RUSIA

Los últimos meses de Alexéi Navalni: de la desaparición de prisión hasta su muerte en el Ártico

Cronología de los traslados y las denuncias del líder opositor ruso hasta el anuncio de su fallecimiento en 'Lobo polar', una cárcel para "asesinos en serie" en una zona de permafrost a miles de kilómetros de Moscú

El opositor ruso Alexei Navalni comparece por videoconferencia desde la prisión en el Ártico, el 11 de enero de 2024.

El opositor ruso Alexei Navalni comparece por videoconferencia desde la prisión en el Ártico, el 11 de enero de 2024. / YURI KOCHETKOV / EFE

Todo comenzó el 11 de diciembre de 2023. Ese día, el entorno de Alexéi Navalni, fallecido este viernes, denunció que llevaba casi una semana sin conocer el paradero del dirigente opositor ruso. Sus abogados no lograban localizarle en prisión y no compareció en una vista judicial. "Es el sexto día en que no sabemos dónde está Alexéi y qué le pasa", advirtió su portavoz, Kira Yarmish.

El opositor ruso estaba encarcelado desde enero de 2021, cuando regresó a Moscú desde Berlín tras recuperarse de un envenenamiento con el agente nervioso Novichok que tanto él como los gobiernos occidentales atribuyeron al Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia. Cumplía una condena de nueve años por delitos de fraude y desacato vinculados a la recaudación de fondos para la Fundación Anticorrupción (FBK), fundada por él mismo y catalogada de "extremista" por un tribunal de Moscú. Además, en agosto de 2023 fue condenado a otros 19 años de cárcel por "extremismo" que debía cumplir en una prisión "de régimen especial", el nivel más duro del sistema penitenciario ruso.

Navalni cumplía la primera condena en la prisión de la región de Vladímir, relativamente cercana a la capital rusa, cuando desapareció. Según su portavoz, los funcionarios de la prisión se negaron a revelar su nuevo paradero y esgrimieron problemas técnicos para justificar su ausencia de una vista judicial en la que se examinaban sus quejas por el trato en la cárcel.

Al día siguiente, el portavoz del Kremlin negó que conocieran el paradero del que era el principal líder opositor a Vladímir Putin. "No, nosotros no tenemos ni intención ni posibilidad de conocer la suerte de los presos y los pormenores de su estancia en las correspondientes instituciones penitenciarias", esgrimió Dimitri Peskov durante su rueda de prensa diaria.

Tres días después, los servicios penitenciarios rusos admitieron que Navalni fue trasladado a otra prisión, pero no precisaron su nuevo destino. Los traslados de una cárcel a otra en Rusia pueden llevar varias semanas de viaje en tren, por etapas, y el entorno de los detenidos no está informado durante ese plazo.

Nada más se supo de él durante varias semanas. El 23 de diciembre, EEUU expresó su preocupación por la opacidad sobre su paradero. "Lleva casi tres semanas desaparecido en el sistema penitenciario de Rusia", denunció el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, en un mensaje en redes sociales en el que exigió "una vez más" al Kremlin su liberación inmediata. Los abogados del opositor seguían sin saber nada y sus colaboradores lanzaron la campaña mundial "¿Dónde está Navalni?".

Poco después llegaron las noticias sobre su paradero, concretamente el día de Navidad. "Hemos encontrado a Navalni. Está en la colonia penitenciaria número 3 de la localidad de Kharp", anunció su portavoz en redes sociales, añadiendo que el opositor "va bien". Kharp, una pequeña localidad de 5.000 habitantes, está situada en Yamalia-Nenetsia, una región remota del norte de Rusia, más allá del círculo polar ártico, que alberga varias colonias penitenciarias. De la prisión de Vladímir, a 250 kilómetros de Moscú, se le había enviado a otra a más de 2.000 kilómetros de distancia.

En una carta colgada en su canal de Telegram, Navalni aseguró que se encontraba bien y "muy feliz de haber llegado a mi destino". "No esperaba que alguien me encontrara hasta mediados de enero. Por eso, me sorprendí tanto cuando por la tarde la puerta se abrió con las palabras: 'Ha venido su abogado'. Dijo que me habíais perdido de vista y que algunos incluso se preocuparon por mí", ironizó.

El líder opositor destacaba en su mensaje que la prisión se encuentra dentro del círculo polar ártico y que cuando mira por la ventana de su celda "al principio es de noche, después llega la tarde y de nuevo la noche". Según explicaron sus colaboradores, la cárcel lleva el nombre de 'Lobo polar' y fue construida sobre la base de un gulag en una zona de 'permafrost', lo que provocaba que "fugarse es prácticamente imposible. Por un lado, cientos de kilómetros de tundra, por el otro, las montañas del Ural ártico. Por eso encierran allí a los criminales más terribles y a los asesinos en serie".

Desde esa prisión volvió a comparecer de manera telemática ante un tribunal, el 11 de enero. Denunció el régimen carcelario y solicitó más tiempo para las comidas y el acceso a más libros: "Me dan dos tazas de agua hirviendo y dos trozos de pan asqueroso. Quiero beber esta agua con normalidad y comer este pan. Tengo 10 minutos para comer. Y me veo obligado a tragar el agua hirviendo". Sus peticiones fueron denegadas y recibió una advertencia del juez por calificar a algunos directores de prisión como "gente malvada, fascistas, lunáticos".

A pesar de las duras condiciones y de que varias veces estuvo en una celda de aislamiento (más de 250 días en los últimos tres años, según su equipo), no se arrepintió de regresar a Moscú tras salir del hospital berlinés. "Tengo mi país y mis convicciones. No quiero renunciar ni a mi país ni a mis ideas. No puedo traicionar ni lo primero ni lo segundo. Si tus convicciones valen algo debes estar dispuesto a defenderlas. Y, si es necesario, hacer algunos sacrificios", escribió en su canal de Telegram. El líder de la diplomacia europea, Josep Borrell, pidió su liberación y la de todos los "presos políticos en Rusia".

Sus comunicados más recientes estaban enfocados a las elecciones presidenciales que tendrán lugar en el país el próximo mes de marzo, con un plan para que todos los contrarios a Putin acudiesen de manera coordinada a las urnas al mediodía. Fue uno de los últimos movimientos del principal líder opositor ruso, antes del comunicado de los servicios penitenciarios: "El reo A. A. Navalni, después de un paseo, se sintió mal y casi al momento cayó inconsciente en la colonia penal número 3. Los médicos de la ambulancia declararon la muerte del preso. Se están determinando las causas de la muerte".