POLÉMICA

El PP se enreda con Vox y el plan antiaborto en Castilla y León

Los populares intentan desmarcarse del plan pero admiten lo anunciado por el vicepresidente

El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo (i), y el consejero de Economía y Hacienda y portavoz, Carlos Fernández Carriedo, comparecen en una rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, este jueves en Valladolid.

El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo (i), y el consejero de Economía y Hacienda y portavoz, Carlos Fernández Carriedo, comparecen en una rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, este jueves en Valladolid. / EFE/Nacho Gallego

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La connivencia y convivencia con Vox en Castilla y León ha vuelto a meter en un aprieto al Partido Popular a cuenta del nuevo protocolo de medidas antiabortistas anunciado por el vicepresidente de la comunidad, Juan García-Gallardo. Tanto a nivel nacional como autonómico se han deslizado en las últimas horas desautorizaciones y matices a una medida que ha desatado la polémica y el rechazo frontal de otras fuerzas políticas, así como de médicos y feministas, y que, lo que es más importante, mantiene la incógnita sobre qué ocurrirá a partir de ahora cuando una mujer embarazada que acuda a una consulta médica en Castilla y León, vaya o no con intención de abortar.

El vicepresidente castellanoleonés protagonizó este jueves por la mañana una rueda de prensa junto al portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo (PP), en la que presentó el nuevo protoco "provida" y de fomento de la natalidad que va a poner en marcha la comunidad y que, entre otras cosas, obligará a los profesionales sanitarios a ofrecer a las mujeres que quieran abortar tres posibilidades: atención psicosocial, escuchar el latido fetal o una ecografía 4D.

Este plan, según dijo el dirigente de Vox, fue "negociado y consensuado" con la Consejería de Sanidad -en manos de los populares-, sin embargo, esta no tardó en salir a la palestra para matizar las palabras de García-Gallardo cuando comenzó a levantarse la polémica a través de redes sociales.

MATICES Y RECHAZO

A última hora de la tarde, fuentes de la Consejería dirigida por el popular Alejandro Vázquez matizaron lo expuesto. Según indicaron a EFE, no se obligará a los médicos a ofrecer una ecografía para que la embarazada escuche el latido fetal ni tampoco una ecografía 4D si no es por sospecha de alguna anomalía, negando así dos de las medidas que el vicepresidente había anunciado horas antes. Según esta primera versión, el protocolo iba a continuar como hasta ahora.

Tras estos matices, la desautorización llegó desde el PP nacional este viernes. El portavoz del Comité de Campaña, Borja Sémper, aseguró que el partido no está de acuerdo con la propuesta de Vox sobre el aborto y advirtió de que no están dispuestos "a tragar con cualquier cosa". "No estamos dispuestos a tragar con cualquier cosa y el PP cuando no esté de acuerdo lo va a decir y va a rectificar las políticas que (...) consideramos que son equivocadas", remarcó en una entrevista en Antena 3.

Tras estas declaraciones y tras declinar hacer declaraciones durante todo el jueves, el líder de Vox, Santiago Abascal, mostró este viernes su respaldo a las medidas provida anunciadas por García-Gallardo y avisó de que su formación se mantendrá "firme" en su defensa.

 "Lo que nos sorprende es que haya gente que en un drama como el aborto no quiera dar información, asistencia y alternativa a las mujeres. Nosotros nos vamos a mantener firmes", dijo.

RECTIFICACIÓN Y DEFENSA

Lo sorprendente es que tras los matices que los populares deslizaron en los primeros momentos, incluso el rechazo de Sémper, comenzaron a virar su discurso para defender lo anunciado por el vicepresidente de Vox. La primera en hacerlo fue la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de Castilla y León, la popular Isabel Blanco, afirmando que el servicio público de salud autonómico (Sacyl) sí ofrecerá a las mujeres embarazadas los servicios que anunciados y que la Consejería de Sanidad misma había negado.

"Esos servicios se ofrecerán a todas las mujeres embarazadas y ellas elegirán si los quieren o no; avanzar en la mejora de la calidad, dar más servicios, más prestaciones, es bueno", dijo en declaraciones a los medios de comunicación en Burgos.

En la misma línea se pronunció más tarde el propio consejero de Sanidad, que defendió que las relaciones de los populares con García-Gallardo son "excelentes" y tras decir que todo iba a seguir igual, apuntó a "pequeñas matizaciones" respecto a lo anunciado por el vicepresidente, pero con la garantía del cumplimiento de la legislación existente en materia de aborto.

Según detalló Vázquez a EFE, sí habrá algunos cambios en los procedimientos, pero no hay "nada significativamente diferente" entre lo que han anunciado los representantes de PP y los de Vox sino que la polémica parte de que "a veces los protocolos son difíciles de entender por alguien que no esté todos los días encima de ellos o por un tema tecnológico de las ecografías 4D", en referencia a las explicaciones dadas por el vicepresidente.

García-Gallardo insistió de nuevo este viernes en que las medidas se aplicarán "inmediatamente" y según lo consensuado con la Consejería de Sanidad. Posteriormente, a través de un tuit, ha reiterado esa tesis y se ha remitido a la "nota de prensa difundida ayer por la Consejería de Sanidad", en la que se especificaba que habrá un "protocolo de latido fetal dentro de la atención programada en el primer trimestre" de la gestación.

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