Opinión

La suerte está echada

Pedro Sánchez exige que le dejen manos libres para acordar con Carles Puigdemont lo que sea necesario para seguir en el Gobierno

La suerte está echada

La suerte está echada / EFE/ Chema Moya

Nadie duda del poder que Pedro Sánchez tiene en el PSOE después de haber ganado arrolladoramente, y contra pronóstico, dos elecciones primarias, la segunda de ellas con el viejo sanedrín socialista organizadamente en su contra. No obstante, el líder socialista, que por primera vez ha argumentado en público las razones de la amnistía para los imputados del procés, pide de nuevo a la militancia un gesto de confianza. Más aún, exige que le dejen manos libres para acordar con Carles Puigdemont lo que sea necesario para seguir en el Gobierno

Hacer de la necesidad virtud es la clave. Y la necesidad, no la oculta, es no darles "una segunda oportunidad a Feijóo y Abascal", es decir, evitar una repetición electoral. La virtud estribaría en esa explicación suya de que la amnistía es una manera de defender "la convivencia entre españoles".

Es muy probable que el resultado de la consulta interna que le dé el cheque en blanco para pactar su reelección con los partidos que sean necesarios, sea abrumadoramente favorable. En el comité federal no se escucharon más críticas de las esperadas. Así que se podría decir que la suerte está echada y que la investidura está a la vuelta de la esquina. 

No obstante, ni el apoyo de los militantes ni la ratificación en unos días de Sánchez como presidente eliminarán las dificultades posteriores no solo para gobernar con un grupo de aliados tan heterogéneo y con opiniones tan volátiles, sino también para convencer a la ciudadanía de las bondades de esa medida de gracia sobrevenida. 

Se necesitará mucha pedagogía, dicen en Moncloa, y, sí, necesitarán también mucha suerte. No será fácil persuadir a quienes viven más allá del Ebro, pero tampoco a un sector destacado del electorado socialista en Cataluña, pese a que el presidente haya asegurado, con palabras muy precisas, que "los representantes de más del 80% de los catalanes respaldan esta medida". Hay significativos precedentes de la valentía y de la baraka de Sánchez. Queda por ver si la suerte le acompaña también en esta ocasión.