Desafíos

Estos serán los mayores problemas ambientales en 2024

El cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación por plásticos y la deforestación, entre los grandes retos de la humanidad para este año

Minería ilegal de casiterita en el territorio indígena Tenharim do Igarapé Preto, en el estado de Amazonas, Brasil.

Minería ilegal de casiterita en el territorio indígena Tenharim do Igarapé Preto, en el estado de Amazonas, Brasil. / Vinícius Mendonça

La asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró en julio de 2022 que un medio ambiente limpio, saludable y sostenible es un derecho humano universal y exhortó a todos los Estados a trabajar juntos, en conjunto con otros actores, para implementarlo.

El reconocimiento de esa garantía fundamental, que un año antes había sido aprobado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, fue el resultado de décadas de lucha de ambientalistas, activistas, pueblos indígenas, científicos y muchos otros actores de la sociedad civil.

Pero la Tierra está muy lejos de tener un medio ambiente limpio, saludable y sostenible. Más aún: los problemas ambientales parecen agravarse año tras año, sin que los Estados, más allá de declaraciones de intenciones, acaben de conjurarse para resolverlos.

Aunque los problemas ambientales son muchos y la mayoría están relacionados entre sí, hay algunos que, por su gravedad, merecen más atención que otros. Estos son diez de los mayores a los que la humanidad se enfrentará este año.

Impactos del cambio climático

Un termómetro marca 43 grados en Murcia.

Un termómetro marca 43 grados en Murcia. / EFE: / Juan Carlos Caval

El año 2023 ha sido el más cálido registrado en los últimos 174 años. Y 2024 puede ser peor. Ese preocupante récord ha venido acompañado de condiciones meteorológicas extremas que han dejado "un rastro de devastación y desesperación" en diferentes puntos del planeta, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Todo indica que los niveles de emisión de gases de efecto invernadero (GEI), debido al uso de combustibles fósiles, seguirán aumentando, que se alcanzarán temperaturas récord en tierra firme y en la superficie del océano, que aumentará el nivel del mar, que se registrará un nuevo récord de deshielo en los casquetes polares y que se incrementará el número de fenómenos meteorológicos extremos (sequías, inundaciones, superincendios, ciclones…).

La cumbre del clima de Dubai (COP28) finalizó con el reconocimiento de casi 200 países de la necesidad de abandonar los combustibles fósiles. Para limitar el calentamiento global a 1,5ºC sobre los valores preindustriales, el acuerdo establece que se deben reducir las emisiones mundiales de GEI un 43% hasta 2030 y un 60% hasta 2035 en relación con los niveles de 2019, y alcanzar las emisiones netas de dióxido de carbono cero en 2050.

Pérdida de biodiversidad

Animales en la laguna de Santa Olalla, en pleno corazón de Doñana.

Animales en la laguna de Santa Olalla, en pleno corazón de Doñana. / EFE / Eduardo Abad

Las especies vegetales y animales están desapareciendo a un ritmo cada vez más rápido, debido, sobre todo, a la actividad humana, en especial por el uso intensivo del suelo, la contaminación y el cambio climático. El tamaño de las poblaciones de mamíferos, peces, aves, reptiles y anfibios experimentó una disminución de un promedio del 68% entre 1970 y 2016, según un informe de WWF, y más de 500 especies de animales terrestres están al borde de la extinción.

La cumbre de la biodiversidad de Montreal, en diciembre de 2022, finalizó con un acuerdo histórico que firmaron 190 gobiernos para emprender acciones concretas con el fin de proteger el 30% de la superficie terrestre y marina para el 2030 y frenar la sexta extinción masiva de vida silvestre que está viviendo la Tierra.

La iniciativa ‘30x30’ supone una conjura para conservar la diversidad biológica, lograr un consumo sostenible de los componentes de la diversidad biológica, y facilitar una distribución justa y equitativa de los beneficios derivados del uso de los recursos naturales. No obstante, también ha cosechado críticas por el posible impacto sobre las poblaciones nativas que habitan zonas que deberán convertirse en áreas protegidas y parques nacionales.

Contaminación por plásticos

Residuos plásticos en una playa.

Residuos plásticos en una playa. / Pixabay

"La contaminación por plástico puede alterar los hábitats y los procesos naturales, reduciendo la capacidad de los ecosistemas para adaptarse al cambio climático, afectando directamente a los medios de vida de millones de personas, a su capacidad de producción de alimentos y a su bienestar social", ha señalado la ONU.

