CRISIS CON ARGELIA

Albares amortigua el golpe argelino pero el conflicto diplomático sigue abierto: Bruselas pide negociación

“Argel no hablará con Sánchez. Un cambio de Gobierno en Madrid podría encauzar las cosas", Yahia Zoubir

“La UE puede respaldar en materia de comercio, pero no en competencias diplomáticas”, Ana María Martín

Jose Manuel Albares viaja a bruselas por la crisis argelina

Jose Manuel Albares viaja a bruselas por la crisis argelina / EFE/EPA/STEPHANIE LECOCQ

Mario Saavedra

Mario Saavedra

Han sido 72 horas de infarto para la política exterior española: Argelia suspende el tratado de amistad y congela el comercio con España, Bruselas advierte a Argel de las consecuencias, Argel recula. La crisis diplomática sigue abierta, en canal, pero el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, parece haber salvado el primer golpe, el económico. 

La UE ha respaldado a España sin titubeos en el terreno comercial, en un comunicado conjunto del Alto Representante de la Política Exterior, Josep Borrell, y del vicepresidente comunitario, Valdis Dombrovskis que afea la conducta argelina y advierte de consecuencias. Pero con un mensaje a pie de página: hay que buscar una salida acordada al conflicto. Argel ha respondido con otro en el que niega haber congelado el comercio exterior. Añade que nadie de Bruselas les ha llamado antes de amenazarlos con consecuencias comerciales. 

El ministro Albares sigue considerando el conflicto como algo creado unilateralmente por parte de Argel (“Aquí no hablamos de algo que haya hecho el gobierno de España, sino de una decisión que ha tomado el gobierno de Argelia”, ha dicho). Analistas argelinos le dan la vuelta al argumento, y dicen que España ha disparado a la línea de flotación del orgullo y la seguridad nacional, a pocos días del 60 aniversario de su independencia. 

Pero tres días después, en el Gobierno español respiran aliviados y transmiten euforia. Fuentes del ejecutivo y de Exteriores creen que no hay resquicios en el apoyo dado por Bruselas, que ha fijado las líneas rojas que Argelia no puede traspasar en sus represalias comerciales. Interpretan el comunicado posterior del Gobierno argelino como una marcha atrás clara.

En esencia, Argel niega haber congelado las transacciones comerciales, aunque el lenguaje empleado en la nota hecha pública por la misión de Argelia en la Unión Europa es calculadamente críptico: "En lo que respecta a la supuesta medida de detener las transacciones corrientes con un socio europeo, sólo existe en el espíritu de quienes la reivindican y de los que se han apresurado a estigmatizarla". 

“El comunicado es ambiguo, probablemente adrede”, explica un diplomático. “A pesar de que Argelia haya negado la detención de transacciones con ‘un socio europeo’ (haciendo alusión a España), sí se han observado dificultades por parte de empresas españolas en sus transacciones desde bancos argelinos”, explica a este diario Ana María Martín, consultora de Asuntos Públicos de ATREVIA en Bruselas.

Argelia confirma, de nuevo, es el suministro de gas, como ya hizo hace un mes el presidente de la República árabe, Abdelmajid Tebboune. La misión diplomática argelina ha dicho este viernes que corresponde a las empresas "asumir todos sus compromisos contractuales". En realidad, Sonatrach, la empresa de gas, es una compañía pública controlada por el Gobierno argelino.

Sin contactos 


La crisis parece estar gestionándose sin prácticamente contactos directos. Una guerra de comunicados. 

Argelia ha denunciado que la UE ni siquiera se ha puesto en contacto con ellos antes de emitir el suyo. "La Comisión Europea reaccionó sin consulta previa ni verificación alguna con el Gobierno argelino a la suspensión por parte de Argelia de un tratado político bilateral con un socio europeo, en este caso España, sin asegurarse de que esta medida no afecta directamente a ninguno de los dos o indirectamente sus compromisos contenidos en el Acuerdo de Asociación Argelia-UE", reza el comunicado.

La Unión Europea, por su parte, pide a España diálogo. La cuestión diplomática es tarea de Madrid. “La política comercial es competencia exclusiva de la UE, y la UE está dispuesta a hacer frente a cualquier tipo de medidas coercitivas aplicadas contra un Estado miembro de la UE. Sin embargo, la UE sigue privilegiando el diálogo primero para resolver las controversias [...] Estamos listos y deseosos de apoyar estos esfuerzos”.

“El respaldo queda justificado bajo la competencia de la UE en materia de comercio, como es este caso, pero no ante aquellas de carácter diplomático”, subraya Ana María Martín.

¿Está España hablando con Argelia? El Ministerio de Exteriores no ha querido responder a este diario sobre si hay o va a haber contactos diplomáticos o alguna iniciativa más allá de la llevada a cabo este viernes con la Unión Europea. 

España mantiene un embajador en Argel, Fernando Morán Calvo-Sotelo (hijo del exministro Fernando Morán López y sobrino del expresidente del Gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo). 

“Creo que hay funcionarios en ambos países, en España especialmente en el PP, con buenas relaciones entre sí y que pueden trabajar por canales alternativos”, opina en conversación con

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA

Yahia Zoubir, profesor de Relaciones Internacionales de la escuela de negocios Kedge. Zoubir, argelino y con contactos en el Gobierno del país magrebí, añade: “Argel no hablará con Sánchez. Un cambio de Gobierno en Madrid podría encauzar las cosas. Hay que darse cuenta de que el tratado ha sido suspendido, no anulado”.

Diplomáticos españoles consultados por este periódico se muestran estupefactos por la situación. ¿Cómo se puede cauterizar la herida? Una crisis similar con Marruecos terminó con Arancha González Laya fuera del Ministerio de Exteriores hace poco más de un año. 

Albares mantiene un tono combinado de reproche y conciliación. “Aquí no hablamos de algo que haya hecho el gobierno de España, sino de una decisión que ha tomado el gobierno de Argelia. El Gobierno de España no ha tomado ni una sola decisión que afecte a Argelia, ni una sola palabra que produzca una escalada”, ha dicho, para añadir: “El Gobierno de España quiere mantener las mejores relaciones posibles tanto con Argelia, como con todos sus vecinos. Relaciones basadas en la amistad, como la del pueblo español con el pueblo argelino”.

El jefe de la diplomacia española ha conseguido trasladar el peso del problema comercial a Bruselas y, con ello, una rebaja del tono utilizado por Argelia. Al menos por el momento. El próximo 5 de junio, Argelia, un país con una fuerte identidad nacional y un gobierno militar, celebrará el 60 aniversario de su independencia de Francia.