”. Asimismo, remarcó la necesidad de “reforzar la industria de seguridad y defensa” y anunció el acuerdo para destinar en el marco europeo 5.000 millones de euros más a la guerra de Ucrania.

Fondo Europeo para la Paz

El pasado mes de marzo, el jefe del Ejecutivo celebró una inusual reunión con los principales representantes del sector de la defensa para abordar “la importancia para el sector de aumentar la inversión en capacidad productiva e I+D y de crear empleo, además de elevar la participación y el liderazgo en los grandes programas europeos de defensa”. Todo ello, dentro de la perspectiva de la recién presentada Estrategia Industrial Europea de la Defensa que busca un incremento presupuestario.

En el marco del “refuerzo inmediato de las ayudas de España a Ucrania”, el presidente del Gobierno señaló que esta industria “es clave para hacer frente a las necesidades urgentes del ejército ucraniano”. El informe anual del Consejo de Seguridad Nacional señala igualmente este compromiso y pone en valor que en 2023 “se ha trabajado en inversiones y adquisiciones de sistemas de defensa que van en esa dirección”, además de incrementar la contribución financiera al Fondo Europeo para la Paz (EPF, por su siglas en inglés).

"Insensata carrera armamentística"

La titular de Defensa, Margarita Robles, viene justificando durante las últimas semanas este mensaje aludiendo a la amenaza de que Rusia extiende la guerra a otros países del este de Europa. En su última comparecencia en el Senado aseguró que “todo el mundo ve lo que dice Putin, que estamos muy próximos a la tercera guerra mundial, y que no tiene problema en utilizar armas nucleares. La amenaza de Putin es una amenaza real; lo dice cada día”.

Sánchez se desmarcó de esta retórica para evitar referirse a una tercera guerra mundial o de economía guerra. Una escalada verbal que, reconoció, solo ayuda a intranquilizar a la población para preferir hablar de disuasión e “invertir defensa para garantizar paz”. Pese a ello, los socios de coalición insistieron en la necesidad de abandonar el compromiso de subir el gasto en Defensa hasta el 2% del PIB. El portavoz de Sumar, Íñigo Errejón, advirtió a Sánchez que las “coaliciones no se salvan por separado”, sino que “hay que cuidarlas” para posteriormente pedirle que renuncie a la “insensata carrera armamentística”.