El problema es enorme: cada segundo llegan al mar 200 kilos de plástico, hay restos de este material en todos los rincones del planeta, desde el Ártico hasta la Antártida; se han hallado piezas en el mar hasta a 10.000 metros de profundidad; y unas 700 especies marinas se ven afectadas por este tipo de contaminación.

Los microplásticos (piezas con menos de 5 milímetros de diámetro) agravan aún más la situación: se han encontrado partículas en seres humanos vivos en los pulmones y en la sangre. Están por todas partes: en la sal, la cerveza, las frutas y hasta en agua, en la del grifo y en la embotellada. Grupos de científicos han iniciado una cruzada para reclamar a los gobiernos acciones inmediatas para frenar el uso de plásticos y buscan soluciones para eliminar los que invaden los océanos.

Deforestación

Árboles talados en la selva de la Amazonía (Brasil).

Árboles talados en la selva de la Amazonía (Brasil). / EFE / Marcelo Sayão

Solo en 2022, casi 20.000 kilómetros cuadrados de vegetación fueron destruidos en el Amazonas. Es una superficie similar a la de Israel. Cada hora se tala en el mundo una extensión equivalente a 300 campos de fútbol y en los próximos siete años el mundo podría perder el 90% de sus bosques si se mantienen esas magnitudes.

Las promesas de los gobiernos para detener y revertir la pérdida de bosques para finales de este decenio no han empezado a cumplirse. De hecho, la pérdida de bosques primarios tropicales en el planeta superó en 2022 los 41.000 kilómetros cuadrados, una extensión similar a la de Suiza. Esa pérdida de bosques produjo 2,7 gigatoneladas de emisiones de CO2, equivalente a las que emite cada año la India por el uso de combustibles fósiles.

La buena noticia es que en 2023 se registró una importante disminución de la deforestación en la Amazonía de Brasil, gracias a las medidas aprobadas por el presidente de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva, quien así asumir el cargo lanzó una audaz promesa: acabar con la deforestación para 2030.

Contaminación del aire

5 Planta térmica de carbón.

Planta térmica de carbón. / EFE / Georgi Livocski

El CO2 emitido a la atmósfera, lejos de reducirse como reclaman insistentemente los científicos, alcanzó en 2023 un nuevo récord, unas 40.900 millones de toneladas, según el informe anual publicado por ‘Global Carbon Project’, en el marco de la COP28. La mala calidad del aire provoca serios problemas de salud: causa 7 millones de muertes prematuras cada año.

La mayor parte de las emisiones de CO2, 36.800 millones de toneladas, procede del uso de combustibles fósiles, lo que supuso un nuevo récord y 1,1% más que el año anterior. Estas cifras ratifican la distancia que se mantiene con respecto a los objetivos climáticos globales.

Las emisiones de CO2 en 2023 aumentaron sobre todo en la India (8,2%) y China (4,0 %), mientras que descendieron en la Unión Europea (-7,4%), Estados Unidos (-3,0%) y el resto del mundo (-0,4%). No obstante, un reciente estudio científico ha pronosticado que las emisiones de CO2 en la Tierra empezarán a bajar este año gracias al acelerado despliegue de renovables y coches eléctricos.

Aumento del nivel del mar

La subida del nivel del mar será más rápida de lo que se creía.

La subida del nivel del mar será más rápida de lo que se creía. / Agencias

Desde finales del siglo XIX, el nivel del mar ha subido en el mundo más de 20 centímetros. Con una particularidad: este aumento se ha acelerado en los últimos años. Incluso si se dejaran de emitir gases de efecto invernadero de forma inmediata y total, el nivel del mar, en el mejor de los supuestos, continuaría subiendo entre 30 y 60 centímetros hasta finales de siglo.

El nivel del mar está aumentando, principalmente, por dos factores: el derretimiento de grandes masas de hielo en el Ártico (sobre todo en Groenlandia) y la Antártida y lo que los expertos denominan ‘expansión térmica’: al calentarse el agua oceánica, aumenta también su volumen.

Frenar el calentamiento global (y por tanto la emisión de GEI), es vital, según los científicos para evitar que el aumento del nivel del mar anegue grandes extensiones de lo que hoy es tierra firme, incluso ciudades en las que viven cientos de millones de personas.

Acidificación de los océanos

La acidificación amenaza con colapsar los corales de aguas profundas.

La acidificación amenaza con colapsar los corales de aguas profundas. / Getty

El exceso de CO2 está teniendo efectos graves en los océanos y pone en peligro a las especies vegetales y animales que los habitan. Es un problema silencioso, pero devastador, pues sus efectos son igual de alarmantes que los del cambio climático.

