Opinión | DEPORTES

Doctor Beltrán, el personaje

El personaje del Doctor Beltrán era imprescindible para asentar un club en Primera, con su aureola de Peter Pan eternamente infantil y por tanto dispuesto a todo sin sentido del ridículo

Putin mata a Navalni

Goyas tan fríos como la nieve

Bartolomé Beltrán

Bartolomé Beltrán / / DIARIO DE MALLORCA

La primera palabra que inunda la cabeza a la hora de recordar a Bartolomé Beltrán es "personaje". Cultivó la espuma mediática, la fama que permite apacentar enemigos de alcurnia, el poder que autoriza a recibir ataques de José María García, la euforia de superar en audiencia televisiva a Jesús Hermida. Descubrí el carácter del también médico de Campanet en la pregunta clave de la entrevista:

-¿Tiene más metros de ego o de intestino?

-He dedicado mi vida a diferenciarme, para lo cual estoy inventando continuamente mi propia supervivencia. ¿Sabe usted por qué los médicos y comunicadores buscamos los aspectos que nos distingan de los demás? Porque todos queremos que nos elijan.

Toda su vida quiso ser el elegido, y pronto aprendió que "es más fácil triunfar en Madrid que en Mallorca, para esto último se necesitan unas condiciones de las que carezco". Lo decía después de que PP/PSOE le ofrecieran el número uno a la alcaldía de Palma, pero antes de salvar y encumbrar al Real Mallorca con el dinero de Antonio Asensio.

El personaje del Doctor Beltrán era imprescindible para asentar un club en Primera, con su aureola de Peter Pan eternamente infantil y por tanto dispuesto a todo sin sentido del ridículo:

-¿Cuál es su techo?

-Seguir haciendo lo que quiero, pero siempre subiendo la escalera.

Y un día desapareció escalera arriba, años antes de su muerte. No fue un presidente más del Mallorca, el club vive todavía de la impronta del ginecólogo que lo alumbró, aunque la entidad se desempeña ahora bajo criterios calvinistas. Solo espero que no le caigan encima obituarios pomposos a quien supo bromear con todas las aristas de su personaje:

-¿Los ginecólogos ligan tanto?

-Los ginecólogos trabajan donde los demás se divierten.

Habrán visto que firmaba "médico y comunicador". Uno de los participantes en la lluvia torrencial de comentarios que desataban los artículos de Beltrán firmó su discrepancia "fontanero y comunicador". El recién llegado se aclimató con soltura a la atmósfera hiperventilada de luna Liga, derrochadora incluso en lo económico. Tenía el descaro de Gil Laporta, más una biblioteca donde Jardiel Poncela convivía con Barthes.

Se defendía desde la erudición, al fingir que no deseaba ser idolatrado "porque la admiración es la antesala de la envidia". Y aunque estas palabras no serán empleadas como su testamento, ahí va su definición de Mallorca hace exactamente treinta años. "Somos una tierra conquistada y vendida en un montón de ocasiones. La última invasión, la turística, es la peor de todas, porque ha dañado nuestra cultura". Genio y figura. 

El expresidente del Mallorca ahora fallecido necesita una biografía. Aventaba la polémica, se adelantó a la cultura de los influencers. El Doctor Beltrán, médico y comunicador, fue el protagonista de su vida. Es más de lo que pueden decir la mayoría de personas y personajes porque, de nuevo en sus palabras, "yo estoy ya en el futuro".