INVESTIGACIÓN

Villarejo vuelve a confesar ser el autor de la grabación al CNI: "Algún día contaré cómo lo hice"

El comisario reconoció en dos conversaciones ser el promotor del registro de una reunión confidencial que mantuvo el ex jefe de Asuntos Internos de la Policía con agentes del CNI por el 'caso del Pequeño Nicolás'

Marcelino Martín-Blas trató de investigar las actividades del clan policial desde abril de 2012, según consta en las anotaciones de los diarios de Villarejo, cuya veracidad se confirma con los audios del comisario

El excomisario José Villarejo.

El excomisario José Villarejo. / EUROPA PRESS

Tono Calleja Flórez

"Lo que quieren ocultar es que los cecilios [agentes del CNI] le habían pinchado [al Pequeño Nicolás] el canuto [teléfono]. Y claro, con la grabación esa que ha aparecido, que dice que he sido yo, tiene cojones, yo, que no estaba en esa reunión, pero yo soy el que la ha grabado tal y cual, bueno... algún día contaré cómo lo hice...". De esta forma, el comisario José Manuel Villarejo daba entender el 6 de mayo de 2015 al magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, pero también al financiero Adrián de la Joya y a un empresario de comunicación, que él había sido el autor de la grabación de una reunión confidencial de trabajo, celebrada en octubre de 2014, en la que el entonces jefe de Asuntos Internos de la Policía Nacional, el comisario principal Marcelino Martín-Blas, conversaba con varios agentes del Cuerpo Nacional de Inteligencia (CNI) sobre el caso del Pequeño Nicolás.

Audio de Villarejo sobre la conversación grabada al CNI

Audio de Villarejo sobre la conversación grabada al CNI /

Por la grabación de esta conversación y su posterior difusión en la prensa el ex mando policial se enfrenta en un juicio, que se inició la semana pasada, a una petición por parte de la Fiscalía Provincial de Madrid de cuatro años de cárcel. El Ministerio Público le considera el principal responsable de los hechos, una operación en la que también habría participado la mujer de Villarejo, Gemma Alcalá, periodista y editora del periódico digital 'Información Sensible'; pero también un redactor de este desaparecido diario, a quien se le acusa de haber realizado la llamada que inició la grabación de forma remota.

La publicada hoy es la segunda grabación en la que Villarejo confiesa ser el autor. "La he grabado yo", reconoció en una conversación que tuvo lugar el 17 de diciembre de 2014, en la que el ex mando policial respondía al entonces director adjunto operativo (DAO) de la Policía, Eugenio Pino, que estaba aportando información sobre el caso.

Desde 2012

Martín-Blas era, desde al menos desde abril de 2012, el principal antagonista de Villarejo, según consta en las anotaciones de las agendas de Villarejo, que se confirman con todas las grabaciones conocidas hasta el momento. El 24 de abril de 2012 redactó: "Big [el comisario Enrique García Castaño]. Muy preocupado porque Marcelino Martín-Blas ha comentado con Severino el control de peticiones". EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ha confirmado que esta anotación alude a la intención del entonces jefe de Asuntos Internos de prohibir que García Castaño, uno de los integrantes del presunto clan policial de Villarejo, tuviera acceso como jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), a las peticiones de intervenciones telefónicas. La unidad policial que luchaba contra la corrupción policial trataba de evitar que el jefe de la UCAO alertara a otros agentes de que estaban siendo grabados.

La conocida en la prensa como “guerra de comisarios” se inició en 2012, según reconoció en su primera declaración en la Audiencia Nacional el entonces director adjunto operativo de la Policía, Eugenio Pino. Este comisario principal aseguró que Martín-Blas le reclamó que se pincharan los teléfonos de varios agentes, que eran sospechosos de filtrar las investigaciones sobre la trama Gürtel, que tocaba de lleno al Partido Popular.

Todo empezó porque Marcelino Martín-Blas solicitó la intervención del teléfono del señor Villarejo, del señor Carlos Salamanca y del señor [José Luis] Olivera, allí en la Plaza de Castilla”, confesó Pino al juez el 17 de enero de 2019, en una comparecencia en la que aseguró que frenó la investigación. Los comisarios implicados fueron alertados de las intenciones de Asuntos Internos, por lo que el jefe de la unidad que luchaba contra la corrupción policial se convirtió desde entonces en el principal rival del clan policial. Una reunión celebrada el 17 de diciembre de 2014, también grabada por el cabecilla del clan, pone de manifiesto que tanto García Castaño como Villarejo promovieron la destitución de Martín-Blas, que lideró la comisión judicial en la se investigó la grabación al CNI, que ha sentado en el banquillo al ex mando de la Policía.

"Vicente Galán"

Sin embargo, el ex jefe de Asuntos Internos ha sido procesado en la Audiencia Nacional por su supuesta colaboración en el espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas. En concreto, se le acusa de poner a disposición del clan policial mafioso de Villarejo a la unidad de Asuntos Internos, en concreto al inspector jefe Jesús Vicente Galán. Este agente, cuyo nombre aparece en los diarios del ex mando policial como vinculado al exjefe de la UDEF José Luis Olivera, -este último procesado en el caso Kitchen-, declaró que durante una operativa policial Martín-Blas le advirtió de que cerca vivía Bárcenas. Sin embargo, en una ulterior comparecencia rechazó haber recibido ninguna orden para seguir al extesorero del PP.

Martín-Blas ha negado en todo momento haber colaborado con el "clan policial". Más bien, al contrario, ha asegurado que en todo momento trató de investigar sus actuaciones. Como por ejemplo en el caso Emperador contra la mafia china en España, tal y cómo relató Eugenio Pino al magistrado Manuel García-Castellón: "A raíz de eso Marcelino [Martín-Blas] intervino y colocó en un informe que le pidió la Fiscalía Anticorrupción que ahondara sobre la operación King o Gao Ping, y Marcelino metió al hijo de [Villarejo] que no era policía”, lamentó el DAO en su declaración, en la que concluyó: “Aquello fue ya, digamos, la hecatombe”.

El ex jefe de Asuntos Internos y los agentes del CNI mantuvieron el encuentro, que ahora Villarejo confiesa haber grabado, el 20 de octubre de 2014. En la reunión analizaron el caso de Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el Pequeño Nicolás, al que acusaban de hacerse pasar de forma fraudulenta como miembro del espionaje español. El propio Martín-Blas también denunció a la Fiscalía que las cloacas de la Policía habían tenido acceso a un sistema israelí para grabar conversaciones a distancia.

El hallazgo de las agendas del ex mando policial también ha permitido confirmar que el propio Eugenio Pino autorizó la compra opaca y con fondos reservados de un sistema espionaje a la firma israelí Rayzone Group, tal y como adelantó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Esta redacción también ha publicado que Pino confesó haber aprobado el contrato con esta empresa. De forma literal dijo el 17 de diciembre de 2014, en la mencionada grabación de Villarejo: "Lo he autorizado. He dicho yo que sí, que lo pago yo de mi dinero", en alusión a los fondos reservados del Ministerio del Interior.