ENTREVISTA

Mustafá Barghouti, la tercera vía palestina: "Defiendo la solución de un solo Estado democrático con igualdad de derechos"

Entrevista con el médico, activista y político de la Iniciativa Nacional Palestina que cree que, cuando acabe el conflicto, "la perspectiva para la resistencia pacífica será aún mayor"

Mustafá Barghouti durante su campaña para las elecciones presidenciales de 2005, en la ciudad de Ramala, Cisjordania, Territorios Ocupados palestinos.

Mustafá Barghouti durante su campaña para las elecciones presidenciales de 2005, en la ciudad de Ramala, Cisjordania, Territorios Ocupados palestinos. / NASSER NASSER / AP

Mario Saavedra

Mario Saavedra

Cuando Mustafá Barghouti llegó como delegado a la Conferencia de Paz de Madrid de 1991, era un joven político palestino de 37 años que defendía la solución de dos Estados, Israel y Palestina, conviviendo en paz. Aquella cumbre fue el preámbulo de los Acuerdos de Oslo que podrían haberlo hecho realidad. No fue así. Ahora, Barghouti tiene 70 años y los territorios ocupados palestinos, especialmente Gaza, sufren su guerra más mortal. Poco o nada queda de aquellos años de diálogo. Él ha perdido la esperanza en esa solución.

Barghouti representa la tercera vía política palestina: ni Hamás ni Al Fatah. Creó, junto al influyente intelectual Edward Said, el partido Iniciativa Nacional Palestina (PNI). Fue candidato en las elecciones de 2005 y consiguió un quinto de los votos. Nominado al Nobel de la Paz en 2010, ha sido también condecorado con la Legión de Honor de Francia. Es médico, y dirige la ONG sanitaria Palestinian Medical Relief Committees, que da asistencia a centenares de miles de palestinos. 

Desde que comenzó la ofensiva israelí contra Hamás en Gaza el pasado 7 de octubre, Barghouti (Jerusalén, 1954) se ha prodigado en medios internacionales clamando contra lo que considera un intento de limpieza étnica de su pueblo. Atiende por videoconferencia a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA desde su residencia en Ramala, de facto la capital política palestina.

Fue nominado al Nobel por su “defensa incansable de la resistencia pacífica contra la ocupación”. ¿Sigue creyendo en la resistencia pacífica en medio de la violencia extrema de esta guerra? ¿La apoya la gente allí? Por supuesto, hay un gran apoyo popular a la resistencia pacífica. El problema es que cada vez que probamos la resistencia pacífica, nos damos de bruces con dos hechos. El primero, que el Ejército y el establishment de Israel son absolutamente violentos en sus ataques. A mí me han herido en nueve ocasiones. Una con dos disparos mientras atendía a una persona herida en medio de una protesta totalmente pacífica. La brutal violencia israelí es el principal obstáculo para esa resistencia no violenta, porque hace a la gente pensar que no merece la pena. El segundo factor es que la gente cree también en lo que dice la legislación internacional: que los pueblos bajo ocupación tienen derecho a resistirse de todas las formas, incluida la militar, siempre que respeten el derecho internacional humanitario. 

¿Qué pasará cuando termine el conflicto? Cuando termine este terrible genocidio y agresión israelí, creo que la perspectiva para la resistencia no violenta será incluso mayor. Pero requiere de algo que no hemos visto en el pasado: interés y apoyo internacional. Recuerdo que hablamos con Hamás y les convencimos, entre 2015 y 2019, de que se comprometieran de forma estricta a la no violencia [en ese período no murió ningún civil israelí, sí dos soldados]. ¿Qué obtuvimos? Disparos, matanzas cuando la gente se manifestaba [murieron 749 palestinos, en su mayoría de disparos en las protestas de 2018 y 2019]. No vimos un apoyo internacional fuerte a la resistencia pacífica. 

Una encuesta palestina, realizada tras los ataques de Hamás del 7 de octubre [1.153 israelíes muertos], muestra que el apoyo a Hamás ha subido drásticamente… Absolutamente, así es. 

¿Cómo lo explica? Es sencillo, la gente apoya a cualquiera que lleve a cabo la resistencia. No tanto la resistencia de Hamás, sino el principio de la resistencia. Nosotros también hemos subido en popularidad estos seis meses, aunque no llevamos a cabo acciones militares. 

¿La Iniciativa Nacional Palestina? Eso es. Es el tercer partido en Palestina ahora mismo. La gente ve que somos serios sobre resistir y rechazar la ocupación. Rechazar el desastre que supone colaborar con los ocupantes. Exigir nuestros derechos. 

Israeli plainclothes policemen escort Palestinian presidential candidate Mustafa Barghouti, center, as he is detained trying to enter Jerusalem's Old City to pray at the al Aqsa mosque compound Friday Jan. 7, 2005. Israeli police said Barghouti had violated an agreement not to campaign at the sensitive mosque compound. Elections to choose a successor to the late Yasser Arafat are scheduled for Jan. 9. (AP Photo/Kevin Frayer) / BARGHUTI

Mustafá Barghouti durante su campaña para las elecciones presidenciales de 2005, en Ramala (Cisjordania). / KEVIN FRAYER / AP

¿Habla de Mahmoud Abás, presidente del Gobierno de la Autoridad Palestina? No, no hablo de nadie en concreto. Sino de que la gente se ha dado cuenta de que han fallado los Acuerdos de Oslo. De que no se puede depender solo de negociaciones inútiles con unos israelíes que rechazan el mismo principio de la solución de dos Estados.

