El cese de la estación de esquí de Navacerrada obliga a Madrid a repensar su explotación económica

El desmantelamiento de la estación de esquí de Navacerrada, en su vertiente segoviana, al que apremia la Justicia no obliga a la Comunidad de Madrid a hacer lo propio entre sus fronteras, pero irremediablemente aboca a la clausura de lo poco que queda de estas pistas y de las instalaciones que lo rodean en territorio madrileño. De modo que el ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso va a tener que repensar qué quiere hacer en esta zona si quiere mantener el rédito económico que le proveía la actividad del deporte de invierno que se practicaba hasta ahora en el puerto fronterizo.

El rédito político ya lo obtuvo en las últimas elecciones municipales. El cierre de las pistas de esquí llegó de la mano del Gobierno de la nación, propietario del suelo que ocupa la estación en la zona de especial protección que linda con el Parque Nacional de Guadarrama. El Ministerio de Transición Ecológica, a través del Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN) y amparándose en el impacto ambiental que provoca la masificación y la explotación de la estación, obligó a desmantelar las instalaciones de la estación en 2021, negándose a renovar la concesión que caducaba entonces (después de 25 años). Argumentaba también el ministerio que el cambio climático estaba provocando una reducción de las precipitaciones de nieve y que eso jugaba a su favor en esta decisión.

Los presidentes de las dos comunidades afectadas hicieron un frente común contra esta decisión del Gobierno. Ya en 2021, las decisiones del ejecutivo de Pedro Sánchez eran una forma de atacar o perjudicar a Madrid para Isabel Díaz Ayuso, e hizo de esta otra batalla política de la mano de Alfonso Fernández Mañueco. Ambos se reunieron en Madrid y comparecieron juntos para mostrar su rechazo, y más tarde se hicieron una foto juntos en lo alto de Navacerrada. La batalla le salió bien a Ayuso, que logró doblar la representación del PP tanto en Navacerrada como en Cercedilla, volviendo a ser primera fuerza en ambos municipios.

Ahora, después de dos años de pelea, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha condenado a la Junta a declarar la caducidad de la concesión de la estación de esquí de Navacerrada en Segovia y a resolver la liquidación, la retirada de las instalaciones y la restauración de la zona, así como la liquidación de la indemnización si procede. El equipo de Mañueco estudia la sentencia para ver si puede recurrirla.

Impacto en Madrid

Hace algo más de un mes, en diciembre, la estación de esquí de Navacerrada buscaba personal para la nueva temporada de esquí. Para remontes, taquillas o pistas. A mediados de enero, tuvieron que cerrar temporalmente porque las condiciones meteorológicas no acompañaban, demasiada lluvia que se llevaba la nieve. La Comunidad de Madrid asegura que la estación de esquí genera "entre 300 y 500 empleos directos" en los municipios de la zona, principalmente en Navacerrada y Cercedilla, y dice tener preparados "los pliegos técnicos" para una nueva concesión que beneficiaría también a Los Molinos, Becerril de la Sierra, Mataelpino, El Boalo, Collado Mediano o Cerceda. Desde profesores de esquí a "tiendas de material especializado" o "restauración y alojamiento", estos son los negocios que se verán afectados según el ejecutivo autonómico.

Pero si la Junta de Castilla y León no abre las puertas de la estación, da igual que la sentencia no obligue al gobierno regional, la viabilidad de esta concesión en Madrid es nula. Desde la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad aluden al valor simbólico y deportivo de esta estación, "pionera en la práctica de los deportes de nieve en España" y donde "se forjaron los campeones olímpicos Paquito y Blanca Fernández Ochoa". E insisten en que es "la principal fuente de actividad de ingresos en la zona en invierno y generadora de puestos de trabajo".

Plan ministerial

Pero en el Ministerio de Transición Ecológica están convencidos de que se le puede dar una nueva vida a este terreno y que la activación económica del entorno se promueva de otra manera. El programa que empezaron a desarrollar hace dos años, cuando decretaron el desmantelamiento de la estación, apuesta porque el desarrollo de la zona se produzca mediante acciones en torno a la "economía local, la movilidad sostenible, el turismo histórico, de deporte y de naturaleza, y la rehabilitación del puerto de Navacerrada y su entorno". Para ello han destinado 16 millones de euros de los fondos europeos.

Gran parte de las actuaciones son en la zona segoviana del Puerto pero repercutirán, según apunta el plan, en los municipios madrileños de Navacerraday Cercedilla. Desde la demolición ya concluida de dos edificaciones antiguas declaradas en estado de ruina "para recuperar el terreno natural y favorecer la reconolización vegetal de la superficie" hasta, entre otros, "el soterramiento de la línea aérea de alta tensión que atraviesa el puerto y discurre por el interior del parque nacional". Esta actuación elimina el impacto paisajístico y, además, sirve para adecuar el tránsito peatonal y deportivo de la carretera que une el Puerto de Navacerrada con el de Cotos. Según el Ministerio, también se encuentra "muy avanzada la tramitación para la ejecución de una senda peatonal inclusiva en el entorno del pantano de Navacerrada en Madrid.