Crisis en el Govern

Las cuatro condiciones por las que Junts amenaza con salir del Govern

Más allá de la restitución de Puigneró, el resto de las demandas posconvergentes son "inasumibles" para ERC

Pere Aragonès y Laura Borràs.

Pere Aragonès y Laura Borràs. / Oscar Bayona

Poco antes de las 21 horas del viernes, Junts envió su propuesta de cuatro puntos para negociar con ERC. Las demandas de los posconvergentes, que exigen que haya acuerdo antes del lunes, tenían como contrapartida la retirada de la amenaza de pedir que Aragonès presentara una cuestión de confianza, prerrogativa exclusiva del propio 'president'. Este gesto de Junts se entendería como su voluntad de mantenerse en el Govern. Las cuatro demandas son rechazadas de plano por ERC, en los términos que se han expresado, hasta el punto que exigen una nueva propuesta para sentarse formalmente a negociar.

Restitución Jordi Puigneró

Cuando los republicanos leyeron esta demanda estuvieron en un tris de doblar la hoja y devolverlo al sobre. Una exageración periodística, sí, pero que describe fidedignamente el pensamiento de ERC. Puigneró fue cesado el miércoles una vez este confirmó que sabía que Albert Batet iba a amenazar con solicitar una cuestión de confianza a Pere Aragonès y no se lo comunicó al 'president'. La indignación del jefe del Executiu apenas se temperó con el paso de las horas. Restituir a Puigneró sería tanto como decir que ya vuelve a confiar en el exvicepresidente o, peor, que está dispuesto a lapidar su credibilidad por evitar que Junts salga del Govern. Y no es el caso.

El retorno del 'estado mayor'

La creación de un nuevo 'estado mayor' y la relación que este debería tener con el Consell per la República, la entidad creada y dirigida por Carles Puigdemont, fue el principal asunto por lo que se atascó y dilató la negociación del pacto de Govern, entre ambas fuerzas, en abril y mayo del 2021. ERC entiende que, desalojados de la presidencia, los posconvergentes precisan de este ente (con dotes directivas) y bajo las alas del CxR para seguir ostentando una posición de fuerza. Los republicanos se muestran abiertos a crear un "espacio estratégico de consenso", que no se sitúe por encima de Aragonès y, por supuesto, que no esté bajo la supervisión de Carles Puigdemont. Según Efe, Junts quiere que la primera reunión de este nuevo 'sabnedrín' se celebre la próxima semana.

La presencia de Junts en la mesa de diálogo

Fue la primera gran fisura del Govern ERC-Junts. Los posconvergentes presentaron su alineación cara a la celebración de la mesa de diálogo y negociación con el Estado, de mediados de septiembre del 2021, e incluyeron a cargos orgánicos del partido y no a 'consellers', Jordi Puigneró a parte. Aragonès vetó esos nombres por entender que el plan de Govern establece que la negociación Estado-Generalitat es entre ejecutivos. Ahora, en la nueva propuesta de Junts, los posconvergentes exigen tener manos libres para alinear a quien quieran. Sean o no 'consellers'.

Los posconvergentes, además, exigen acotar los temas a debatir en ese foro de diálogo a la autodeterminación y la amnistía, como señala el pacto de investidura y Govern. Finalmente, demandan activar la comisión de seguimiento, el órgano que debe preparar antes de las reuniones y analizar, después, el trasncurso de las conversaciones.

Coordinación en el Congreso

Gabriel Rufián, Puigdemont se escindió del PDECat pJunts per Catalunya

ERC entiende que el eterno soniquete de la coordinación en el Congreso es un intento de Junts por recuperar en los despachos la relevancia e importancia que perdieron en las urnas. En la propuesta del viernes, según fuentes del Govern, lo que se demanda es que se negocie conjuntamente ERC-Junts, tanto los Presupuestos Generales del Estado, como la propia estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez.

En cuanto a las votaciones más técnicas, o sectoriales, Junts pide que se decida el sentido de acuerdo con lo que defienda la 'conselleria' implicada. Por poner un ejemplo, una votación sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat llevaría a que ERC votará lo que dijera el titular que suceda a Jordi Puigneró.

Finalmente, JxCat demanda que se cree el espacio de coordinación entre el Govern y los partidos con escaños en el Congreso. Una comisión que presidirían Aragonès y el vicepresidente, de Junts.