Usted formó parte, hace más de tres décadas, de la delegación palestina que vino a Madrid en 1991. Era un tiempo de esperanza y de negociaciones políticas. Por lo que dice, parece que ya no confía más en las negociaciones... Al menos mientras el equilibrio de fuerzas no cambie. O mientras tengas en el Gobierno de Israel a estos extremistas y fascistas, que rechazan negociar. Desde 2014, diez años, los líderes israelíes se han negado a reunirse con Abás. ¿Cómo vas a negociar con alguien que no quiere hacerlo? ¿Negociar con fantasmas?

El expresidente español, José María Aznar, ha dicho que el Estado palestino no existe. Rápidamente, el actual presidente, Pedro Sánchez, respondió que “existe y existirá”.  Sánchez está moviendo el reconocimiento unilateral. En su opinión, ¿existe el Estado de Palestina? Sí existe. Es un Estado bajo ocupación. Sé que Sánchez ha dicho que reconocerá a Palestina. Le invitamos a que lo haga sin esperar más. ¿Por qué esperar? Estoy seguro de que incitará a otros como Irlanda o Bélgica. Alguien debe tomar la iniciativa. 

¿Cree que esto cambiará algo sobre el terreno en Palestina? No lo sé. No quiero meter a todo el mundo en el mismo saco, pero estamos absolutamente decepcionados con la comunidad internacional, por su falta de respuesta ante el genocidio israelí. Hemos perdido a 40.000 palestinos, 7.000 bajo los escombros. El 70% de los muertos son mujeres y niños. Hay 75.000 heridos, muchos de los cuales morirán porque Israel ha destruido 33 de los 36 hospitales. Han matado a médicos, enfermeros, periodistas. Es inhumano. Es una combinación de tres crímenes de guerra: genocidio, castigo colectivo y limpieza étnica. Tienen que pararlos. La respuesta política internacional ha sido demasiado débil, demasiado tarde. Quizá ahora las cosas empiezan a cambiar, pero solo gracias a la ola de apoyo popular hacia Palestina, que no tiene precedentes, en mi opinión.

Usted dirige una organización médica. ¿Alguien de su organización ha muerto en Gaza? Por supuesto. Tres de nuestros voluntarios fueron asesinados. Muchos sufrieron amputaciones de miembros. A otros los arrestaron, los torturaron y los metieron en un campo de concentración. Allí estuvieron más de tres semanas. Destruyeron cuatro de nuestras clínicas por completo. Quemaron nuestras oficinas centrales. Y el centro dedicado a las enfermedades no transmisibles, incluido el único laboratorio que hacía test para detectar el cáncer en Gaza. A pesar de ello, tenemos 35 equipos médicos trabajando por toda Gaza. Dicen que no abandonarán la Franja pase lo que pase. Tratamos a alrededor de 250.000 personas al mes, solo en Gaza.

Y en Cisjordania, ¿cómo es la situación? Muy complicada. Hay 650 puestos de control militar que cortan el territorio en pedazos. Muchos de nuestros médicos no pueden llegar a ciertas comunidades. En Cisjordania, el Ejército ya ha matado a 445 personas este medio año. Siguen atacando cada ciudad, cada campo de refugiados. Prácticamente han reocupado Cisjordania. La Autoridad Nacional Palestina se ha quedado como una Autoridad sin autoridad. Una Autoridad bajo ocupación.

Usted todavía es miembro del Consejo Central Palestino. ¿Tiene algún rol en el proceso legislativo? No, porque el Consejo Legislativo palestino fue disuelto por el presidente. Vivimos una situación muy extraña en Palestina porque las elecciones se cancelaron en el año 2021. No hemos tenido elecciones desde 2006. Tenemos un Ejecutivo que lidera la situación sin ningún órgano legislativo o un sistema judicial independiente. Concentra todo el poder en las manos de un pequeño grupo de gente. Somos un grupo de oposición democrática ajeno a la Autoridad Palestina. 

¿Qué opinión le merece el nuevo Gobierno palestino que se ha formado recientemente? No cambiará nada, es débil, porque está formado por la misma estructura ejecutiva y sin ninguna consulta a los otros partidos. Seguimos pidiendo un Gobierno nacional de consenso temporal hasta que haya elecciones democráticas. 

epa000343310 epa000343308 Mustafa Barghouti, presidential candidate, holds up his ballot paper as he votes in the Palestinian presidential election at the polling station at Friends School in the West Bank town of Ramallah on Sunday 09 January 2005. EFE/epa/ATEF SAFADI / ELECCIONES PRESIDENCIALES EN PALESTINA

Mustafá Barghouti durante su campaña para las elecciones presidenciales de 2005, en Ramala (Cisjordania). / ATEF SAFADI

Entonces, ¿por qué dimitió el anterior? Por presión de Estados Unidos. Decían que querían una autoridad renovada. Pero lo que quieren es una mayor “securitizar” a la Autoridad, sin tener en cuenta de que el aparato de seguridad ya consume el 40% de nuestro presupuesto.

