YIHADISMO

La Audiencia Nacional mantiene la investigación por terrorismo del asesinato del sacristán de Algeciras

El juez Gadea acuerda levantar el secreto de las actuaciones

El autor del atentado en Algeciras se llama Yassine Kanjaa, tiene 25 años y es de origen marroquí.

El autor del atentado en Algeciras se llama Yassine Kanjaa, tiene 25 años y es de origen marroquí. / Nono Rico

Cristina Gallardo

El juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea ha acordado mantener en este órgano la investigación del asesinato de un sacristán y las agresiones a otras personas cometidas por el ciudadano marroquí Yassine Kanjaa el pasado 25 de enero en Algeciras. De este modo, confirma que los hechos encajan en delitos de terrorismo y por ello rechaza inhibirse en favor de los juzgados gaditanos, tal y como pretendía la defensa.

El auto dictado por el magistrado de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción número 6 subraya que de las diligencias practicadas hasta el momento se infiere la existencia de indicios de que el asesinato y las agresiones cometidas respondían a fines buscados por el terror islamista. Por esta razón, y sin perjuicio de la calificación que se precise al finalizar la instrucción, puede hablarse de un presunto delito de asesinato y dos delitos de asesinato en grado de tentativa con fines terroristas de los que es competente la Audiencia Nacional.

Entre los elementos que sustentan esta postura, el juez apunta la identidad de las personas agredidas, el lugar de la comisión de los hechos, los datos aportados al procedimiento sobre acceso a páginas de internet y las propias manifestaciones realizadas por el investigado en su declaración, que permiten deducir que el fin pretendido se encuentra entre los enumerados en al artículo 573 del Código Penal relativos al terrorismo.

Levanta el secreto

Por otro lado, el juez levanta el secreto de las actuaciones que pesaban hasta este momento sobre la instrucción del caso, y que en su momento se acordó ante la posibilidad de acordar diligencias cuyo conocimiento podrían frustrar los fines de la investigación. Al desaparecer dicha circunstancia, la causa deja de estar secreta.

Hace tan sólo una semana, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional confirmó el mantenimiento de la prisión preventiva para Kanjaa, quien durante su declaración ante el juez Gada afirmó que que si quedaba en libertad iba a matar a más personas que estuvieran vinculadas a 'Satán' y que fueran "enemigos del Islam".

También se tuvo en cuenta porque el ataque perpetrado en Algeciras era de extrema gravedad, porque era un delito de asesinato consumado y dos en grado de tentativa, porque había riesgo de fuga y tambié de comisión de otros hechos delictivos por el recurrente en caso de quedar en libertad. En este caso, no sólo existen numerosos testigos directos de los hechos y grabaciones de vídeo, "sino que el propio investigado ha reconocido en su declaración ante el instructor su conducta, dando las explicaciones que estimó oportunas sobre sus motivaciones", apuntaba la Sala.

Actitud desafiante

De lo actuado hata el momento se desprende, según destaca el propio Gadea en su auto, que Kanjaa acudió sobre las sesis y media de la tarde a la iglesia de San Isidro sita en la Plaza de San Isidro de Algeciras, donde entró en el interior del templo y" empezó a vociferar expresiones y a realizar referencias a elementos religiosos propios del templo, al parecer en árabe y en español". Una testigo allí presente relató que no podía comprender con claridad lo que decía, refiriéndose, entre otras cuestiones al Corán, a la biblia y otros elementos religiosos y señalando una de las vírgenes de la Iglesia, en una actitud desafiante. Tras una breve disputa, Kanjaa abandonó el templo

Después de salir de la Iglesia, Yassin regresó a su domicilio con el objetivo claro y definido de ejecutar los hechos que se desarrollarían a continuación, y con esta finalidad cogió un machete de grandes dimensiones que guardaba en su habitación, lo ocultó bajo la chilaba negra que vestía, apagó su teléfono móvil y lo guardó en el interior de un cajón de su mesita.

Cuando salió de su domicilio armado se encontró con la primera de sus- víctimas, según el relato judicial, a la que le causa lesiones sin resultado de muerte. El propio Yassin reconoce que le agrede con intención de matarle, pues cree que es “un marroquí- español que frecuenta esa iglesia por ser converso y no practicar la auténtica religión, el islam”.

En ese momento regresó a San Isidro y se dirigió por el pasillo central hacia el altar donde se encontraba el sacerdote, portando el machete en la mano. Cuando éste llegó al altar el sacerdote trató escapar por el pasillo central cuando este había quedado libre de la presencia de Yasssin, pero cuando inicia la huida tropezó y cayó al suelo, momento en el que Yassin Kanjaa le profirió un golpe en la nuca.

Tras ello acudióa una segunda Iglesia, la de Nuestra Señora de la Palma, y allí se dirigió directamente hacia su víctima mortal, Diego Valencia. Le persiguió hasta la calle, donde el sacristán cayó al suelo, y ese es el momento en el cual el agresor le asestó dos golpes mortales "dirigidos a su decapitación". 

Una vez dejó en el suelo al fallecido, el agresor comenzó a caminarhacia el oeste de la plaza, realizando un gesto de victoria apuntando su machete hacia el cielo, y continuó caminando hasta llega hasta otra parroquia “Santuario De Nuestra Señora De Europa”. Allí empezó a golpear la puerta con patadas en hasta cuatro ocasiones, no consiguiendo su objetivo por lo que continuó su marcha por la calle Murillo hacia el denominado Mirador el Muro, donde volvió a realizar el gesto de victoria con el machete en la mano hasta ser detenido, concluye el relato del instructor.