Guía gastronómica
7 restaurantes para recibir el Año Nuevo chino en Madrid: a comerse el dragón
‘Dim sum’, ollas picantes, costillas de cerdo, pato laqueado, casquería asiática…
Fuerza, salud, armonía y buena suerte son los valores que se asocian al dragón, protagonista del Año Nuevo chino que arranca este sábado 10 de febrero. Esta celebración ya se ha convertido en un pequeño clásico en Madrid, donde residen más de 36.000 chinos. El cogollo de la fiesta se concentra en el barrio de Usera -Chinatown madrileño por derecho propio-, donde se celebran desfiles con dragones (claro), además de pasacalles, mercadillos y todo tipo de actividades paralelas.
El cambio de año es también una excusa perfecta para entregarse en cuerpo y alma al goce de la gastronomía china, cada vez más variada. Desde los restaurantes populares y auténticos de Usera hasta los comedores del centro de la capital, concentrados en los aledaños de plaza de España, pasando por las opciones más lujosas porque, qué caray, celebrar el año nuevo (otra vez) es una oportunidad que no hay que dejar escapar.
Royal Cantonés
Quizás el restaurante más conocido de Usera (Julio Merino, 1), es una introducción perfecta a la gastronomía cantonesa. Para los que no han ido nunca más allá del sota, caballo y rey del rollito de primavera y el arroz tres delicias, aquí hay mucho para investigar. Deliciosas las costillas de cerdo, que preparan al ‘char siu’ (mezcla de ingredientes para marinar la carne que la dejan rojiza y sabrosa), la cazuela de tendones de ternera o el cangrejo salteado. Merece la pena para pegarse un festival. Precio medio: 30 euros.
Lelong Asian Club
María Li Bao es la responsable de algunos de los proyectos más excitantes e inquietos de la gastronomía china en Madrid en los últimos tiempos. En el espectacular Lelong Asian Club (Carrera de San Jerónimo, 9), de interiorismo sofisticado, presenta ahora los fines de semana el primer ‘Yum Cha’ de la ciudad, en homenaje a la costumbre de muchas familias chinas de tomar ‘dim sum’ con té los fines de semana. El resultado es un ‘brunch’ al estilo asiático, en el que un carrito va pasando ofreciendo las distintas variantes de empanadillas a los clientes. Entre las opciones, destacan el ‘xiao long bao’ (bola de masa hervida) de calamar y marisco o el ‘wonton’ (que se asemeja a un ravioli) de ibérico estilo Sichuán. Precio medio: 40-50 euros.
Shangrila
Hasta su desaparición, el mítico chino del ‘parking’ de plaza de España fue uno de esos lugares míticos que uno duda si han existido realmente o no. El espíritu del lugar pervive en Shangrila, en el número 26 de la calle de Leganitos, con Liang Wang, el mismo chef de aquel comedor subterráneo. Para recibir el Año Nuevo chino, este cocinero ofrece platos muy picantes, por aquello de que el dragón escupe fuego (bien traído) en sartenes de calamares, gambas o pollo. Entre los platos que hicieron furor en su época del aparcamiento, rescata las costillas, cortadas en trozos pequeños y con salsa de la casa. Precio medio: 20 euros.
Hong Kong 70 in Chinatown
Existe la creencia generalizada de que en los restaurantes chinos de Usera lo único que importa es la comida, que se sirve en comedores simplones y sin alharacas. Esa máxima no se cumple en Hong Kong 70 in Chinatown (Nicolás Sánchez, 11), el proyecto de la emprendedora Paloma Fang, ubicado en un local de decoración ‘retro’, con carteles en chino, luminosos y sillas que parecen rescatadas de un local de hace 50 años. En la carta, muy amplia, aparecen platos de casquería como los callos marinados con pimienta negra o las patitas de pollo al vapor. Sorprenden las cazuelas de arroz, como la de pollo con setas ‘shiitake’ o la de salchicha cantonesa y cerdo ibérico ahumado. Entre los principales, lubina con salsa de soja o ternera en salsa de ostras. Precio medio: 30 euros.
Little Dragon
China y su cultura gastronómica son la inspiración de uno de los locales que más se han dejado ver por las cuentas de Instagram en los últimos tiempos. Situado en la cada vez más orientalizada calle de los Reyes (en el número 11), resulta moderno y sencillo, rompiendo prejuicios sobre lo que se supone que es un restaurante chino. Sus propietarios, de Shanghái, hacen a diario las masas de sus adictivas empanadillas, las protagonistas del local, con rellenos entre los que hay pollo, cerdo o verduras. Recomendabilísimo el ‘jiqai huntun tang’, una especie de sopa de ‘dim sum’. Precio medio: 20 euros.
Hot Pot de Sichuan
Entre las cocinas chinas, la de Sichuán es famosa por no escatimar con el picante. Uno de los locales más emblemáticos está a escasos metros de la puerta de Sol (Trujillos, 7). Aquí se sirve el famoso ‘hot pot’, un caldo picante (la potencia se puede elegir, eso sí) que se pide para compartir y en el que mojar casi cualquier ingrediente imaginable. Despierta el dragón que hay en ti. Precio medio: 25 euros.
Don Lay
Esto sí es “lujo asiático”. La propuesta de Nieves Ye en Don Lay (Castelló, 117) lleva años siendo sinónimo de alta cocina china. Su pato laqueado, con su ritual incluido, está entre los mejores de la ciudad y a esto hay que sumar los platos especiales para inaugurar el Año del Dragón. Entre ellos, el lenguado salvaje en tempura aderezado con pimienta de Sichuán y anís estrellado o el cochinillo cantonés crujiente con base de pan ‘mantou’ (al vapor) y caviar. Fiesta mayor. Precio medio: 50-60 euros.
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