¿Se refiere a la colaboración en seguridad con Israel?  Eso es lo que quieren, sí. Lo que ha dicho Joe Biden. Pero nunca piden que un Gobierno israelí deba ser aceptable para los palestinos. 

Hay quien dice que la Autoridad Nacional Palestina corre riesgo de bancarrota… Sí, porque Israel lleva a cabo piratería: roban nuestros ingresos fiscales. El presupuesto de la ANP es 90% de impuestos de los palestinos, y 10% de la ayuda extranjera. Israel ya ha confiscado 1.900 millones de dólares de nuestros ingresos fiscales. 

¿Aún apoya la solución de dos Estados, la de un Estado democrático para todos, o ninguna de estas? Escribí en The Guardian que Israel ha matado la solución de dos Estados. La única alternativa es un solo Estado, democrático, con los mismos derechos, que no sea solo para judíos. Si quieren la solución de dos Estados, debes pedir tres cosas: terminar inmediatamente la ocupación de todos los territorios ocupados por Israel en 1967, congelar la construcción de asentamientos y retirar los que están en Cisjordania y el reconocimiento israelí del Estado palestino. Sin esos tres factores, la solución de dos Estados no es nada más que un eslogan. 

Resulta muy complicado creer que vayan a desmantelar los asentamientos, porque allí viven unos 700.000 colonos. ¿Ve posible que los desalojen de esas tierras en el futuro? Si quieren una solución, sí. ¿Qué opciones hay? Una de tres: o dos Estados con la retirada de los asentamientos; o un Estado democrático con igualdad de derechos, que yo prefiero y apoyo. Pero el establishment israelí o buena parte de la sociedad no quiere ni la primera ni la segunda. Solo queda la tercera, para ellos: la limpieza étnica de los palestinos. No lo han conseguido en Gaza. Estoy muy orgulloso de los gazatíes, que a pesar de todo el sufrimiento siguen en su tierra, y no se marchan. Eso va a determinar el resultado de este terrible genocidio en Gaza: la resistencia de la gente de Palestina. Si se mantienen en sus tierras, harán que el plan de Netanyahu fracase. El precio es muy alto. 

¿Pronostica un Gobierno de unidad palestino con Fatah, Hamás y la Iniciativa Nacional Palestina? Eso es lo que pedimos, y creemos que es la única solución para la situación interna en Palestina. 

Eso incluiría a Hamás, que la UE considera una organización terrorista… La Unión Europea se equivoca. No deberían considerar a nadie terrorista, o deberían considerar terrorista a Netanyahu. Un hombre que ha matado a 40.000 personas. ¿Es él un líder político aceptable, y los que resisten por su libertad son terroristas? No aceptamos esa clasificación. Debería ser revisada.

Pero, dejando a un lado a Netanyahu, analizando a Hamás solo… ¿No cree que lo del 7 de octubre fue un ataque terrorista? Por supuesto que estoy en contra del asesinato de cualquier civil. Eso no necesito probarlo porque ha sido mi posición toda una vida. Pero la situación no comenzó el 7 de octubre. El asesinato de 30 niños no justifica la matanza de otros 14.000 niños. El 7 de octubre, en mi opinión, aconteció por varios motivos que no se deben olvidar. Primero, llevamos 76 años sufriendo una limpieza étnica. Los refugiados nunca podrán volver a sus casas, y eso incluye al 70% de la población de Gaza. Llevamos 57 años bajo ocupación militar israelí. Hemos sido sometidos al peor sistema de apartheid. Gaza ha estado 70 años bajo un sitio terrible, sin acceso a agua, electricidad o posibilidad de vida normal, con el 80% de la gente joven educada sin trabajo. En ese contexto, Netanyahu presentó, ante la Asamblea General de Naciones Unidas, dos semanas antes del 7 de octubre, el “mapa del nuevo Israel”, que incluía la anexión de Cisjordania y Gaza. Declaró que la cuestión palestina estaba acabada, terminada a través de la normalización de los países árabes. Estos predicamentos llevaron al 7 de octubre. Hay que ver la foto completa. 

¿Cómo valora el papel de Arabia Saudí, Qatar o Egipto, en esta crisis? Qatar hace lo que puede para ayudar. Egipto intenta mediar con Qatar para un alto el fuego e intercambio de prisioneros. Que todos los prisioneros israelíes vuelvan a casa sanos y salvos y todos los presos palestinos sean liberados, incluidos todos aquellos que llevan hasta 42 años en cárceles israelíes. Son constructivos. Arabia Saudí ha anunciado que no normalizará relaciones con Israel sin el establecimiento de un Estado palestino y el final de la ocupación, lo que es bueno. Creo que el plan de Netanyahu de matar la causa palestina a través de la normalización con los países árabes ha fracasado.