GUERRA EN EL ESTE DE EUROPA

Ucrania intenta fortalecer su industria bélica para reducir la dependencia extranjera

El país eslavo cuenta con una veintena de fabricantes de drones militares y ha llegado a acuerdos con aliados para producir blindados y artillería

Ejercicios con drones para utilizar en el campo de batalla en una localidad cercana a Kiev.

Ejercicios con drones para utilizar en el campo de batalla en una localidad cercana a Kiev. / Irene Savio

Irene Savio

Irene Savio

Dos jóvenes treinteañeros con aspecto de hípster y móviles en mano aparecen en un café de Pechersk, en la capital ucraniana. La cita es para viajar hacia una localidad que se exige a este diario que no se mencione. "Cuestiones de seguridad", dicen. Sólo después de una hora de camino desde Kiev, se descubre que se ha llegado al lugar pactado. Es un viejo aeropuerto abandonado después de la invasión rusa a gran escala de Ucrania. Ahora se usa ahora para testar y calibrar nuevos modelos de drones antes de usarlos en el frente de batalla. Todos son de producción ucraniana.

La guerra con Rusia ha borrado de un plumazo muchos sectores de la economía de Ucrania. Pero dos años de dificultades (cuando más pasa el tiempo, más acentuadas) para asegurar armamento occidental para defenderse del Ejército ruso y la gran necesidad de reabastecimiento continuo han hecho aparecer nuevas iniciativas del sector privado destinadas a reducir la dependencia extranjera, un esfuerzo también solicitado por los aliados del país. Por el peligro de ser bombardeadas, sin embargo, la ubicación de las fábricas involucradas se mantiene en secreto. Además, se usa otra estrategia: la división de la producción en distintas sedes, de manera que, si una es atacada, el resto puede seguir operando.

El caso de Airlogix, la empresa que accedió a conversar con esta periodista, es representativo. De 20 empleados que tenía en 2020 para la producción de drones comerciales, han pasado a 100, que se dedican casi exclusivamente a la fabricación de drones militares. Viktor Lokotkov, el portavoz, asegura que el tiempo que se requiere para producir, por ejemplo, un dron de vigilancia es actualmente de unos dos meses y que cada mes salen de sus fábricas un promedio de 25 drones de este tipo.

Frecuencias

"Somos una de la veintena de compañías que producen los 64 modelos de drones que han sido certificados como de fabricación ucraniana", afirma Lokotkov. Estos valen para su uso en las fronteras exteriores del país y en los alrededor de 1.000 kilómetros de frente activo, que es donde estas armas son esenciales para intentar reducir las bajas de soldados. "[Los rusos] tienen más hombres que nosotros, y por eso esto es tan importante", subraya Dmytro Piatrin, el agente comercial de Airlogix.

En el viejo aeropuerto cerca de Kiev, control remoto en mano, el comandante del Ejército Lev, que solo brinda su nombre de batalla, sostiene que su unidad ya ha trabajado con estos drones y que una de sus cualidades está en las frecuencias que usa para transmitir la información que capta. "Es muy útil porque los rusos ya conocen las frecuencias que usan los drones europeos y estadounidenses y pueden bloquearlas, pero no lo tienen tan fácil con las de estos nuevos modelos", afirma.

El modelo que está experimentando hoy el oficial Lev puede además volar a una altitud de unos 3.000 metros y recorrer una distancia de hasta 80 kilómetros sin conexión (en piloto automático). Todo después de un entrenamiento para los soldados de la unidad de drones de entre una y tres semanas, lo que incluye unos días iniciales en los que se calibran todos los parámetros del aparato. "Es lo que más cuesta", dice Lev, mientras se coordina con sus compañeros, que reciben en un camión las imágenes del aparato. "Pero luego, ya en el frente, tardamos entre siete y diez minutos (30 segundos para el despegue) para activarlos y lanzarlos", añade.

Un millón

En diciembre, el propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aseguró que Ucrania producirá este año un millón de drones. Pero Piatrin, el agente comercial, duda de que esta cantidad sea suficiente y cifra las necesidades del país en tres millones. De hecho, según un informe del año pasado del centro británico RUSI, Ucrania pierde alrededor de 10.000 drones al mes. Y, además, de momento, el país produce solo unos 55.000 al mes, lo que suma 660.000 al año. "Sí, pero hace un mes solo producíamos 40.000", aclara optimista Lokotkov.

En verdad, aunque sea una de las más exitosas en este momento, la industria de drones no es la única que Ucrania ha estado intentando fomentar en estos dos años de guerra. Otro caso es el de los rodillos antiminas que produce, por ejemplo, Metinvest, empresa del oligarca Rinat Ajmétov. Además, Kiev ha desarrollado un nuevo misil de largo alcance, basado en los misiles marines Neptun, y produce munición de calibre 155 milímetros para obuses, pero todavía en números insuficientes, según las autoridades ucranianas.

La OTAN

La solicitud de aumentar la producción de armas dentro de Ucrania ha sido hecha también por la OTAN. "Es una oportunidad importante que las empresas ucranianas forjen nuevas asociaciones con la industria a lo largo de la Alianza [Atlántica] y más allá", dijo en septiembre Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, en una conferencia de prensa con Zelenski. "Cuanto más fuerte se vuelve Ucrania, más cerca estaremos de poner fin a la agresión de Rusia", añadió.

Cuán realista y determinante pueda ser todo esto es aún bastante incierto, en momentos en los que Ucrania denuncia precisamente escasez de municiones. El centro de estudios estadounidense Carnegie Endowment for International Peace ha expresado dudas sobre la capacidad de Ucrania de proteger de los ataques rusos a las fábricas que deberían producir armas en suelo ucraniano. Aún así, en octubre, Rheinmetall, el gigante de producción de armas alemán, se asoció con la empresa estatal ucraniana Ukroboronprom para la producción de vehículos blindados y tanques dentro de Ucrania, y la reparación de los enviados por los países occidentales. La semana pasada, MBD Deutschland, otra empresa de armas alemana, firmó un acuerdo con Ukroboronprom. Mientras que, a finales de agosto, el británico BAE Systems también informó de la firma de un pacto para iniciar la producción en Ucrania de artillería de 105 milímetros.