Limpieza en profundidad de las alfombras de casa: trucos para un mantenimiento adecuado

Las alfombras son uno de los elementos del hogar que más suciedad acumulan. Sean grandes para cubrir el suelo del salón, de tamaño mediano en las habitaciones o la pequeña alfombrilla del baño, es necesario mantener la higiene de estos tejidos. Es importante sacudirlas con frecuencia y pasar el aspirador para mantenerlas en buen estado, pero no es suficiente únicamente con esa tarea. Hay que desinfectarlas con cierta periodicidad utilizando productos específicos y, si son muy grandes, llevarlas a la tintorería al menos dos veces al año.

Pero si quieres limpiar tus alfombras en casa, más fácil y barato, te contamos varios trucos sencillos para que puedas caminar tranquilamente por un espacio más aseado y te despreocupes del polvo si hay niños o mascotas en tu hogar.

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Los pasos a seguir para mantener limpias las alfombras

Limpiar las alfombras de casa es importante para mantener un ambiente limpio y saludable. Estos son los pasos que debemos seguir para limpiar las alfombras de manera efectiva:

1. Aspirar regularmente: el primer paso es pasar la aspiradora por toda la superficie de la alfombra. Esto eliminará la suciedad, el polvo y los pelos sueltos. Asegúrate de aspirar en todas las direcciones para levantar todo lo que esté incrustado en las fibras.
2. Tratar las manchas: si hay manchas visibles en la alfombra, es importante tratarlas de inmediato. Utiliza un limpiador de manchas específico para alfombras o puedes hacer tu propia solución casera mezclando agua tibia con un detergente suave. Aplica la solución sobre la mancha y déjala actuar durante unos minutos. Luego, frótala suavemente con un paño limpio o con un cepillo de cerdas suaves. Asegúrate de no restregar con demasiada fuerza, ya que podrías dañar las fibras.
3. Limpieza profunda: de vez en cuando, es recomendable hacer una limpieza profunda de la alfombra. Puedes utilizar una máquina limpiadora de alfombras o contratar un servicio profesional. Sigue las instrucciones del fabricante para usar el aparato de manera adecuada. Si prefieres que lo haga un especialista, asegúrate de elegir una empresa confiable y con experiencia.
4. Secado adecuado: después de limpiarla, es importante dejar que se seque por completo para evitar la formación de moho o malos olores. Abre las ventanas o utiliza ventiladores para acelerar el proceso de secado. Evita caminar sobre ella hasta que esté completamente seca.
5. Mantenimiento regular: además de la limpieza profunda ocasional, es importante el mantenimiento de la alfombra. Esto incluye aspirar con frecuencia, evitar derrames de líquidos y tratar las manchas de inmediato. También es recomendable rotar los muebles para distribuir el desgaste de manera uniforme.

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¿Meterlas en la lavadora?

Por desgracia, aunque pueda parecer muy conveniente lavar nuestras alfombras a altas temperaturas (especialmente las del baño), meterlas en la lavadora no es la opción adecuada. No se recomienda, a menos que sean específicamente diseñadas para ello. Las lavadoras domésticas están diseñadas para lavar prendas de vestir y otros textiles más pequeños y flexibles, pero no están pensadas para manejar alfombras de mayor tamaño.

Las alfombras son generalmente más grandes, más pesadas y tienen una construcción más sólida que puede dañar la lavadora. Además, las máquinas de lavado no pueden proporcionar el enjuague y secado adecuados que las alfombras necesitan. Esto podría provocar daños en la lavadora, desgaste excesivo en la alfombra o incluso la formación de moho si no se seca completamente.