Negociación de investidura

ERC acusa a Montero de bloquear la negociación y avisa de que la investidura de Sánchez está en riesgo

La crítica que se formula es que la ministra está parando todo lo que tiene que ver con la transferencia de recursos a Cataluña: el traspaso de Rodalies y una mejora de la financiación autonómica

El president de la Generalitat, Pere Aragonès.

El president de la Generalitat, Pere Aragonès. / EP

Quim Bertomeu

La conversación telefónica entre Oriol Junqueras y Pedro Sánchez de hace dos semanas pareció ser el deshielo definitivo para llegar a un acuerdo de investidura entre ERC y el PSOE, pero, transcurrido este tiempo, este jueves los republicanos han hecho saltar las alarmas por el transcurso de la negociación. Desde Esquerra se acusa a los socialistas de estar bloqueando cualquier avance y se apunta a un nombre en concreto: María Jesús Montero. La crítica que formulan los republicanos es que la ministra de Hacienda está parando todo lo que tiene que ver con la transferencia de recursos a Catalunya, en concreto, el traspaso de Rodalies y una mejora de la financiación autonómica.

Desde hace dos días, Esquerra envía señales de su preocupación sobre los contactos con el PSOE. "No vamos bien", dijo el miércoles el president Pere Aragonès. Este jueves ha sido el líder del partido, Oriol Junqueras, quien desde Irlanda ha acusado al presidente Pedro Sánchez de no estar haciendo "nada" para llegar a un acuerdo. ERC ve problemas tanto en la carpeta del 'procés' -amnistía y mesa de diálogo- como en la de las cuestiones del día a día -financiación y Rodalies-, pero le preocupa especialmente esta segunda. "Los acuerdos políticos siempre se encallan en el ministerio de Hacienda", explica una voz republicana autorizada. "El tema de la financiación es uno de los que está más bloqueados", remata.

El problema es, en definitiva, de dinero. Tanto la cuestión de los trenes como la de la financiación exigen un esfuerzo del Gobierno y desde ERC se ven insuficientes los números que se ponen sobre la mesa. El enfado es aún mayor porque los republicanos consideran que, para facilitar las negociaciones, nunca han hecho públicas las cifras de sus reivindicaciones. Es decir, no han puesto en público un precio al traspaso de Rodalies ni tampoco a los recursos extras que quieren para la Generalitat. Y, aun así, la negociación no avanza.

El problema de ERC con la ministra Montero también se agrava porque considera que llueve sobre mojado. Los republicanos han aprobado los últimos tres presupuestos generales del Estado y no están satisfechos con el grado de cumplimiento de las inversiones. "Comenzamos a detectar un problema con ella. Las cosas se hablan políticamente y se acuerdan y cuando llegan a Hacienda se paran", lamentan fuentes republicanas. Hay tres incumplimientos que molestan especialmente a ERC y que también han salido en esta negociación: la financiación pendiente de los Mossos d'Esquadra, del hub digital de Sant Adrià de Besòs y el traspaso del Ingreso Mínimo Vital. Fuentes republicanas apuntan que se plantearon estas opciones para negociar "con un buen clima de confianza", eso es, cumpliendo lo pactado, pero aseguran que ahora lo que ven es que el PSOE busca "renegociar lo negociado" años atrás.

Junqueras interviene

Para medir el enfado también hay que tener en cuenta que haya tomado cartas en el asunto Junqueras. Los políticos, cuando están de viaje, tienden a aborrecer tener que hablar de las cuestiones 'domésticas'. Sin embargo, Junqueras no ha renunciado hoy desde Belfast, donde se ha reunido con el exdirgente del Sinn Feín Gerry Adams, a lanzar su particular aviso al PSOE: "Lo que es imposible es que haya un acuerdo si el Gobierno no hace nada para alcanzarlo".

El descontento republicano no solo se ha trasladado a través de los medios de comunicación. Este jueves el negociador de ERC Josep Maria Jové se ha reunido con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, aprovechando que este había viajado a Barcelona para asistir a un acto de la patronal Cecot y le ha comunicado el malestar en ERC por la falta de avances. Bolaños ha coincidido también en ese acto empresarial con el president de la Generalitat. Allí Aragonès le ha trasladado personalmente que "la negociación está encallada" y que hay que empezar a concretar "avances en firme". "Las negociaciones no están avanzando suficientemente y los plazos se agotan", concluyen desde el Palau de la Generalitat. En su discurso, Bolaños ha defendido la mesa de diálogo y la búsqueda de soluciones para Catalunya desde "un consenso social amplio y parlamentario", y ha exigido "valentía, responsabilidad y sensatez" para forjar un acuerdo que invista a Sánchez poniendo en valor que es posible el acuerdo en el que convivan las diferencias entre partidos.

La carpeta del 'procés'

Al margen de los problemas con Rodalies y la financiación, la negociación PSOE-ERC también tiene la carpeta del 'procés' con la amnistía y la mesa de diálogo como protagonistas. Esta parte es menos problemática, pero tampoco está cerrada. En lo relativo a la amnistía, el problema está en el "relato" que se hace en el preámbulo de la ley. Aquí, el PSOE y el independentismo siempre han tenido visiones irreconciliables. Los primeros creen que el 'procés' es un problema de "convivencia" entre catalanes mientras que los segundos hablan de un "conflicto político". Ahora ERC quiere que el preámbulo diga que el 1-O no fue delito, algo que los socialistas no están dispuestos a aceptar.

Lo curioso es que en lo que hay menos problemas entre ERC y el PSOE es en resucitar la mesa de diálogo que tanto costó reunir en la pasada legislatura. Los socialistas estarían en disposición de darle una nueva oportunidad teniendo en cuenta que los republicanos también han hecho un gesto: quieren llevar allí la discusión de un referéndum, pero sin exigir que se convoque en esta legislatura. Este mismo jueves desde Belfast, Junqueras no ha querido poner un horizonte a la votación. Uno de los aprendizajes de ERC del 1-O es que situar un punto en el calendario era más un problema que una solución. "Nunca es una cuestión de tiempo. Es siempre una cuestión de fuerza y de mayorías democráticas", ha concluido.