Problemas económicos

Corea del Norte cierra su embajada en España tras una década agitada

La clausura fue avanzada por elPartido Comunista de los Pueblos de España y ha sido corroborada por la agencia de noticias oficial surcoreana, Yonhap, sin aclarar la razón

El líder norcoreano Kim Jong-un con su hija, Ju-ae, durante la prueba de un misil balístico intercontinental.

El líder norcoreano Kim Jong-un con su hija, Ju-ae, durante la prueba de un misil balístico intercontinental. / EFE

Adrián Foncillas

Cierra la embajada de Corea del Norte en España tras una agitada década que ha incluido la expulsión del titular y un mediático asalto, corolario de un país heterodoxo también más allá de sus fronteras. Su final fue avanzado en una sucinta nota del Partido Comunista de los Pueblos de España y ha sido corroborado este sábado por la agencia de noticias oficial surcoreana, Yonhap, sin aclarar la razón. La más probable es la presupuestaria.

Su embajador interino, So Yun Sok, informó la semana pasada de la clausura de la delegación y aclaró que la de Italia asumirá los asuntos diplomáticos con España. La decisión llega después de que los embajadores norcoreanos en Uganda y Angola también hicieran las maletas y cuando, según la prensa japonesa, es inminente el cierre del consulado en Hong Kong. La prensa surcoreana sostiene que Pionyang podría sacrificar una docena de sus 53 delegaciones diplomáticas (47 embajadas, tres consulados y tres oficinas de representación) en los 159 países con los que mantiene relaciones oficiales.

Economía en crisis

La retirada a los cuarteles responde al agravamiento de la endémica crisis económica del país, según Seúl. Su Ministerio de Unificación sostiene que Pionyang carece ya de fondos para sufragarlos porque las últimas sanciones internacionales impuestos por su programa armamentístico han dificultado la entrada de divisas desde el extranjero. A muchas delegaciones se les imponía la autofinanciación, lo que obligaba a negocios no siempre cristalinos para cubrir sus gastos y enviar a Pionyang los excedentes. No igualan los embajadores norcoreanos las condiciones económicas del gremio diplomático pero sus vidas eran más desahogadas que en su país. Décadas atrás, especialmente en los países escandinavos, las embajadas norcoreanas se empleaban en cualquier comercio ilegal para canalizar fondos hacia Pionyang.

Sobre la economía norcoreana, que nunca fue boyante, se formó en los últimos años la tormenta perfecta. El corononavirus aconsejó al gobierno cerrar sus fronteras, asumida la incapacidad de su sistema sanitario para bregar con una pandemia, finiquitando el turismo y el comercio chino. Las últimas sanciones por sus lanzamientos de misiles, enterradas ya las negociaciones por su desnuclearización, han derribado sus cuentas.

Asalto a la embajada

Madrid y Pionyang establecieron sus relaciones diplomáticas en 2001 y el régimen asiático necesitó más de una década para abrir la embajada. Un año después la asumió Kim Hyok-chol, que hubo de dejarla en 2017 tras ser declarado “persona non grata” por el Gobierno español en castigo a los desmanes nucleares y misilísticos de Pionyang. Ha carecido de embajador titular desde entonces el edificio situado en el barrio madrileño de Aravaca que en 2019 fue el escenario de un asalto hollywoodiense.

Una decena de integrantes de Free Joseon, un oscuro grupo que pretende el derrocamiento del régimen de Kim Jong-un, entró en la embajada y ató, amordazó y agredió al personal. De ahí se fueron con ordenadores, memorias USB y teléfonos móviles cinco horas después, cuando la policía ya había acudido tras haber sido alertada por una magullada funcionaria que saltó desde el segundo piso. La Policía Nacional y el CNI establecieron nexos entre los atacantes huidos y la CIA. Uno de ellos, el exmarine estadounidense y veterano de la guerra de Irak, Christopher Phillip Ahn, entregó el material robado a la organización de inteligencia de Washington. La justicia española ha pedido la extradición de los atacantes, que se enfrentan a penas de entre 12 y 28 años, sin ningún resultado.

Las hipótesis sobre la razón de aquel ataque son variadas. La más verosímil es que buscaran información sobre Kim Hyok-chol, el embajador que había partido más de un año antes, y que en ese momento lideraba las negociaciones norcoreanas por la desnuclearización con el expresidente estadounidense, Donald Trump.