Opinión | MUNDO DIGITAL

Récord de beneficios, daños incalculables

La demanda a Meta sostiene que el modelo de negocio se basa en la creación de una suerte de adicción de los jóvenes, que propicia su uso descontrolado.

Mark Zuckerberg.

Mark Zuckerberg.

El emporio que controla redes como Facebook o Instagram, llamado ahora Meta, propiedad de Mark Zuckerberg, ha sido noticia durante la última semana. Por una parte, y según ha informado la CNN, la empresa registró un aumento interanual de los ingresos trimestrales del 23%, superando los 34.000 millones de dólares. Asimismo, Meta también duplicó sus beneficios en comparación con el mismo trimestre del año anterior, el que va de julio a septiembre. Por estos motivos, en lo que llevamos de año el precio de las acciones de la compañía ha subido un 140%, nada más y nada menos.

Al mismo tiempo, 41 Estados de los EEUU han interpuesto una demanda conjunta contra la empresa, derivada de los llamados 'Facebook Files': la filtración al Wall Street Journal de documentos internos de 2021 que demostraban que esta influyente empresa global era consciente del daño que sus métodos estaban produciendo a los adolescentes en todo el mundo, empezando por los propios Estados Unidos. La demanda tiene 233 páginas, y es un compendio de los incumplimientos de Meta con el único objetivo de ganar dinero, algo que hace muy feliz a su dueño y a los accionistas, pero a costa del sufrimiento y la salud mental de millones de jóvenes usuarios en todo el mundo.

La demanda sostiene que el modelo de negocio se basa en la creación de una suerte de adicción de los jóvenes, que propicia su uso descontrolado. Además, afirma que los algoritmos de recomendación de Meta fomentan el uso compulsivo, algo que Meta no revela, y que este tipo de algoritmos son perjudiciales para la salud mental de los jóvenes usuarios, a pesar de las declaraciones en sentido contrario.

La demanda presta especial atención a los incumplimientos de la legislación de protección infantil. Tanto Facebook como Instagram se dirigen muy activamente a los menores de 13 años, recopilando sus datos personales y de navegación sin verificar la edad y sin el consentimiento de los padres, como recoge la COPPA (Children’s Online Privacy Protection Rule), la norma específica estadounidense que protege a los menores en línea. Es posible que las escuelas de negocio y los gurús del tecno-optimismo aplaudan los beneficios de Zuckerberg, pero si algo hemos aprendido de muchos millonarios digitales es que la ética no forma parte de su vocabulario ni de sus prácticas comerciales. ¿Todo vale cuando hay tecnología de por medio? Las consecuencias de tanta avaricia las vamos a pagar con creces durante años.