Feijóo no dará la batalla ideológica y renuncia a una convención antes de las generales

El PP no actualizará su ponencia política antes de que termine el próximo ciclo electoral. La dirección nacional tiene decidido no celebrar una convención de ese tipo, que implica revisar el ideario y los valores políticos de la organización (con su debate y enmiendas correspondientes) y la próxima vez que lo haga será directamente en un congreso nacional. El único gran acto que hará el próximo año será de tipo programático, donde se hablará de ideología y economía en un contexto puramente electoral

Un evento que en el entorno de Alberto Núñez Feijóo consideran relevante porque será previo a las elecciones autonómicas y municipales, que son la cita clave para el futuro del PP. Antes se celebrarán dos actos de presentación de candidatos en el mes de enero.

Lo que sí hará el partido es seguir con sus actos sectoriales sobre la sedición y la malversación por distintas ciudades de España. Unos mítines en los que el líder conservador se está volcando y en los que aumentará el nivel de crítica contra el Gobierno dados los últimos acontecimientos. A partir de ahora incluirán una denuncia expresa sobre el “control de la justicia” por parte de Moncloa, que se une a la crisis institucional sobre la que Feijóo viene advirtiendo en los últimos días. El mensaje de Génova en este momento ha subido de decibelios: el Ejecutivo “ha traspasado todos los límites”, afirman, y en una entrevista en el diario ‘El Mundo’ este domingo Feijóo pidió abiertamente elecciones anticipadas.

La insistencia de llamar a las urnas de las generales cuanto antes (Pedro Sánchez volvió a descartar ese adelanto el Día de la Constitución en el Congreso) coincide con la pinza que de nuevo han puesto a funcionar Vox y Ciudadanos pidiendo al PP que se una a la moción de censura contra el presidente.

Los dos partidos, a diferencia de los conservadores, creen que el Congreso debe pronunciarse sobre la permanencia de Sánchez en el poder aunque ya esté clara la derrota parlamentaria. El partido de Santiago Abascal lleva semanas animando a movilizaciones en la calle e Inés Arrimadas también es partidaria de estos movimientos frente al PP, que sigue sin sumarse abiertamente a protestas de este tipo.

SIN REARME IDEOLÓGICO

Las otras formaciones de la oposición insisten en considerar “tibia” la respuesta de los populares a los “escándalos” que a su juicio está cometiendo el Gobierno con la reforma del Código Penal a medida de los independentistas y por una vía exprés que no tiene precedentes en el Parlamento tratándose de modificar delitos tan delicados y vía enmienda. 

En Génova insisten en que su hoja de ruta es otra y no la alterarán otros partidos, igual que tampoco han sucumbido a las peticiones de abrir el debate ideológico del partido. Ya lo hicieron algunos dirigentes con motivo del congreso que impulsó el liderazgo de Feijóo. En aquel momento, por la crisis salvaje interna que afrontaron los conservadores, Esteban González Pons (encargado de pilotar el cónclave) ya descartó que pudiera convocarse una ponencia política por falta de tiempo. Quedaría para más adelante. 

La última que el partido debatió y aprobó fue bajo la batuta de Mariano Rajoy en 2017. Detrás de él ha pasado el breve mandato de Casado y la llegada del expresidente de la Xunta. Pero en la dirección dejan claro que ese debate llegará de la mano del próximo congreso nacional y en ningún caso antes de las elecciones generales. 

A pesar de las dudas que generaba el hecho de si Feijóo querría o no convención ideológica (Carmen Navarro, miembro del comité de dirección, deslizó en su día que la cúpula sí había abordado la posibilidad), la decisión siempre fue no hacerla. “Nunca ha estado sobre la mesa”, zanjan en el núcleo duro del presidente. 

En el PP de Madrid también se mostraban partidarios de esa convención y, de hecho, renunciaron a organizar la suya propia este otoño (era el plan inicial de Isabel Díaz Ayuso) tras hablar con Génova y recibir el mensaje de que era poco adecuado que los madrileños lanzasen un evento de esas características si el PP nacional renunciaba a hacerlo. La presidenta lo llegó a decir con claridad en una entrevista con este periódico.