HOTELES

El truco de los tres días en los hoteles: apréndetelo para tu próxima reserva

Muchos alojamientos utilizan el reclamo del buffet libre, ya que es lo más atractivo a la hora de reservar un hotel en vacaciones

¿Sabes lo que es el truco de los tres días en los hoteles? Debes saberlo para tu próxima reserva

D. M.

Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, cada vez con más los que están pensando en el destino perfecto para disfrutar de unos días de ocio y de descanso. En esta época del año, la mayoría de viajeros nacionales eligen destinos internacionales para pasar estos días, pero también hay quien decide quedarse y conocer más a fondo los rincones de la geografía española.

Así se desprende de uno de los últimos estudios realizados por Civitatis, una empresa de actividades, excursiones y visitas guiadas en español, en el que también se destacaba, que en Semana Santa la ciudad de Granada era el destino elegido por gran parte de los ciudadanos que decidían un destino nacional para pasar los días festivos.

Una de las primeras cosas a valorar para seleccionar un lugar u otro es el precio del alojamiento. En muchos casos, reservar un todo incluido en un hotel es la opción escogida por los viajeros que buscan descansar y ahorrar los costes de comer y cenar fuera. Sin embargo, al contrario de lo que pueda parecer, los hoteles no pierden dinero con un buffet libre en un régimen de todo incluido, tal y como explicó el medio norteamericano The Hustle tras analizar unos 30 buffets de Estados Unidos.

Los tres días

Cuando vamos a reserva un hotel con todo incluido pensamos que es una gran oferta la que nos están ofreciendo, pero aunque nos resulte barato, tiene truco: un restaurante ordinario puede servir a unos 25 clientes por hora -como mucho-, mientras que un solo cocinero de buffet puede ofrecer comida para 200 personas en el mismo período de tiempo.

Un buffet libre es "una llamada a nuestro cerebro más primigenio, el cerebro límbico, que sabe que la alimentación es una de nuestras principales necesidades", tal y como lo explica Pere Navalles, director del Máster de Neuromasketing de la UAB al medio americano. Inconscientemente, siempre se busca lo más provechoso para nosotros mismos, tanto a nivel económico como a nivel personal, y también el coste-oportunidad. Es este el motivo por el que se ha demostrado que, al tercer día, el cliente se relaja y come y bebe menos, cambiando incluso las bebidas alcohólicas por agua.

El consumo de los viajeros

Pero, esto no es así durante todos los días de la estancia. A partir del tercer día el comportamiento del turista cambia a la hora de comer. En el tercer día, el viajero modera sus porciones, no llena tanto sus platos, no repite, deja de tomar bebidas alcohólicas durante el almuerzo o la cena y no consume tanta variedad de alimentos.

  • El buffet está colocado estratégicamente. Los productos más baratos y de menor costo se colocan en la primera fila —los clientes seleccionan lo que está a primera vista y a su alcance—.
  • Colocar platos más pequeños para hacer creer al comensal que se ha servido porciones generosas.
  • Los utensilios están escogidos de forma estratégica. Las cucharas más grandes para unos productos y para otros más caros, cucharas más pequeñas.