Este proceso es el resultado de la absorción de CO2 por el agua de los mares y se debe, sobre todo, a las emisiones a la atmósfera por las actividades humanas, en especial la quema de combustibles fósiles. Alrededor del 30% del CO2 emitido por esta actividad es absorbido por los océanos.

La alteración en la química del agua oceánica tiene efectos perjudiciales para la vida marina, especialmente para los organismos con caparazones y esqueletos calcáreos, como los corales, el plancton, los moluscos y ciertos crustáceos, por lo que afecta severamente a la cadena alimentaria marina y puede provocar efectos en cascada para la biodiversidad y los ecosistemas marinos, pero también serios problemas en la pesca y la seguridad alimentaria mundial.

Emisiones de la agricultura

Campo de maíz en Illinois (Estados Unidos).

Campo de maíz en Illinois (Estados Unidos). / Unsplash

"La actividad agrícola genera una cantidad considerable de emisiones de gases de efecto invernadero, que contribuyen en gran medida al calentamiento global y al cambio climático". Es una aseveración del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que destaca que la agricultura es, a la vez, víctima y factor coadyuvante del cambio climático.

Por un lado, las actividades agrícolas intensivas representan aproximadamente el 30% del total de las emisiones de GEI, según la ONU, principalmente debido al uso de fertilizantes químicos, plaguicidas y desechos animales. Por otro lado, estos gases tienen un impacto enorme en la sostenibilidad de los sistemas de producción agrícola.

La agricultura intensiva, además, utiliza el 70% del agua dulce que se consume cada año en el mundo, según la FAO. Muchos expertos abogan por la agricultura orgánica sostenible, centrada en el cuidado del medio ambiente y la optimización de los recursos. La rotación de cultivos, el uso de productos ecológicos, la minimización del uso del agua y el rechazo a los fertilizantes y cualquier producto tóxico son algunas de las características de este modelo agrícola.

Escasez de agua

9 Efectos de la sequía.

Efectos de la sequía. / EFE / D.Pérez

Dos mil millones de personas viven en países que sufren escasez de agua. Según la ONU, en 2025 esta cifra podría ascender a la mitad de la población mundial. Más de 3.000 millones carecen de acceso a agua potable, los desastres relacionados con el agua son cada vez más frecuentes y serios, y los recursos hídricos mundiales sufren una degradación galopante por muchos factores, que se multiplican debido al cambio climático. 

El uso humano del agua, la contaminación y la degradación de los ecosistemas acuáticos siguen acelerándose debido al crecimiento de la población, el crecimiento económico, la emergencia climática, el cambio de uso de la tierra, las tareas las industrias extractivas, el uso ineficiente del agua y una planificación, regulación y aplicación deficientes, detalla un informe de la ONU.

La crisis mundial del agua es uno de los problemas más acuciantes a los que se enfrenta la humanidad, de ahí que los científicos reclamen una respuesta global "sólida y rápida". Proponen medidas como imponer tasas a las empresas que contaminen el agua y dedicar esos ingresos a proteger y restaurar la salud de los ecosistemas de agua dulce, o recurrir a soluciones basadas en la naturaleza, como la restauración y la construcción de humedales.

Minería ilegal

Campamento conocido como 'Garimpo da Fofoca' de minería ilgeal, en la Amazonía brasileña.

Campamento conocido como 'Garimpo da Fofoca' de minería ilgeal, en la Amazonía brasileña. / EFE / Raimundo Valentim

Esta actividad se ha extendido, especialmente en las dos últimas décadas, vinculada al incremento del precio al alza de los minerales. Representa aproximadamente el 20% de la producción mundial de oro, diamantes, estaño y tantalio, y el 80% de las piedras preciosas

La ONU estima que unos 20 millones de mineros de más de 80 países trabajan en la extracción de oro artesanal y a pequeña escala, entre ellos de 4 a 5 millones de mujeres y niños que usan mercurio –sustancia muy peligrosa que puede causar daños cerebrales irreversibles y contaminar los ecosistemas– para extraer pepitas de oro de sedimentos aluviales.

La minería ilegal está asimismo provocando la deforestación y la reducción de la biodiversidad en diferentes zonas del planeta, en especial en la Amazonía. Además, contamina los ríos, que se utilizan para transportar maquinaria y dar salida a los minerales, y sobre los que se vierten todo tipo de sustancias, residuos. Y desechos La ONU ha exigido a los Estados que actúen contra estas actividades ilícitas.

...............

Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es