NUTRICIÓN

Triglicéridos: qué son y por qué no es bueno tenerlos altos

Tener los triglicéridos altos puede endurecer las arterias o aumentar el grosor de las paredes arteriales (arterioesclerosis). Esto puede dar pie a sufrir un accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y cardiopatías. Para evitarlo hay que seguir una dieta sana

La 'dieta keto' que trae controversia por su eficacia

Una mujer coloca las frutas y verduras del día en su tienda.

Una mujer coloca las frutas y verduras del día en su tienda. / Andrés Gutiérrez

Noelia Ramírez

Noelia Ramírez

Si eres una persona que controla los niveles de colesterol y la presión arterial con frecuencia, esto seguramente te interese. Son muchos los que han oído hablar de los triglicéridos, pero muy pocos conocen qué son y, lo realmente importante, por qué no es bueno tenerlos altos.

Qué son los triglicéridos

Los triglicéridos son un tipo de grasa que se encuentran en la sangre. "Se forman por la unión de tres ácidos grasos a una cadena lateral de glicerol", alega María Abenoza, miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética. Provienen de los alimentos y se usan principalmente como fuente de energía aunque también se almacenan en forma de grasa.

Cuando comes, el cuerpo convierte todas las calorías que no necesitas usar de inmediato en triglicéridos. Los triglicéridos se almacenan en las células grasas. Más tarde, las hormonas liberan triglicéridos para obtener energía entre las comidas. En el caso de ingerir más calorías de las que quemas, es probable que tengas los triglicéridos altos, conocido como hipertrigliceridemia. Esto ocurre normalmente por ingerir alimentos ricos en carbohidratos.

Por qué es malo tener un alto porcentaje de triglicéridos

Tener los triglicéridos altos puede endurecer las arterias o aumentar el grosor de las paredes arteriales (arterioesclerosis). Esto puede dar pie a sufrir un accidente cerebrovascular, ataque cardíaco cardiopatías. También puede provocar problemas en el páncreas. Los triglicéridos altos también pueden ser un signo de diabetes tipo 2 o prediabetes, síndrome metabólico, niveles bajos de hormonas tiroideas y ciertas afecciones genéticas poco comunes que afectan en la forma en la que el cuerpo convierte la grasa en energía.

Sin embargo, un aumento de los triglicéridos "no siempre presenta sintomatología. Por eso conviene realizarse analíticas periódicas" tal u como afirma Abenoza.

Por qué suben los triglicéridos

Son varios los motivos que pueden provocar un aumento de los triglicéridos, pero las causas más comunes son por genética (vinculadas a un exceso de colesterol), por enfermedades como diabetes, renales, del hígado o de la glándula tiroidea y algunos fármacos. El resto de las razones de estas subidas "están vinculadas al estilo de vida (inactividad física, consumo de alcohol, fumar, sobrepeso u obesidad, ingerir más calorías de las necesarias y/o seguir una dieta rica en grasas –sobre todo saturadas – y azúcares", añade.

“Por lo general, las determinaciones analíticas de triglicéridos en sangre se realizan junto con otras grasas. Para ello se requiere un ayuno de entre 10-12 horas”, explica la experta. Aunque los valores de referencia pueden variar ligeramente, las concentraciones de triglicéridos en adultos se clasifican en las siguientes categorías:

  • Saludable: por debajo de 150 miligramos por decilitro (mg/dl)
  • Ligeramente alto: entre 150 y 199 mg/dl
  • Alto: entre 200 y 499 mg/dl

Diferencia entre triglicéridos y colesterol

No hay que confundir triglicéridos con colesterol, que, a pesar de que ambos sean grasas, son totalmente diferentes. "Las dos son un tipo de lípidos, tienen funcionalidades y características distintas", señala la experta.

  • Diferentes funciones: El colesterol forma parte de las membranas celulares de nuestro cuerpo y participa en la formación de hormonas, de determinadas vitaminas, como la D, o en la producción de los ácidos biliares, entre otras. Mientras que los triglicéridos tienen una función energética. Si hay un consumo excesivo de grasa (especialmente saturada), azúcares y/o alcohol, nuestro cuerpo transforma ese exceso de energía en triglicéridos para almacenarlos en el tejido graso y usarlos como sustrato energético cuando sea necesario.
  • Misma forma de conseguirlos: Ambas grasas pueden obtenerse a través de la alimentación.
  • Diferente forma de transporte: El colesterol necesita lipoproteínas, un tipo de proteínas capaces de transportar grasas por la sangre. Estas lipoproteínas pueden ser de baja densidad, también llamadas LDL (‘el colesterol malo’ en su forma coloquial), o de alta densidad (HDL o ‘colesterol bueno’). Las primeras o LDL transportan el colesterol a los tejidos para poderlo utilizar, mientras que las segundas hacen la función inversa: recogen el colesterol de los tejidos y lo trasportan al hígado para su posterior eliminación. Los triglicéridos, por su lado, también se transportan en la sangre por lipoproteínas, pero con otros nombres. O bien van en los quilomicrones, cuando vienen de la dieta, o bien van con las VLDL, cuando viene del hígado. En ambos casos van a los tejidos para almacenarse y ser fuente de energía cuando se necesite.