GOBIERNO

EH Bildu asistirá a la manifestación contra la reforma laboral y aleja un acuerdo con el Gobierno

Las movilizaciones se celebrarán bajo el lema 'No a la reforma laboral' en vísperas de que el real decreto se vote en el Congreso de los Diputados

Arnaldo Otegi.

Arnaldo Otegi. / EFE

Los socios de investidura alejan un acuerdo con el Gobierno para convalidar la reforma laboral. Si este miércoles ERC endurecía su postura acusando al ejecutivo de "chantaje" e "intoxicación" durante las negociaciones, desde EH Bildu confirman que acudirán el próximo domingo a las manifestaciones contra esta medida que han sido convocadas en País Vasco por los sindicatos mayoritarios ELA y LAB. Una protesta que remarca aún más la oposición de los abertzales y que se producirá sólo unos días antes de que el decreto estrella de Yolanda Díaz desembarque para su convalidación en el Congreso, algo que está previsto para la primera semana de febrero.

Las posiciones están enconadas, y Félix Bolaños ya apelaba a la 'vía Ciudadanos' para sacar adelante la norma, acordada con sindicatos y CEOE, defendiendo la necesidad de "ensanchar mayorías". Los naranjas, que se han ofrecido como alternativa al bloque de investidura, sólo sumarían una mayoría en caso de que el Gobierno llegara a un acuerdo técnico con el PNV, que pone como condición la prevalencia del convenio autonómico sobre el estatal. Pese a las presiones de sus socios habituales, en Moncloa se mantienen firmes en su intención de convalidar el decreto sin modificaciones, ya que cualquier cambio en el texto conllevaría la salida de los agentes sociales. La patronal ya ha avanzado que, de producirse este extremo, rompería puentes para futuras negociaciones con el Ejecutivo.

Mientras los jetzales se muestran más posibilistas respecto al acuerdo y sólo contemplan una exigencia, que bien podría ir en una norma independiente al nuevo marco laboral, la entente nacionalista sellada entre ERC, EH Bildu y BNG arrecia su oposición contra el Ejecutivo. El propio Gabriel Rufián anunció la creación de un "frente común contra la reforma laboral", en referencia a estos grupos parlamentarios; una alianza de la que se desmarcaron Más País y Compromís.

El portavoz republicano aseguró que votar el actual texto era "traicionar a la clase trabajadora" e insistió en su intención de incluir cambios, entre ellos exigía recuperar las indemnizaciones por despido, una petición que ya ha sido descartada por el Ministerio de Trabajo: "Cuando al comienzo de una negociación te dicen que no va a haber cambios, eso no es una negociación, es un chantaje", vino a decir el dirigente de ERC. Conforme avanzan los días, las posturas se hacen más irreconciliables.

En EH Bildu, otro de los socios habituales del Gobierno que posibilitó la investidura de Pedro Sánchez, la lejanía es aún mayor. Si en Unidas Podemos confían en que los republicanos terminen cediendo y votando el real decreto, sí admiten el riesgo de que los abertzales acaben consumando su 'no' al nuevo marco legal del mercado de trabajo.

El partido nacionalista pactó el pasado mayo con el Ejecutivo la "derogación íntegra" de la reforma laboral para apoyar la quinta prórroga del estado de alarma, en un acuerdo que después fue rectificado por los socialistas y rebajado a una derogación de los aspectos más lesivos. Sin embargo, menos de un año después, los abertzales consideran que el resultado queda muy lejos de lo prometido y califican el real decreto como "un cúmulo de renuncias y falsas promesas".

"El acuerdo frustra las expectativas de las gentes de izquierdas", alegan, al tiempo en que piden cinco puntos, alineados con las exigencias de ERC, como la vuelta de los 45 días al año de indemnización por despidos improcedentes, endurecer la causalidad de los despidos objetivos o la autorización administrativa de los ERE. Unas medidas que, de aceptarse, implicarían la salida de los agentes sociales del acuerdo.

Lejos de cualquier posible acercamiento, fuentes de EH Bildu confirman a este medio la presencia de dirigentes del partido en las movilizaciones que tendrán lugar el próximo domingo 30 de enero, en vísperas de la votación de la reforma laboral en el Congreso de los Diputados. Una decisión que aleja toda opción de acuerdo con Moncloa, y que ya da por hecho una falta de entendimiento que consolidará el rechazo al texto. Con ninguna esperanza de que el Gobierno se avenga a introducir modificaciones en el texto, los abertzales se preparan ya para ejercer su oposición.

Para entender esta postura hay que tener en cuenta la posición del partido en el escenario político vasco, donde EH Bldu busca diferenciarse del PNV y, en contraposición, se ha aferrado al 'no' a la reforma laboral, presionado también por los sindicatos mayoritarios. ELA y LAB, las organizaciones convocantes, aglutinan el 41% y 19% de la representación sindical, respectivamente, y están alineados con las tesis de la izquierda nacionalista.

Las principales manifestaciones se celebrarán en las tres capitales vascas y en Pamplona bajo el lema No a la reforma laboral. Así, también han llamado a sus afiliados a concentrarse en las puertas de sus centros de trabajo en la víspera de la votación en la Cámara Baja. Unas protestas donde EH Bildu estará presente, trasluciendo la oposición que mostrará poco después en el Congreso a través de su voto.