Así es el proyecto de agricultura regenerativa de Cataluña que retiene más agua y mejora el suelo

El centro de investigación CREAF, dependiente de la Universitat Autònoma de Barcelona, ha impulsado el proyecto Regenera.cat, iniciativa con la que extender la agricultura y viticultura regenerativa en toda Cataluña para aumentar el rendimiento de las explotaciones, sobre todo en el actual contexto de sequía. Se trata de una estrategia basada en prácticas ecológicas y no contaminantes que aumentan la materia orgánica del suelo, incrementan la capacidad de retener el agua y, además, mejoran la producción en cantidad y calidad.

De momento, ya hay cuatro fincas en las que se lleva a cabo este proyecto desde hace varios años, una en cada provincia de la comunidad autónoma. En todas ellas “ya se ha observado que el suelo es cada vez más fértil y vivo. Esto hace que sea capaz de absorber más agua, almacenar más CO2 y acoger mayor biodiversidad, como polinizadores”, afirma el Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (CREAF) en una nota de prensa.

Entre otras cosas, este modelo se basa en eliminar la labranza, los químicos y la maquinaria pesada, mantener las cubiertas vegetales y, en algunos casos, incluir la ganadería para mejorar la gestión del sistema en su conjunto.

Este modelo se basa en eliminar la labranza, los químicos y la maquinaria pesada, mantener las cubiertas vegetales y, en algunos casos, incluir la ganadería

La sequía actual y las protestas de los agricultores, dos asuntos muy vinculados a la emergencia climática y a la tierra, llevan varias semanas en el centro del foco mediático. ¿Hay alguna forma de que el sector primario sea precisamente el que impulse la mitigación del cambio climático?

Para los impulsores de la iniciativa, la respuesta está clara: “Sí, fomentando un cambio en el modelo de producción de los alimentos. Dejar atrás el sobrepastoreo, la agricultura intensiva y la deforestación para poner la salud del suelo y de la naturaleza en el centro del sistema, lo que se conoce como agricultura regenerativa”.

Un proyecto para tener datos concretos

Para promover este modelo agrícola, el CREAF ha implantado el proyecto Regenera.cat con financiación de la Agència de Gestió d'Ajuts Universitaris i de Recerca (AGAUR); una iniciativa de dos años que combinará la experiencia acumulada por cuatro fincas de Cataluña que llevan varios años implantando la agricultura regenerativa en vid, huerta y árboles frutales, entre otros. Ya han experimentado mejoras en la calidad del suelo y la biodiversidad, pero con este proyecto se obtendrán datos científicos y se cuantificará todo el proceso, de modo que sea de utilidad a otros interesados.

"El objetivo es valorar a diferentes escalas y con varios agricultores el potencial del modelo regenerativo para dar respuesta a los principales retos ambientales", explica Javier Retana, catedrático en ecología e investigador principal de este proyecto. En concreto, los equipos investigadores del CREAF colaborarán con el centro tecnológico BETA de la Universidad de Vic–Universitat Central de Catalunya para tomar muestras de las parcelas regenerativas y compararlas con otras convencionales de la misma región.

"Así podremos observar las diferencias en la cantidad y diversidad de polinizadores, la fauna edáfica, la calidad y fertilidad del suelo y la productividad de los cultivos, entre otros", aclara Retana.

"Está demostrado que estas prácticas favorecen la biodiversidad del entorno y aumentan considerablemente la fertilidad del suelo y su capacidad de hacer frente al cambio climático y la sequía", concluye Retana.

Tierra más húmeda y suelo más fértil

Las fincas que participan en el proyecto Regenera.cat ya cuentan con resultados que demuestran los beneficios de la agricultura regenerativa. Es el caso de Planeses, una finca de huerta y ganadería de La Garrotxa donde el CREAF implementa este modelo desde hace casi 8 años.

"Uno de los datos clave es que, en los últimos cinco años, en el suelo de Planeses la materia orgánica casi se ha triplicado y la capacidad de retener agua ha aumentado entre un 15-20%", explica Marc Gràcia, investigador del CREAF y coordinador del trabajo en la finca.

Puesto que puede retener más agua, este suelo es capaz de adaptarse mejor a las condiciones extremas de sequía y absorbe mucho más CO2 atmosférico, almacenándolo en forma de carbono en el suelo. "Todo esto nos permite mitigar el cambio climático con prácticas agrícolas relativamente sencillas", añade Gràcia.

En una de las fincas, la materia orgánica casi se ha triplicado y la capacidad de retener agua ha aumentado entre un 15-20%

El investigador también ha constatado un aumento muy importante de la biodiversidad. En este sentido, estudios recientes revelan que en un paseo por un pasto o huerto regenerativos podemos encontrar seis veces más polinizadores que en una parcela no regenerativa. Este aumento también lo ha notado Ernest Mas, agricultor de VerdCamp Fruits, otra de las fincas del proyecto.

En su gran huerta de Cambrils destaca la práctica del intercropping floral, es decir, la plantación de flores entre los cultivos para favorecer la biodiversidad "hemos observado un gran incremento de mariposas, abejas y fauna auxiliar en los campos que nos ayuda a tener menos plagas ya que los cultivos estén mejor polinizados; esto hace que en muchos casos mejore nuestra producción".

Pastar ovejas entre viñedos

Un poco más al norte, en el corazón del Alt Penedès, se encuentra la finca Mas La Plana, donde la Família Torres aplica viticultura regenerativa desde hace tres años. En su caso, pastan tres rebaños de ovejas entre los viñedos durante el final de la vendimia en octubre y la aparición de los brotes de las cepas a finales de marzo.

"El rebaño trabaja para mejorar la fertilidad de los suelos de forma natural y ayuda a mantener una cubierta vegetal homogénea", explica Eva Bertran, responsable de investigación y desarrollo microbiológico de Familia Torres. "Establecer este nuevo modelo es un proceso lento; los primeros años son complicados, pero a la larga será más beneficioso y forma parte de nuestro compromiso por hacer frente al cambio climático", relata Bertran.

Este maravilloso tándem de parcelas agrícolas y ganaderas regenerativas se completa con la finca familiar de árboles frutales de Pomona Fruits en Ivars d'Urgell (Lleida), que empezó a implementar este modelo hace 12 años. En esta finca, el cultivo regenerativo produce manzanas y peras de mucha calidad y de manera sostenible.

"Este proyecto aportará conocimiento y experiencia para obtener alimentos de una forma realmente sostenible y viable en el futuro", finaliza Retana.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es