BOSQUE ENCANTADO EN MADRID

El pueblo de Madrid en el que puedes perderte por un bosque encantado

Si necesitas un fin de semana de desconexión pero no quieres desplazarte kilómetros lejos de tu casa, los pueblos de los alrededores de Madrid se convierten en los aliados perfectos para ello

El pueblo más pequeño de Madrid en el que podrás viajar al pasado

El bosque encantado de este municipio a escasa distancia de Madrid parece sacado de una película de Disney

El bosque encantado de este municipio a escasa distancia de Madrid parece sacado de una película de Disney / TURISMO MADRID

V.S.

Son muchas las ocasiones en las que nos apetece escapar de nuestra vida cotidiana y relajarnos junto a familia y amigos en un pueblo perdido a escasa distancia de nuestra ciudad. Aunque Madrid sea el epicentro de los planes y siempre haya algo nuevo que hacer, alejarnos cuanto más podamos de ellos y vivir más tranquilos durante un par de días nunca es mala opción.

Claro que todos compraríamos billetes para ir a alguna ciudad de Italia, Alemania o Dinamarca, pero, dado que en unos días solemos tener que volver a la rutina, nos tenemos que conformar con lo que tenemos a nuestro alcance.

Madrid tiene innumerables rincones para disfrutar de unos días totalmente relajantes, con cabañas de ensueño, bosques encantados o pueblos salidos de las mismísimas películas de Disney, tus pequeños no podrán parar de disfrutar en cualquiera de estas escapadas.

Si, por el contrario, decides viajar solo o en pareja para disfrutar del pequeño tiempo libre que tenéis juntos, el turismo se mezcla con la tranquilidad del lugar y se convierte en una experiencia más que agradable. A menos de 80 kilómetros te aguarda uno de los paraísos mejor conservados (y ocultos) de Madrid, ¡sigue leyendo para saber cuál es!

Disfruta del un ambiente medieval en medio de un entorno natural mágico

Con menos de 500 habitantes y en plena Sierra Norte, esa zona en la que mires por donde mires encuentras un pueblo con más encanto que el anterior, se encuentra Canencia, en la parte sur de Guadarrama.

Se trata de un pequeño valle que alberga lo más destacable en el interior: un increíble bosque con extensos arroyos y árboles únicos. Desde luego que es un destino perfecto para estas fechas invernales, tanto por la belleza del propio pueblo como por las vistas que ofrece desde sus alturas.

Además, se conservan tres puentes medievales: el Puente Cadenas, el Puente Canto y el Puente de Matafrailes. Si la visita se te queda corta y tienes ganas de impregnarte más de la historia del pueblo, la iglesia de Santa María del Castillo es digna de visita, reformada tras los daños que sufrió durante la Guerra Civil.

Sumérgete en el increíble entorno de Canencia y descubre sus asombrosas cascadas naturales y miradores. A estas alturas del año, la cascada estará helada, pero a ojos de quién lo mire, esto será incluso más impresionante.

Desde el mirador podrás acabar tu visita observando la majestuosidad total del pueblo, donde arroyo, puentes e inmensas copas de los árboles harán que tengas una fotografía mental (o física) que recordarás para siempre.